Los números que logró el turismo receptivo (conformado por quienes arriban al Perú desde el extranjero) en el 2019 eran –aunque no espectaculares- una buena referencia para crecer este año. O por lo menos así era antes de la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus. Las cosas, obviamente, han cambiado bastante luego de tres semanas de cuarentena. Y seguirán cambiando –para mal- hasta después que se termine el aislamiento. Así, los 4,4 millones de turistas internacionales conseguidos el año pasado, y los US$4.800 millones que dejaron en divisas, no son ya una base sobre la cual proyectarnos, sino un lejano objetivo que, al menos este 2020, será inalcanzable. Ante esa coyuntura, el presidente de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), Carlos Canales, explica a Día1 el detrás de cámaras de esta crisis y las fórmulas que trabaja el sector para salir de ella.
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¿Vendrá algún turista este año?
Las empresas de este rubro estamos trabajando sobre la idea de que no habrá turismo receptivo este año. No estamos contando con al menos US$4.000 millones de ingresos por este mercado para el 2020.
¿Hay manera de salvar este ejercicio?
En lo que compete al receptivo, creo que el segmento de viajeros corporativos (conformado por los líderes y ejecutivos de empresas internacionales con presencia en el Perú) se recuperará más rápido que el de vacacionistas. Con suerte, podemos apuntar a conseguir 1,2 millones de los también llamados turistas de negocios. Con respecto a los vacacionistas, las expectativas son mucho más bajas, porque lidiamos con el impacto psicológico que provoca las emergencias sanitarias en todo el mundo. Recuperarnos en ese segmento, por lo menos este año, es casi imposible.
En ese escenario, y tomando como referencia lo obtenido en el 2019, ¿cuáles son las expectativas de ingresos en esta industria para el 2020?
Podríamos obtener el 30% de lo conseguido el año pasado. Y en el mejor de los casos, si el Gobierno toma en cuenta algunas de las medidas de salvataje que hemos propuesto a través de Canatur, podríamos llegar a la mitad.
¿Recuerda alguna crisis tan grave como esta?
Ninguna crisis del turismo ha sido tan grave como esta en los últimos 40 años. Y eso que hemos tenido varias crisis severas, como la del descalabro financiero de Estados Unidos, entre el 2008 y 2009, o la que provocó la epidemia del cólera, en 1994. Esto último fue muy complejo y muy difícil para el sector, pero nada como la del coronavirus.
¿Qué recepción han visto del Gobierno frente a su plan de salvataje?
Nos están mostrando una excelente acogida. Nos estamos reuniendo permanentemente con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y con el de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) y en algunos días vamos a presentar un plan bastante ambicioso para salvar el año.
El Gobierno ya ha presentado un plan de salvataje para las pequeñas y medianas empresas (pymes) que entiendo son mayoría en el sector, ¿qué otras medidas han solicitado?
Sí, en efecto, la gran mayoría de firmas en el turismo son pymes. Hay una serie de normas tributarias y financieras que nos pueden ayudar, desde luego. Por ejemplo, además de la devolución del IGV para tener caja (que es lo que más hace falta ahora), serviría un plan de subsidios para el pago de los salarios de nuestros trabajadores. Un subsidio del 50% para quienes reciban sueldos de hasta S/2.000, y de 35% para quienes reciban entre S/2.000 y S/3.000. Esto sería sólo hasta diciembre y las empresas lo devolveríamos en el 2021, disgregado en cuotas, a modo de un préstamo bancario.
Por supuesto, estos fondos no irían a las cuentas de las empresas, sino directamente a las cuentas de los trabajadores. Eso le daría el aire que nuestras compañías requieren para mantener activas nuestras cadenas de pagos.
Eso en cuanto a las empresas formales de la industria, pero entiendo que estas no son la mayoría. Un informe del Mincetur, precisamente, concluyó el año pasado que en provincias como el Cusco, la oferta turística podría sufrir hasta un 80% de informalidad, ¿qué están planteado para mitigar ese problema?
La informalidad del mercado turístico peruano nos está dejando muchas lecciones durante esta crisis. Si tuviéramos mejores índices de formalidad, sería más fácil que la mayoría de nuestras empresas accedan a líneas de crédito y capacitación. La informalidad no es buena para salir rápido de crisis como esta: que, por ejemplo, una agencia de viajes no esté identificada, que no aparezca en los registros, que sea invisible, no la ayuda para nada.
Primero, necesitamos reeducar a los empresarios del sector respecto a los beneficios de la formalidad, precisamente, frente a coyunturas como esta. Y, por supuesto, necesitamos una base de datos actualizada de nuestras compañías. Pero también necesitamos, por parte del Estado, políticas tributarias adecuadas a la realidad de nuestra población.
¿Cuántos RUC registrados tienen las empresas de turismo en el Perú?
Hay cinco millones de RUC vinculados a la actividad turística.
¿Y cuántos de ellos están activos?
Sólo el 30%.