Cuentan los que han visitado la meseta de Macusani (Puno) que el uranio se encuentra allí a flor de suelo, al extremo de que es común encontrar rastros de este mineral radioactivo en pastos y chozas.
Se trata, sin embargo, de concentraciones leves. “Las más importantes se encuentran a profundidad”, refiere Ulises Solís, gerente general de Macusani Yellowcake, empresa que explora este territorio desde el 2006.
Fue así, buscando altas leyes de uranio, que la canadiense entró a perforar al poblado de Chacaconiza, aunque con desalentadores resultados (2017): no descubrió uranio, y ya pensaba abandonar la zona cuando recibió los resultados de las muestras que había enviado al laboratorio.
Estas evidenciaban sorprendentes concentraciones de litio, metal que hasta ese entonces había sido escasamente reportado en Macusani. “Habíamos descubierto un yacimiento de litio”, señala Solís.
¿Perú, país de litio?
Falchani (así fue bautizado el proyecto) ha puesto al Perú en el mapa de la minería de litio, junto a Argentina, Bolivia y Chile, que ya explotan dicho mineral tecnológico, pero en salares.
Pero, el hallazgo peruano se encuentra en roca dura, por lo que será explotado como una operación minera tradicional: a tajo abierto.
Según Macusani Yellowcake, se trata del sexto proyecto de su tipo más grande del mundo, con 4,7 millones de toneladas de litio descubiertas al 31 de diciembre del 2018.
Esto es, un crecimiento de 3.500% en los volúmenes de litio delineados desde el 2017, proeza sorprendente, considerando que Macusani se inició como un proyecto de uranio.
Precisamente, esta vertiginosa transformación ha despertado la suspicacia de un sector no pequeño de la comunidad geológica y minera peruana.
Más perforaciones
El Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP) advierte, por ejemplo, que Falchani necesita ser explorado más exhaustivamente para confirmar los recursos de litio descubiertos.
El Ministerio de Energía y Minas (Minem) tampoco consigna el proyecto en su cartera de inversiones.
Y especialistas como Guido del Castillo, descubridor de muchos yacimientos en el sur del país, apuntan que Macusani debe perforar decenas de miles de metros antes de tener la certeza de que ha hecho un gran hallazgo.
La canadiense ha perforado cerca de 6.000 metros en Falchani, pero Solís advierte que está preparando una ambiciosa campaña de perforación de 35.000 metros que “disipará las dudas” de los detractores del proyecto.
“A fines de octubre o inicios de noviembre (de 2019) iniciaremos perforaciones con la firma Redrilsa. El objetivo será convertir los recursos (mineral potencialmente valioso) en reservas (mineral valioso)”, anota Solís.
Juicio con el Minem
Macusani estima que el primer cálculo de reservas de Falchani será publicado a inicios del 2020, a tiempo para ser presentado en el PDAC (Toronto), el congreso minero más grande del mundo.
Su siguiente reto será avanzar con los estudios de prefactibilidad y factibilidad, que darán más luces sobre los parámetros claves del proyecto, como inversión, producción y diseño de mina y planta.
El objetivo de la canadiense es explotar solamente los recursos de litio, pues los de uranio, debido a su bajo precio, no son rentables por el momento.
“Felizmente, Falchani tiene poco uranio, y ese poco que existe no va a ser tocado, sino almacenado para su explotación en una mejor coyuntura”, anota Solís.
Adelanta que la inversión será menor que la inicialmente estimada (US$700 millones en vez de US$860 millones) debido a este motivo, pero también a un suceso imprevisto: un amargo litigio con el Minem por una porción del proyecto.
“La autoridad minera (Ingemmet y Minem) pretende quitarnos 32 de nuestras 151 concesiones, porque no habríamos pagado los derechos de vigencia. Pero nosotros tenemos las pruebas de que sí hemos cumplido”, aclara tras anotar que dichas áreas albergan el 19% de los recursos de litio y el 25% de los recursos de uranio del proyecto.
Para no perder estos recursos, la canadiense ha interpuesto una demanda contencioso-administrativa contra el Minem.
“El tema es que ya íbamos a lanzar el estudio de prefactibilidad, pero, debido a este problema legal con el Gobierno, estamos reduciendo el alcance del proyecto al área de Falchani”, explica.
¿Concesiones en venta?
Para el Minem, la situación es clara: Macusani Yellowcake no ha cumplido con las normas y procesos administrativos, por lo que podría perder sus 32 concesiones.
“Macusani tendrá que seguir el proceso legal que corresponda para hacer valer sus derechos”, advierte Francisco Ísmodes, titular del sector.
En opinión de Solís, lo que desea el Minem es quitarle las concesiones a Macusani para dárselas a Ingemmet, con el fin de que esta realice exploraciones y venda el nuevo proyecto.
“Tontos no somos. Pero vamos a defender lo nuestro a morir”, advierte.