El futuro es de las energías renovables, y así lo entienden todas las generadoras eléctricas. Sin embargo, el lento crecimiento de la economía difiere el desarrollo de nuevas centrales de energía. En este contexto, los actores del mercado buscan alternativas para crecer y marcar la diferencia.
La noruega Statkraft tiene claro cómo hacerlo: poniendo énfasis no solo en la transición energética, sino “marcando la pauta en diversidad e inclusión”, apunta Juan Antonio Rozas, gerente general de Statkraft Perú.
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—¿El énfasis de la empresa está puesto en las energías renovables?
Nosotros somos una empresa básicamente hidroeléctrica, pero el gran cambio que se viene es el reemplazo de las energías fósiles por las tecnologías solar y eólica, debido a las competitividades que tienen. Nosotros tenemos un plan a nivel mundial bastante ambicioso.
—¿Y en Perú?
Estamos viendo nuestro laboratorio solar (Junín) y hemos instalado una torre de medición de vientos en el norte del Perú. Y también contemplamos la posibilidad de adquirir una compañía que tenga proyectos de energía renovable más avanzados, pero más como una posición expectante.
"Nosotros fuimos los primeros en certificar energía renovable en el Perú. Hemos certificado nuestros ocho centros de producción con el estándar Aenor y nuestra hidroeléctrica Chéves con el estándar Irec. Esto ha generado cierta atracción en el mercado y ya lo han copiado muchas otras empresas de la competencia".
—¿Tienen un plan quinquenal o una estrategia al respecto?
Precisamente, estamos trabajando en una estrategia para presentar al corporativo (en Oslo) con un horizonte de cinco años. No tenemos todavía un proyecto que vayamos a construir, pero siempre está la posibilidad de adquirir proyectos solares y eólicos más avanzados. Esa posibilidad siempre está abierta.
—¿El laboratorio solar serviría de punto de partida para el desarrollo de una central solar en Junín?
No necesariamente. Lo que estamos haciendo, básicamente, es levantar información de cómo se comportan los distintos tipos de paneles solares en el centro del país. Pero, con los precios de la energía que tenemos hoy en día, no resulta competitivo. Pero eso no quita que a futuro lo sea.
—¿Cómo ha evolucionado la empresas tras el fin de la denominada ‘guerra eléctrica’?
No es desconocido que la demanda (eléctrica) está creciendo poco debido al lento crecimiento de la demanda vegetativa de la economía y a la ausencia de grandes proyectos mineros. Por eso hemos puesto el foco en los activos que estamos operando (450 MW). Y estamos realizando operaciones de business development, pero incipientes.
—Entiendo que una de las estrategias que están desarrollando es la venta de certificados de energía renovable.
Nosotros fuimos los primeros en certificar energía renovable en el Perú. Hemos certificado nuestros ocho centros de producción con el estándar Aenor y nuestra hidroeléctrica Chéves con el estándar Irec. Esto ha generado cierta atracción en el mercado y ya lo han copiado muchas otras empresas de la competencia.
"[...] en Statkraft hemos tomado la decisión de no solo enfocarnos en la transición energética, sino también de ser una empresa que marca la pauta en diversidad e inclusión, y la primera derivada de la diversidad es la presencia femenina".
—Ahora todos los generadores eléctricos entregan estos certificados.
Ocurre hoy en día que los clientes libres (industrias) realizan licitaciones de energía donde se especifica que solo pueden presentar ofertas los generadores de fuentes renovables. Porque los fondos de inversión, particularmente, los que financian al sector minero, piden eso: que la energía de origen no sea térmica sino renovable, llámese hidroeléctrica, eólica, solar o biomasa.
—¿A cuántas empresas mineras han certificado?
Tenemos, por ejemplo, a minera Condestable y Argentum. Pero también a empresas de otros sectores, como Unique, Telefónica, USIL, Textil Amazonas y otras. Lo interesante es que no es solo un sector. Yo diría que este es un fenómeno más transversal y que no se circunscribe al consumidor intensivo clásico que es la minería.
—¿La energía certificada es hidroeléctrica en su totalidad?
Casi todos los certificados entregados en el Perú provienen de la energía hídrica. Pero lo que se viene es que el 4% o 5% de participación que las energías renovables no convencionales (RER) tienen hoy en el sistema, se va a ir incrementando en el futuro. Las inversiones futuras que se vienen en Statkraft son todas eólicas y solares. Y los demás generadores eléctricos te van a decir lo mismo.
—¿Ese es el gran reto de Statkraft?
Sí. Pero en Statkraft hemos tomado la decisión de no solo enfocarnos en la transición energética, sino también de ser una empresa que marca la pauta en diversidad e inclusión, y la primera derivada de la diversidad es la presencia femenina.
DIVERSIDAD E INCLUSIÓN
—¿Cuántas mujeres trabajan en la empresa?
En Statkraft Perú laboran 53 mujeres, lo que representa el 24% de la compañía (de un total de 218 colaboradores).
—Entendería que ese número está en aumento.
El nivel de contratación ha subido comparado a los últimos dos años, pero hay algunas posiciones muy técnicas donde no hay presencia femenina. Pero la premisa es creer en la diversidad e inclusión, y nosotros lo creemos. Yo soy un ferviente creyente que los equipos diversos con mayor presencia femenina rinden mejor.
—¿Esa creencia se extiende a la gerencia de Statkraft en Perú?
En el comité de gerentes, cuatro de nueve son mujeres. El 44% del comité de gerentes de Statkraft Perú es femenino.
"Nuestros resultados en el 2021, si usamos el Ebitda, fueron 4% menores que en el 2020".
—¿Tienen una meta de cuál debería ser la meta participación femenina en el Perú?
No tenemos una meta, pero sí métricas a nivel corporativo. Nosotros estamos todavía un paso más atrás, creando el círculo virtuoso de que más mujeres se vayan sumando a estas carreras, que se denominan como Ciencia, Tecnologia, Ingenieria y Matematica (CTIM o STEM).
—¿Statkraft ha crecido o decrecido después de la pandemia?
Nuestros resultados en el 2021, si usamos el Ebitda, fueron 4% menores que en el 2020. Esto se debió a dos factores. Uno fue que en el primer semestre del 2021 el costo marginal (precio spot) de la energía estuvo a niveles muy bajos. Recuerda que la declaración de precios del gas recién se corrigió en julio (de 2021).
—¿Y en el segundo semestre?
En el primer semestre, que fuimos superavitarios por las lluvias, vendimos a precios bajísimos. Y cuando subió el marginal tuvimos condiciones climáticas adversas en las cuencas de nuestras centrales. Esas dos cosas hicieron que nuestro Ebitda fuera menor en el 2021.
—¿Y para el 2022 piensan crecer?
Para el 2022 (cotizamos en bolsa) lo que puedo decir es que estamos teniendo un precio spot más alto, y nosotros vendemos en el mercado spot. De allí saca tu cuenta que debería venir.
—¿Crecerán entonces?
El cambio regulatorio (eliminación de la declaración de precios del gas) lo vamos a ver de manera completa este año.