GyM se reorganiza: ¿qué opinan los analistas y AFP?

La asociación de  Graña y Montero (GyM) con Odebrecht y la cancelación del Gasoducto Sur Peruano (GSP) han pasado una factura muy alta a la constructora peruana. Reflejo de ello es el desplome de su cotización bursátil desde diciembre pasado (-45%).

En respuesta, GyM ha iniciado un proceso de reorganización gerencial y venta de activos no estratégicos por US$300 mlls. con el que busca retomar la confianza de los inversionistas. ¿Lo conseguirá? 

El error más grande 
Carlos Rojas, CEO de Andino Asset Management, es claro en señalar que el directorio de GyM ha “fallado en su evaluación de riesgos” en el caso del gasoducto. Para el analista, este ha sido el error más grande de la compañía en los últimos 15 años, pero no el único. Rojas recuerda las pérdidas derivadas de los contratos para la mina Inmaculada y la hidroeléctrica Cerro El Águila.

“El gasoducto les quedó muy grande. Por eso, creo que GyM tiene que reducirse a un tamaño en que pueda manejarse eficientemente. Las ventas de activos son necesarias y a una velocidad mayor a la propuesta”, sostiene.

Flor Felices, analista de Inteligo SAB, remarca que la reputación de la constructora peruana se ha visto dañada por su asociación con Odebrecht, pero reconoce que las medidas de reorganización que está implementando y su reciente ‘conference call’ con inversionistas “transmiten tranquilidad” al mercado. 

“Nuestra recomendación es comprar [acciones de GyM] porque el precio está muy castigado y no refleja el valor fundamental de la empresa. Esto cambiará solo si en las próximas semanas se conoce algo más que la vincule con actos de corrupción”, señala. 

Deslinde con corrupción
Precisamente, es eso lo que la AFP Integra (uno de los principales accionistas de GyM) espera que la constructora aclare.

 “Creemos que GyM se ha manejado de forma idónea, pero opinamos que algunos de sus controles no han sido lo suficientemente estrictos”, señala Renzo Castellanos, vicepresidente de inversiones de la AFP. 

El ejecutivo espera que GyM absuelva dos grandes cuestionamientos en su junta de accionistas este 28 de febrero: demostrar que no ha incurrido en las malas prácticas de su socio brasileño y detallar qué nuevos controles anticorrupción va a imponer.

“Como accionistas tenemos el derecho y la obligación de pedir información que asegure que estos problemas no se repetirán”, sostiene.