Hace casi exactamente dos años, en la ciudad de Ayacucho, el presidente Pedro Castillo anunció el inicio de la “masificación del gas natural para todos los peruanos”, en lo que parecía ser una proclama populista más, como muchas a las que nos tenía acostumbrados.
Esa vez, sin embargo, su arenga no carecía de sustento. Y es que el anuncio presidencial vino acompañado del envío, al Congreso de la República, de un proyecto de ley (P.L. 679) con soluciones puntuales para incentivar la masificación del gas natural fuera de Lima.
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“Desde acá exhorto a que lo aprueben (en el Congreso) de manera inmediata”, expresó el exmandatario.
Era el 10 de noviembre del 2021.Dos años después, la norma continúa detenida en el Legislativo, ante la incuria de los congresistas, que “no han entendido la importancia de destrabarla y sacarla adelante”, refiere Víctor Murillo, ex viceministro de hidrocarburos.
Reflejo de ello son las continuas modificaciones que el Legi slativo ha efectuado a la medula del proyecto: la tarifa nivelada, mecanismo diseñado para que los hogares, comercios e industrias de todo el país paguen lo mismo por el gas natural - en sus respectivas categorías - indistintamente de si se encuentran en Lima, Arequipa o Huancavelica, precisa Murillo.
DESIGUALDAD TARIFARIA
Y es que la principal traba para masificar el gas natural es la asimetría que existe entre las tarifas de la Metrópoli y las de las regiones, particularmente en el norte y el sur del país, donde los usuarios residenciales pagan hasta el 100% más en relación de sus contraparte de Lima.
“Estamos hablando de S/20 contra S/12, aproximadamente, y eso no tiene sentido”, apunta Juan Manuel Rojas, presidente de Promigas.
Esto explica por qué, luego de 19 años del inicio de la era del gas natural en el Perú, la masificación de este hidrocarburo no despega aún en las regiones.
“No es posible que solamente Lima y sus alrededores se beneficien con un recurso más económico, limpio y versátil en relación a otros energéticos (como el GLP) pues brinda a Lima una mayor competitividad por el precio de la energía”, anota Álvaro Ríos, socio director de Gas Energy.
De acuerdo a estimaciones de Quavii, la implementación de la tarifa nivelada permitiría conectar al servicio de gas natural a 3 millones de usuarios, adicionales a los 1,86 millones que ya han sido conectados al cierre del 2022.
Hablamos de más de 10 millones de personas ( 3 o 4 integrantes por hogar) que estarían ingresando al mercado de gas natural en esta década, “de las cuales 2,5 millones estarían en el norte del país”, precisa Miguel Maal, gerente general del concesionario de gas natural para el norte del país.
“Por eso hacemos un llamado al Congreso para que apruebe el P.L. 679 con su alcance original, de tal manera que podamos llevar una tarifa competitiva a todos los usuarios regulados”, puntualiza el ejecutivo. ¿Qué correcciones urge hacer al proyecto?
VALLA PARA LA INDUSTRIA
Cabe recordar que el proyecto de ley 679 proponía, en su versión primigenia, aplicar la tarifa nivelada a todos los usuarios de gas natural, grandes, medianos y pequeños.
Por el contrario, la versión modificada por el Congreso acota ese universo a los usuarios con consumos de hasta 50 mil m3 por mes, es decir, a los hogares, comercios y propietarios de vehículos a GNV, pero no las industrias.
Esto, en el mal entendido concepto de que estas últimas no necesitan ser beneficiadas.
Lo que se conseguirá con esto, sin embargo, es que las regiones pierdan la oportunidad de constituir un sector industrial igual de competitivo que el de Lima, en base a tarifas baratas para el gas, advierte Walter Sciutto, country manager del Grupo Energía de Bogotá (GEB).
“Por eso, hay que hacer entender a los congresistas de que esto no es algo que se hace en beneficio del sector industrial, sino de la sostenibilidad de las tarifas porque las industrias son las que ayudan a absorber las inversiones necesarias para el desarrollo de las redes de gas y la conexión de más usuarios”, explica el ejecutivo.
En ese sentido, Promigas propone elevar la valla de la tarifa nivelada a 900 mil m3 por mes a fin de incluir a todos los usuarios regulados, excepción hecha de las empresas muy grandes y las plantas de generación térmica.
Walter Sciutto considera, no obstante, que la tarifa nivelada tiene que incluir a todos los usuarios de gas natural, para que sea sostenible, competitiva y eficiente.
“Con 50 mil m3 no se corrige nada, y con 900 mil m3 dejas fuera a la demanda que posibilitará que las tarifas sean sostenibles y que la industria se descentralice en todo el país”, remarca.
¿OPORTUNIDAD PERDIDA?
Nicolás Llanos, especialista en gestión de gas natural del Minem, refiere que la demora en la aprobación de la tarifa nivelada (en su versión primigenia) tendrá un impacto negativo en las inversiones de los concesionarios de gas natural.
Es el caso de Quavii, empresa que se encuentra ad portas de presentar su Plan Quinquenal y que, probablemente, “presentará ahora un plan bastante austero, con muy pocas conexiones domiciliarias, porque no verá remuneradas sus inversiones”, refiere Llanos.
De hecho, la colombiana ha transmitido al Minem su intención de invertir US$250 millones adicionales para conectar más redes domiciliarias en el próximo quinquenio, si es que se aprueba la tarifa nivelada.
Caso contrario, “nos quedaríamos haciendo inversiones (solamente) para el sector industrial”, advierte Juan Manuel Rojas.
¿Pero, qué opina sobre esto el Congreso? Por lo que se sabe el P.L. 679 se encuentra detenido en el Pleno a la espera de una aclaración de carácter formal.
Segundo Quiroz, presidente de la Comisión de Energía y Minas, considera que es positivo que el proyecto no se haya visto todavía en el Pleno, pues eso brinda la oportunidad de socializarlo para que la población conozca de sus bondades.
“Lo que necesitamos es mejorar algunos aspectos de un texto sustitutorio que vaya en beneficio de la población, y es por ello que yo haría un paro para que realicemos algunas acciones de socialización”, indica.
¿Cuánto tiempo demorará esa socialización? El Congreso tiene la palabra.