Días atrás, think tank canadiense Fraser Institute publicó su esperado ranking anual de competitividad minera, el cual coloca al Perú en una mejor posición respecto a sus tradicionales ‘rivales’ latinoamericanos: Chile y México.
La noticia fue destacada como un gran logro de su gestión por el Ministro de Energía y Minas, Oscar Vera, quien saludó los ochos peldaños avanzados por el Perú en el 2022 (del puesto 42 al 34).
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“Esta es una noticia muy importante para el país, que nos muestra en una faceta distinta, de crecimiento, desarrollo y confianza para la inversión”, declaró el funcionario en RPP.
Lo que no dijo el ministro es que, si bien el Perú superó a Chile y a México en competitividad minera, no fue por una mejor performance nuestra sino por un peor desempeño de ambos países.
Y es que el puntaje que obtuvimos en el Índice de Atracción a las Inversiones del Fraser Institute - el más importante de esta encuesta – cayó en en el 2022 a su nivel más bajo de los últimos años. (Ver Gráfico)
MARCHA ATRÁS
“Entonces, la situación no ha mejorado para el país. Aunque los titulares de los medios de prensa dicen que el Perú ha mejorado su posición, esto no es así: Estamos mucho peor que en el 2021″, apunta el geólogo Miguel Cardozo, presidente de Perumin 36 Convención Minera.
Una medida de que la minería del Perú no ha mejorado su competitividad es la sequía en el desarrollo de nuevos proyectos mineros.
De acuerdo a estadísticas del mismo Minem, en 2019-2022 el país inició la construcción de, apenas, tres proyectos mineros. Esto es, un promedio de 0,75 por año.
Se trata de una situación anómala pues, en los últimos tiempis “siempre habíamos tenido entre dos y tres proyectos grandes iniciando construcción de manera simultánea”, anota Raúl Jacob, CFO y vicepresidente de finanzas de Southern Copper.
La última vez que ocurrió esto fue en 2018, cuando el Ejecutivo dio luz verde al inicio de construcción de tres grandes proyectos: Quellaveco, Mina Justa y la ampliación de Toromocho.
¿Qué ha motivado que el desarrollo de los proyectos mineros se frene?
INESTABILIDAD POLÍTICA
“La dinámica de desarrollar varios proyectos al mismo tiempo se terminó, en parte, por la inestabilidad política de los últimos años, pero, más aún, por el impacto del gobierno del ex presidente Castillo”, anota Raúl Jacob.
Alberto Arispe, gerente general de Kallpa Securities, comparte esta opinión. A su entender, son dos los factores que explican la retracción en el desarrollo de nuevos proyectos mineros: la pandemia de Covid-19 y la incertidumbre política, cristalizada en “el pésimo gobierno de Pedro Castillo, que ahuyentó las inversiones mineras”.
“Desde el 2018 hemos perdido bastante competitividad por temas políticos. En ese lapso, hemos tenido seis presidentes en cinco años, y ahora la mayoría del país quiere que se vaya la presidenta Dina Boluarte. Ninguna institución puede formar un buen equipo con esos cambios”, remarca.
Muestra del influjo negativo que la incertidumbre política ejerce sobre las inversiones mineras es la decisión de Newmont de retrasar su proyecto Yanacocha Sulfuros (US$2.500 millones) hasta fines del 2024.
De hecho, la última encuesta del Fraser Institute devela que el Perú se encuentra a la cola del mundo en el apartado de estabilidad política.
Esto es, en el puesto 61 de 64 países, sólo por encima de Colombia (62), Mozambique (63) y Papúa Nueva Guinea (64). ¿Pero es la inestabilidad política el único factor que retrae la atracción de inversiones?
DEMORAS EN PERMISOS
La cartera de proyectos mineros del Minem contempla 47 iniciativas por una inversión conjunta de US$53.715 millones.
De estas, sólo cuatro se encuentran en construcción: la ampliación de Toromocho, iniciada en 2018, y tres proyectos iniciados en 2019-2022: la ampliación de Santa María, la ampliación de Shouxin y San Gabriel, todos los cuales representan una inversión de US$2.086 millones, el 3,8% de la cartera total.
En la puerta del horno se encuentran, por su parte, otros siete proyectos: Reposición Antamina, Reposición Inmaculada, Corani, Romina, Magistral, Zafranal y Yanacocha Sulfuros, con una inversión conjunta de US$6.920 millones,
Hablamos de 11 proyectos, de un total de 47 en cartera, que cuentan con cronogramas establecidos de desarrollo. Nada asegura, sin embargo, que los tiempos de todos ellos se vayan a cumplir.
Esto, debido a la incertidumbre política, pero también a otros dos problemas casi endémicos en el sector minero: la conflictividad social y las demoras en el otorgamiento de los permisos para explorar y desarrollar proyectos.
Walter Tejada, gerente de exploraciones de BHP para el Perú, indicó en ProExplo 2023 que el periodo de espera para obtener un permiso de exploración en el Perú se ha cuadruplicado de 6 meses a 12-24 meses en la última década, siendo el caso que algunos llegan a demorar hasta 4 años.
Esto, señala, está muy lejos del promedio en otros países, como Canadá y Estados Unidos, donde el tiempo de espera es de solo 6 meses.