Celepsa, la división de energía del grupo cementero Unacem, se prepara a construir la central de energía fotovoltaica más grande del Perú con una inversión de más de US$200 millones. Solimana verá la luz a fines del 2025 y, desde ya, cuenta con “una demanda asegurada”, lo que lo diferencia de otros proyectos de su tipo, anota Eduardo Herrera, gerente general de la empresa de generación eléctrica.
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—Celepsa está desarrollando su primer proyecto de energía renovable no convencional. ¿De qué se trata?
Como consecuencia de la transición energética hay muchas iniciativas que se están desarrollando en el país para nuevas centrales de energía renovable. El Perú tiene dos particularidades: la parte centro-norte es muy rica en recursos eólicos y la parte sur en recursos fotovoltaicos. Nosotros estamos desarrollando un proyecto en el sur.
—¿De energía fotovoltaica?
Justamente. A mediados de noviembre, después de mucho tiempo, logramos recibir la concesión definitiva de un proyecto fotovoltaico (Solimana) que se va a emplazar en el distrito de Ocoña, en Arequipa, con una capacidad de 250 megawatts (MW). En términos relativos vamos a construir el proyecto renovable más grande del país, de entre los que están en cartera en manos de los agentes del sistema.
—¿Será el proyecto solar más grande del país?
Digo que será el primero y el más grande porque hay un montón de proyectos en cartera, pero no van a ver la luz porque, o tienen un plazo de realización muy corto, o porque han sido desarrollados por empresas pequeñas, consultoras, que van a tratar de comercializar el proyecto.
—Bueno, el COES advierte que hay 20 mil MW en proyectos eólicos y solares estancados. ¿Por qué el de Celepsa si verá la luz?
Porque, a diferencia de muchos otros, nosotros tenemos la demanda asegurada.
—¿Demanda minera?
De todo tipo. Nos hemos encargado de construir una demanda que hemos venido atendiendo, comprando energía a otras empresas eléctricas (en el mercado spot). Por eso tenemos la tranquilidad de decir que este proyecto sí va a ver la luz. Esa es la gran diferencia. Claro, esos miles de megawatts en proyectos que no tienen la demanda asegurada se van a quedar en el papel. Por eso creo, honestamente, que hay que limpiar ese gran portafolio [de proyectos renovables] que tenemos en el país.
—¿Cuánto van a invertir en este proyecto?
Son 250 MW, casi 434 mil paneles solares y una inversión de US$226 millones. Es un proyecto bien importante para nosotros, en realidad. Estamos muy contentos de que finalmente tengamos la concesión definitiva para avanzar.
—¿Cuántos proyectos renovables hay con concesión definitiva, si tienen ese dato?
Pocos. Muy pocos.
—¿Cuándo lo empezarían a desarrollar? ¿Y cómo lo piensan financiar?
El tema del financiamiento es relativamente sencillo para nosotros porque hoy, siendo muy concretos, Celepsa tiene una particularidad adicional: es una compañía que tiene una demanda creada y absolutamente ningún nivel de deuda. Hemos atendido toda la deuda histórica y eso nos diferencia radicalmente de otros operadores en el sistema que están bien apalancados. Tenemos realmente cero de deuda.
—¿Esta sería una primera etapa para seguir desarrollando proyectos renovables?
Es el primer proyecto renovable que estamos haciendo. También estamos desarrollando proyectos de carácter eólico en la zona centro y norte del país, para tener una matriz que nos permita atender lo que el mercado demanda cada vez más, que es energía limpia. Nosotros hemos acuñado un propósito en Celepsa que es acelerar la descarbonización del país, y creo que este es un mandato muy relevante, en especial, para las empresas de generación eléctrica en el país. Pero creo que nos toca ir más allá.
—¿En qué sentido les toca ir más allá?
Honestamente, creo que no solamente tenemos que hablar de medir nuestra huella de carbono. Tenemos que hablar también de neutralizar nuestra huella. Así como fuimos la primera empresa que certificó que el 100% de la energía que produce es renovable, somos también la primera empresa generadora del país en ser carbono neutral. Es decir, con huella cero.
—¿Ya han sido certificados?
Esta semana recibimos oficialmente la certificación internacional, emitida por AENOR, que acredita nuestra carbono-neutralidad.
—¿Son la única generadora eléctrica con esa certificación? ¿Por qué ustedes sí y otros no?
Lo pongo por algo muy simple: por decisión. Y, eventualmente, por conocimiento. Lo que las empresas deben tener es equipos dedicados a no solamente hablar de sostenibilidad, sino a gestionarla. Es un mundo raro el mundo de la sostenibilidad. Uno habla de que tiene una huella de carbono, pero la pregunta es: ¿Cómo la neutralizo? Bueno, hay protocolos. Hay empresas que certifican esto, como AENOR. Queremos nosotros irradiar ese tipo de experiencias.
—Se diría que para ustedes es más fácil porque toda la energía que producen es renovable.
Sí, pero compramos también energía (en el mercado spot) con fuente térmica. Y esa es la energía es la que estamos neutralizando para poder ser carbono neutrales.
—¿Qué otras iniciativas están desarrollando?
Estamos trabajando una serie de frentes para hacer una mejor gestión energética Allí, por ejemplo, estamos desarrollando varias iniciativas. Por ejemplo, estamos montando el primer laboratorio híbrido del país en la zona de la sierra, que es la que más va a demandar más este recurso, por la minería.
—¿Dónde van a construir esta central híbrida?
Estamos montando el laboratorio en nuestra planta de cemento de Condorcocha (Junín), de Unacem. Vamos a tener, básicamente, generación fotovoltaica y eólica y, además, almacenamiento de energía. Porque muchos equipos están diseñados para operar a nivel del mar y tenemos que afinar la tecnología para que funcionen en altura. Estamos trabajando en soluciones porque los clientes grandes las piden. Y, en gran medida, porque sus matrices dan instrucciones para que implementen soluciones de autogeneración y almacenamiento renovable.
—¿La planta hibrida brindará energía a la planta de cemento?
En principio, sí, porque tenemos una planta cementera al costado, que es de Unacem. Pero tenemos un grupo de clientes que están esperando los resultados para gatillar la iniciativa. Y para finales del primer trimestre del 2023 vamos a montar y operar la batería de almacenamiento de energía más grande del país, de 1 MW, en Atocongo.
—¿Aprovechando las instalaciones de la cementera de Atocongo?
Sí. Celepsa está desarrollando iniciativas concretas para que nuestro portafolio de clientes tenga soluciones efectivas. Una batería de 100 kW no mueve la aguja. Tenemos que meter baterías de 1 MW, 10MW, un banco de 40 MW, y allí el sistema va a comenzar a funcionar mejor. Entonces, estamos dejando la declaración para pasar a la acción. Y es lo que tramos de motivar.