Sin duda, el 2019 terminó siendo un buen año para el ‘coworking’. No solo se sumaron más firmas con oferta de espacios colaborativos, también se allanó el camino para la consecución de buenos resultados en el 2020.
Y aunque el crecimiento estimado del inventario distará mucho de lo conseguido el año pasado, los más 17.000 m² que ingresarán durante los próximos meses permitirán que el stock total de espacios ‘coworking’ en la capital continúe su tendencia creciente y supere los 140.000 m² al finalizar este año.
EFECTO WEWORK
Para explicar las razones que impedirán que el crecimiento explosivo que experimentó este mercado durante el 2019 vuelva a repetirse, Max Medina, analista de investigación de Binswanger Perú, considera que la cautela de WeWork para la apertura de nuevas sedes y la estrategia de expansión de los otros jugadores (que toman oficinas o plantas enteras que, por lo general, no superan los 2.500 m²) impactarán en los resultados.
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“Revertir el menor crecimiento es complicado. Las nuevas entregas disminuirán principalmente por el efecto WeWork, que tomaba edificios enteros o gran parte de ellos. Ningún otro ‘coworking’ toma tantos m², y luego de los problemas que todos conocemos [su frustrada salida a bolsa y posterior impacto en el valor de la firma], será más cauto con la apertura de nuevas sedes. No esperamos un crecimiento similar al de los últimos dos años, cuando abrió cuatro sedes por año”, asegura.
Al respecto, George Limache, jefe de investigación de la consultora, sostiene que aunque WeWork ingresó en el mejor momento a Lima, ocupó edificios a rentas muy competitivas y ganó una cuota de mercado interesante, “lo más probable es que en el 2020 ralenticen su ritmo de apertura de m² y trabajen en incrementar su nivel de ocupación y en renovar contratos a tarifas que puedan sostener el negocio”.
MÁS MERCADOS Y NICHOS
Según el último reporte inmobiliario de Binswanger Perú, San Isidro y los edificios de clase A seguirán concentrando la mayor parte del stock, tal como ha sucedido hasta ahora. Actualmente, este distrito centraliza el 51% del stock total, es decir, de los 123.000 m² que conformaban el inventario en el 2019, más de 62.000 m² se ubican en dicha jurisdicción.
Y a pesar de que los distritos con mayor stock de edificios de oficinas, concentran la mayor cantidad de sedes de ‘coworking’, en los últimos años la oferta comenzó a descentralizarse, surgiendo nuevos espacios en Los Olivos, Callao y La Victoria.
“La oferta en Los Olivos es muy particular. Ante la escasez de espacios corporativos, estos ‘coworking’ buscan convertirse en pequeños centros empresariales de Lima norte, mientras que en el Callao se aprovecha la cercanía al puerto y al aeropuerto. De ahí que los principales clientes sean firmas logísticas con necesidades de crecimiento temporal, y medianas y pequeñas empresas”, afirma Max Medina.
En el caso de La Victoria, el especialista refiere que por su cercanía a San Isidro, este distrito se ha convertido en una alternativa interesante debido a sus tarifas competitivas, en tanto que en San Miguel y el Cercado de Lima también existe potencial para desarrollar nuevos espacios de ‘coworking’.
Entre esos nuevos espacios, el informe de Binswanger Perú destaca que las firmas continuarán diversificando su cartera de servicios, por lo que ya hay quienes ofrecen el servicio de implementación y administración de oficinas; mientras que los ‘coworking’ de hasta 1.500 m² seguirán especializándose, sobre todo en los distritos con mayor cantidad de sedes.
Por lo que no resultará extraño seguir observando ‘coworking’ de nicho, ya sea para empresas logísticas, de arquitectura y diseño de interiores, de tecnología y hasta de gastronomía. En ese sentido, la consultora vislumbra oportunidades para el desarrollo de un ‘coworking’ para abogados independientes.
En esa misma línea, Franco Vinatea, gerente general de Binswanger Perú afirma que existe interés de jugadores importantes por ingresar al Perú. De ser así, el stock actual continuará incrementándose, pero también es un hecho, como dice Max Medina, que los desarrolladores de oficinas tradicionales seguirán replanteando sus estrategias de comercialización, tal y como lo han venido haciendo desde que el formato ‘coworking’ ingresó al mercado corporativo local.