La Bolsa de Valores de Lima es una institución que forma parte del engranaje del financiamiento de la economía peruana. Para cumplir dicha función, dispone de una infraestructura centralizada y regulada, complementando a bancos y otras entidades financieras. Al mismo tiempo, provee una competencia valiosa al ofrecer alta transparencia y robustos estándares de gobernanza corporativa.
No obstante, la Bolsa es pequeña en liquidez con relación a sus pares de la región. El menor dinamismo económico, la incertidumbre política, las altas tasas de interés y los retiros de los fondos de pensiones han impactado en su actividad. La falta de una visión a largo plazo respecto del ahorro nacional sopesa sobre el mercado de capitales. Ello, en detrimento de la capacidad de financiamiento del país. Y una menor capacidad de financiamiento es un menor potencial de crecimiento, algo contradictorio dada la realidad del Perú.
Aún con ello, la Bolsa sigue adelante en su compromiso con el Perú. En los últimos cinco años se han financiado S/17 mil millones en instrumentos de deuda corporativa para proyectos de energía, servicios públicos, expansión de operaciones productivas y comerciales, entre otros. Con las nuevas soluciones digitales, las Sociedades Agentes de Bolsa han captado más de 14 mil nuevos inversionistas en 2023, 5 veces más que el promedio anual 2017-2021. A través de CAVALI, se ha facilitado financiamiento con ‘factoring’ a más de 40 mil empresas proveedoras, en su mayoría pymes, alcanzando casi los S/ 38 mil millones en registros de facturas negociables en el 2023.
Actualmente, la Bolsa peruana se ha integrado con sus pares de Colombia y Chile como nuam exchange, lo cual representa una oportunidad de mejorar e impulsar la liquidez. Se ha conformado un mercado con más de 450 acciones y cerca de US$ 200 millones de negociación diaria. Esta integración se encuentra en implementación y busca construir un único mecanismo con escala y estandarización que atraiga más inversionistas. Ello redundará en mejores condiciones de financiamiento, mayores valorizaciones y más crecimiento y prosperidad. Pero solo será posible con el trabajo conjunto de todos los actores del mercado de capitales. Para el Perú y la región, los beneficios serán muy significativos.