La inflación vuelve a ser un dolor de cabeza para los peruanos después de mucho tiempo. Y a esta desdicha contribuyen, principalmente, los precios de los combustibles, que se han incrementado 40,28% en los últimos doce meses, seguidos por los aceites y grasas (37,11%), el azúcar (28,67%) y el gas (26,85%), según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (Inei).
Incluso en mayo, a pesar de las medidas adoptadas por el Gobierno para frenar su alza, los precios de los hidrocarburos líquidos siguieron en ascenso, anotando un incremento de 4,9%, el segundo más elevado después del rubro diarios y periódicos (16,21%).
MIRA | Cronograma, Retiro AFP 2022: En qué fecha se puede retirar la AFP y cuándo envío mi solicitud
De acuerdo al último informe de variación de precios del Inei (mayo del 2022) los combustibles que más se incrementaron fueron los gasoholes (6,1%), el diésel (3,7%) y el aceite de motor (0,9%).
Preguntado sobre por qué lo precios de las gasolinas siguen en aumento, el ex ministro de Energía y Minas, Carlos Herrera Descalzi, explicó que ello se debe a que el alza del precio del petróleo (WTI) ha sido “más fuerte” que las medidas aplicadas por el Gobierno.
¿MEDIDAS EFECTIVAS?
El incremento del precio del petróleo ha sido, verdaderamente, meteórico.
Renato Lazo, director de Energía Contacto, recuerda que en abril del 2020 el barril de crudo WTI se cotizaba en US$18,44, cifra que escaló a US$95,72 en febrero de 2022, conjuntamente con el estallido de la guerra en Ucrania.
Para cuando el Gobierno decidió reincorporar el GLP automotor y las gasolinas de 84 y 90 octanos en el Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles (FEPC), un mes después, el barril de crudo promediaba US$100,28.
Y para cuando se determinó excluir los gasoholes de 84 y 90 octanos y el diésel de la lista de productos gravados con el ISC por tres meses, en abril pasado, el WTI anotaba ya US$104,69.
Ahora (promedio de junio) el barril de petróleo se cotiza en US$118. Esto es, casi un 20% de aumento desde que el Gobierno tomó cartas en el asunto.
Edwin Pinedo, presidente de la Asociación de Grifos y Estaciones de Servicios del Perú (Agesp), advierte que, desde entonces, más del 95% de los 5.000 grifos que operan en el país han cumplido con reducir sus precios.
“El problema es que los usuarios no lo pueden ver porque el precio del petróleo está cada día caro”
Edwin Pinedo, presidente de la Asociación de Grifos y Estaciones de Servicios del Perú (Agesp).
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) sostiene, en efecto, que las medidas adoptadas en marzo y abril han permitido aminorar el impacto del incremento de los precios de los combustibles en los bolsillos de los consumidores.
En el caso del diésel, señala, se habría evitado un alza de S/6,5 por galón, mientras que en el caso de las gasolinas de 90 y 84 octanos, el ahorro habría sido de S/3,3 y S/2,6, respectivamente.
GNV AL RESCATE
Pinedo explica que los griferos, la mayoría de los cuales son pequeños empresarios con uno, dos y hasta tres grifos, no pueden reducir más sus precios porque el incremento de la cotización del petróleo y los costos asociados son demasiado elevados y “no pueden trabajar a pérdida”.
“No somos un monopolio, como dice el Gobierno, y no puede haber concertación porque hay 5.000 griferos en todo el Peru. Lo que sí hay es el juego de la oferta y la demanda, pero los márgenes son pequeños y tenemos que ganar algo para sobrevivir”, sostiene.
Isabel Tafur, gerenta general de Agesp, agrega que la situación para los griferos se complica por los elevados gastos en que deben incurrir, como el pago del IGV, el impuesto al rodaje, el FISE (Fondo de Inclusión Social Energético) y los costos financieros cada vez más elevados.
Por todas estas consideraciones, Renato Lazo considera que las medidas del gobierno no sólo no han sido ineficaces, sino desacertadas.
“Gastar S/4 por galón en el FEPC es un escándalo, una cantidad enorme de plata que desperdiciamos día a día y que claramente va a exceder los S/1.000 millones al año. Es como agarrar un billete de US$100 y prenderle fuego”, señala.
¿Pero qué hacer a estas alturas? En su opinión, lo primero es contar con funcionarios en el Ministerio de Energía y Minas (Minem) que sepan de combustibles y petróleo para que pueda explicar al MEF “lo que hay que hacer”.
Y sobre esa base hacer lo indispensable, que es masificar el gas natural vehicular (GNV), el único combustible que no ha subido mayormente de precio en esta coyuntura.
Hoy el precio del galón de GNV bordea los S/5 mientras que el galón de GLP supera los S/10 y las gasolinas llegan a S/25 en varios puntos de la capital.
Por esta razón, Agesp recomienda convertir los vehículos a GNV con ayuda del FISE, mecanismo que cuenta S/200 millones para facilitar las conversiones. Se trata, sin embargo, de una iniciativa que no se ejecuta porque “no existe ninguna autoridad para liderarla”, anota Pinedo.