Una crisis redefine muchas cosas desde la raíz y una sin precedentes, como la que ha provocado el coronavirus en la industria del turismo, con mayor razón. Por eso, las empresas vinculadas a esta actividad en todo el mundo y en el Perú se están adecuando, sobre la marcha, a un nuevo enfoque de servicio, que hará énfasis a partir de ahora en la salud y la higiene. Esas serán, entre otras, las características de su atención en la llamada ‘era post COVID-19’.
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Lo dicho implica un tremendo reto para los distintos actores de este sector en nuestro país. No sólo por las tareas pendientes en cuanto a prácticas de sanitización que tienen por delante aerolíneas, hoteles, restaurantes, agencias de viajes y guías, entre otros ‘stakeholders’ de esta industria, sino porque todo esto se deberá hacer cuidando de evitar el contacto tanto como sea posible, tal cual destaca a Día1 Arturo Barreira, presidente del fabricante de naves Airbus para Latinoamérica y el Caribe.
Es en ese contexto que ya varias compañías dedicadas al turismo en el Perú están comenzando a potenciar sus protocolos sanitarios más allá de las garantías que han obtenido para operar por parte del Ministerio de Salud (Minsa). Eso implica, por ejemplo, validar estas prácticas con el sello de certificadoras de reconocido alcance global, como Bureau Veritas y SGS.
La certificación internacional ya era una herramienta utilizada en esta industria desde años anteriores, pero solía estar enfocada a prácticas como el manejo del impacto ambiental y las acciones de responsabilidad social, con los conocidos sellos verdes y de sostenibilidad. Hoy, sin embargo, tener un respaldo que valide sus protocolos de salubridad es una estrategia esencial y una garantía para las empresas de este rubro frente a los viajeros de otros países, explica el presidente de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), Carlos Canales.
Así lo han entendido en este gremio, y por eso están llevando adelante, en alianza con Bureau Veritas, un programa para promover que se certifique la mayor cantidad posible de firmas vinculadas a esta actividad. “Estimamos que podrán hacerlo entre 500 y 1.000 empresas en los próximos meses”, proyecta el titular de Canatur. Todas deberán someterse a una auditoría que permitirá comprobar que cumplen con los protocolos dictados por el Minsa y otras prácticas requerida en el mercado global, como la trazabilidad en su producción de alimentos.
UNA OPORTUNIDAD
Para José Koechlin, presidente de la Sociedad de Hoteles del Perú (SHP) y CEO de la cadena Inkaterra, el hecho de que ya varias compañías hayan sido validadas por el Estado —a través del Minsa— para poder operar como lo están haciendo, va a allanar el camino para que logren sus certificaciones, “e incluso puede convertirse en una oportunidad para que el Perú pueda posicionarse como un referente de buenas prácticas a nivel internacional”, anota.
Por supuesto, la imagen de nuestro país en el mercado receptivo (conformado por los turistas que llegan desde el extranjero) es sumamente importante en esta industria, pero también lo es en el ámbito local, sobre todo tomando en cuenta que los viajeros nacionales serán los que soporten a este sector en lo que resta del año y con miras a la próxima campaña que Canatur lanzará en setiembre para promover los viajes internos: Turismo para todos, que venderá paquetes económicos para las cinco regiones sin cuarentena focalizada, como el nororiente y las playas del norte.
ALGUNOS AVANCES
Pensando en ello, la cadena Radisson —que cuenta con seis hoteles en el Perú— también está trabajando en su certificación, en su caso a través de la firma SGS, y de hecho ya logró su cometido en el Radisson Hotel Plaza del Bosque (ubicado en San Isidro), como destaca a Día1 el gerente general de este establecimiento, Leopoldo Arosemena.
“SGS ha verificado que en el Plaza del Bosque estamos cumpliendo con las rigurosas pautas de saneamiento, limpieza y desinfección que Radisson Hotel Group demanda para sus posiciones en todo el mundo”, apunta el ejecutivo. Vale referir que los protocolos de seguridad que el ‘holding’ ha estipulado para sus hoteles constan de 20 pasos, y otros 10 específicamente dictados para la operación de eventos y convenciones.
De igual forma están trabajando en la cadena peruana Casa Andina —que suma 30 hoteles en nuestro país— nos comenta Juan Stoessel, su gerente general. “Nosotros no dejamos de operar en ningún momento pese a la pandemia, y para eso hemos trabajado hombro a hombro con el Minsa, optimizando nuestros protocolos, que han tenido que ser muy rigurosos, pues recordemos que hemos hospedado a médicos, enfermeras, policías y bomberos”, explica, y añade que ahora están pasando las auditorías de Bureau Veritas, que ya les ha entregado su sello a algunos de sus establecimientos.
No se falta a la verdad si decimos que en el Perú la salud fue un descuido en varias actividades económicas, pero esta es también una oportunidad para saldar esa cuenta.
BONUS TRACK: UN MACHU PICCHU ECOLÓGICO
Además de las certificaciones en prácticas de salubridad, en Machu Picchu Pueblo —cuna del destino más importante de nuestro país a nivel global— han estado trabajando desde hace algunos años en otra tarea: la medición de la huella de carbono vinculada al turismo.
En esa línea, por ejemplo, instituciones como Inkaterra Asociación, AJE, Iniciativa Verde y el municipio local, han logrado avances en cuanto al tratamiento de la basura y su reutilización como biodiésel, convirtiéndose en un ejemplo de esa práctica en todo el mundo.
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