El avance del coronavirus no ha dado tregua a ningún tipo de negocio. Mucho menos a aquellos que reúnen a muchas personas en un mismo espacio, así sea para entrenar. Ese ha sido el caso de los gimnasios.
Desde que se dieron las medidas de aislamiento social-el 15 de marzo pasado- para contener el avance de la pandemia, los gimnasios cerraron sus puertas a la mitad de su temporada más fuerte del año: el verano.
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Este ha sido un golpe fuerte para la industria, apunta Jaime Yzaga, gerente general de la cadena Sportlife Fitness Club (con 4 locales), ya que han tenido que cerrar absolutamente todos sus centros de entrenamiento de un día para el otro.
Días antes del anuncio del presidente Martín Vizcarra, cuando empezaron a aparecer los primeros casos en el país, las principales cadenas de gimnasios anunciaban en sus redes sociales que establecían medidas de protección y desinfección para reducir los riesgos de contagio. No obstante, el aislamiento social obligatorio se veía venir , como ya había sucedido en otras latitudes, por donde el virus ya había pasado primero.
“Realmente creo que ninguna industria ni en Perú ni en el mundo estaba preparada para una situación de parálisis como la que estamos viviendo a causa del COVID-19. Ha afectado el 100% de la operación como la conocemos”, comenta Gigliola Aycardi, cofundadora de Bodytech (cadena con 20 sedes en el Perú).
Los gimnasios, hoy sin percibir ingresos, tienen también una cadena de pagos que cumplir. Desde el alquiler del espacio donde montan el centro hasta proveedores, planillas y otros gastos vinculados. En ambos casos, las cadenas han tenido que recurrir a la suspensión perfecta de labores de un buen grupo de sus trabajadores al extenderse el aislamiento y no contar con una fecha fija de reapertura. En el caso de la cadena de fitness colombiana, Aycardi menciona que en un primer momento negociaron una licencia a compensación posterior o vacaciones voluntarias.
PRESENTACIÓN DE PROTOCOLO
A pesar de ser un momento de mucha incertidumbre, están buscando alternativas para entrar dentro de las cuatro fases de reactivación económica que ha anunciado el Gobierno. De acuerdo a Yzaga, no son un sector que esté agremiado o que trabaje como bloque pero las cuatro principales cadenas de gimnasios han presentado en conjunto un protocolo de bioseguridad a las autoridades pertinentes para demostrar que están listas para volver cuando se considere.
El gerente y fundador de Sportlife, señala que aún no han recibido respuesta pero que seguramente será revisado para la tercera fase. Señala, además, que hay especialistas de ciencias de la salud que afirman que la actividad física ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, necesario para resistir a las enfermedades.
“Siendo así creemos que podríamos reactivar el sector en la quincena de julio o agosto”, proyecta. “No obstante, aunque el sector pueda volver de a pocos en julio o agosto, asegura que tomará tres meses para reactivarse realmente y tener un volumen de personas importante”, refiere Yzaga a Día1. El ejecutivo confía que el hecho de poder volver después de las dos primeras fases puede tener una ventaja: los criterios y los protocolos estarán más clarificados para las personas.
Es más, de acuerdo a sus estimaciones, entre octubre y noviembre el 80% de los gimnasios podrá empezar a operar de manera regular.
Por su parte, desde Bodytech, Aycardi comenta que desde todas las áreas de la empresa han hecho un trabajo muy riguroso e interdisciplinario para crear los protocolos de bioseguridad. Este consisten en la sanitización de la sede diariamente, el monitoreo de signos de salud, el uso de elementos de protección personal, el respeto de la distancia mínima entre personas, el aforo máximo permitido, distancia entre máquinas, aseo de estas antes y después de su uso, la demarcación de los salones de entrenamiento grupal, adicional a espacios restringidos para saunas o vestuarios. Y a ello se agrega la colocación de sprays desinfectantes en más puntos del local.
PRODUCTOS DIGITALES Y GYM EN LÍNEA
Ante la imposibilidad de que los usuarios puedan entrenar en sus instalaciones, los gimnasios han visto la necesidad de reinventarse y acelerar su paso a las plataformas digitales. La cadena peruana Sportlife ha echado mano de sus redes sociales para realizar clases en vivo gratuitas-abiero al público- de distintos tipos de entrenamiento (functional, full body, baile, entre otras) a lo largo del día, tips de nutrición para todos los seguidores de la marca en Facebook.
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Y para los miembros activos de la cadena, han diseñado un aplicativo donde han colocado más de 350 clases virtuales para que el usuario pueda tener variedad para sus entrenamientos en casa. Yzaga indica que han estado permanentemente conectados con sus usuarios.
“Las redes nos ha permitido llegar a un público nuevo en las redes sociales. Hemos visto que muchas personas han empezado a entrenar durante la cuarentena, incluso personas que antes no lo hacían, han visto esa necesidad. Eso nos coloca ante una base potencial de clientes a la que podríamos llegar luego de este confinamiento”, comenta el ejecutivo.
Por el lado de Bodytech, la cofundadora de la marca sostiene que como negocio ya venían transformándose a lo digital y con la cuarentena impulsaron ese proceso. “Ello nos permite mantener el contacto con nuestros afiliados y llegar a muchas más personas con nuestros entrenamientos virtuales en diferentes disciplinas. Ha sido la mejor manera de estar presentes para todos los peruanos con una propuesta variada y dinámica”.
Además de las sesiones de entrenamiento grupal, la cadena ha llevado a sus seguidores conciertos, conferencias de crecimiento, recetas saludables y prepara nuevos contenidos e invitados especiales que sirvan de guía para mantener un estilo de vida saludable. Para Aycardi, estamos viendo ahora una transformación de los consumidores y de los negocios.
¿Cómo responden los usuarios? De acuerdo a la ejecutiva, habrá un mix entre las personas que quieren entrenar en casa y en el gym en un formato mixto, otros que solo en el gimnasio y un tercer escenario: solo online.
En tanto, en los próximos días, Bodytech lanzará dos productos: My Coach Bodytech (acompañamiento, plan de entrenamiento individual en la ‘app’ del gym, monitoreo telefónico y una batería de 600 ejercicios variados. El otro producto es orientado a la nutrición (Coach nutricional) para planes de alimentación y clases relacionadas.
Para Sportlife no se podrá reemplazar un elemento importante del entrenamiento en un gimnasio: la socialización, lo que tarde o temprano volverá cuando pase la pandemia, comenta.
¿QUÉ PASA CON LAS MEMBRESÍAS?
Desde el cierre de los locales, el pasado 16 de marzo, todas las membresías de los afiliados a Bodytech quedaron congeladas. No se ha realizado ningún tipo de débito y las congelaciones no requieren ningún tipo de trámite ni costo por parte del afiliado. Bodytech, con 20 sedes en el país (9 de ellas en el interior del país), tiene alrededor de 60 mil afiliados en el Perú.
Por el lado de Sportlife, con alrededor de 9500 afiliados, también ha decidido mantener todas las reservas congeladas hasta que puedan retornar a las actividades.
Como en todas las industrias hemos recibido solicitudes también de devolución de dinero, relata Aycardi. Sin embargo, todos el sistema, tanto para devoluciones como para débitos, están congelados y por ahora esperamos abrir lo más rápido posible atendiendo las medidas del gobierno nacional y en base a qué podamos reactivar todos los planes de afiliación.
También intentamos comunicarnos con la cadena brasileña Smart Fit pero prefirieron no hacer comentarios por el momento.
MERCADO FITNESS
Hasta antes de la pandemia, en los últimos tres años, se dio el ingreso avasallador de la cadena de gimnasios de bajo precio Smart Fit, Gold’s Gym –la otrora líder del sector– terminó de despedirse de su operación local y han proliferado con mayor fuerza los formatos de entrenamiento funcional, boutique, crossfit, entre otras formas. Esto generó que este mercado, que supera los US$169 millones en ingresos, se haya vuelto más competitivo.
Esta transformación de la industria, acompañada de un mayor interés por un estilo de vida saludable, tuvo como efecto que el número de peruanos que realiza actividad física haya alcanzado el 3% de la población, según el último reporte (2019) del International Health, Racquet and Sportsclub Association (IHRSA).