Durante el último mes, el sur del país ha sido golpeado (más que otros años) por las lluvias y el desborde de ríos. Cusco, Arequipa, Moquegua y Tacna han sido las principales regiones afectadas y las que afrontaron huaicos como consecuencia de estos embates climáticos. En Cusco, además, se desprendió parte del nevado Salkantay, lo que causó un aluvión en la localidad de Santa Teresa.
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Una semana después de su momento más crítico en este 2020, ¿cuáles son los efectos de estos desastres naturales en los negocios locales?
“No hay puente ni carretera, toda la plataforma se ha caído. Ahora está todo muerto por Santa Teresa, por el impacto los turistas no están yendo”, cuenta CRFG (prefiere preservar su identidad), un joven emprendedor que tiene una tienda familiar en la localidad, en una zona que por fortuna no se ha visto azotada de manera directa por el aluvión.
Si bien son meses de temporada baja para el turismo, el poblador sostiene que en estos meses pasan varios turistas latinos por Santa Teresa rumbo a Machu Picchu. Argentinos, chilenos, colombianos. Según cuenta a Día1, su tienda solía vender entre S/400 y S/500 diarios, ahora apenas llega a los S/50.
Pese a todo, no piensa cerrar su tienda, ha decidido mantenerla abierta para que la gente del pueblo pueda hacer el pago de sus servicios (tienen agente de un banco local) y algunas compras. El abastecimiento, por el momento, lo pueden resolver yendo a Quillabamba, uno de los accesos que no se han visto interrumpidos. Confía que en un mes se reponga el puente que conecta con la ruta a Hidroeléctrica y puedan volver los turistas. “Aún siguen las lluvias, esperamos que no caiga otro glaciar. Ojalá hagan algo los de Defensa Civil”, comenta preocupado por el futuro.
NEGOCIOS AFECTADOS
En Quillabamba, también en Cusco, una de las agencias de Caja Arequipa sufrió daños a causa del desembalse. La agencia atendía a unos 30 clientes, comenta Wilber Dongo, gerente central de negocios de Caja Arequipa, empresa que en el sur del país tiene la mitad de sus colocaciones: S/2 700 millones.
Precisamente, en sus principales zonas de acción (Arequipa, Moquegua y Tacna) reportaron clientes afectados por estos desastres climatológicos. “Nuestro gerente regional identificó alrededor de 50 clientes cuyos negocios sufrieron daños, en Tacna alrededor de 100 y en Moquegua unos 30. No ha sido numeroso, afortunadamente: los negocios realmente afectados son el 1%”, sostiene. Las lluvias- agrega-, aunque muy intensas, han sido de pocos días y en zonas específicas.
De acuerdo al ejecutivo, representantes de la empresa ya han visitado las instalaciones de los clientes y en el caso de los negocios que presentan afectaciones han empezado a ver la reprogramación de sus créditos. Este trámite, asegura, se da caso por caso. La SBS permite una prórroga de uno o dos meses, para casos demostrados, afirma Dongo.
Aunque Arequipa, y en general el sur, viene de unas semanas duras, está convencido de que la actividad comercial se recuperará pronto.
Gino Martínez, jefe de campo de Gloria, refiere que el presente año afrontaron varios cortes de carretera a consecuencia de los deslizamientos, siendo la zona sur la más golpeada. Si bien lograron salvar la situación, señala que hasta ayer tenían inconvenientes por el corte de la carretera en la zona de Chachas (Castilla, Arequipa) “Desde el día 26 de febrero se ha dejado de acopiar 900 kilos/día de leche de un promedio de 50 pequeños ganaderos. Esperamos ya restablecer el acopio de leche”, comenta.
En toda la región sur, Gloria cuenta con una red de aproximadamente 10 mil ganaderos, claves para toda la cadena productiva.
“Cuando se suscitan situaciones generadas por los fenómenos naturales, que dañan o cortan las vías de acceso, activamos nuestro Plan de Contingencias por Fenómenos Naturales, a través del cual se buscan rutas alternas. En este caso no se encontraba ruta viable”, afirma.
Fuera de esta situación, Jorge Namisato, director comercial de la compañía, indica que el impacto de los huaicos no ha pasado a mayores, debido a que desde el último Fenómeno de El Niño costero en el 2017, la empresa desarrolló planes de contingencias para no interrumpir la distribución y logística de la cadena. Se tienen hoy rutas alternas ante desastres, nuevos equipos, se reforzaron plantas y se acondicionaron líneas de producción en caso sea necesario producir leche UHT en otros puntos del país.
“Pese a todo, aproximadamente 1 300 clientes (puntos de venta), que representan 3% de la cartera fueron afectados; y estamos trabajando para poder atenderlos lo más pronto posible”, señala Namisato. De los 40 mil puntos a los que llega Gloria, la región sur aporta el 20% de sus ventas.
¿IMPACTO EN TURISMO?
Por su parte, Carlos Milla, presidente de la Cámara de Turismo de Cusco, expresa que afortunadamente esto ha ocurrido en una época de bajo turismo. “Las personas afectadas son mucho menos que si hubiera ocurrido en otra época, además esto dará tiempo para recuperar la infraestructura hacia Santa Teresa. Los más perjudicados han sido los de la cuenca alta, la zona de trekking”, afirma. Si bien sostiene que se trata de una catástrofe que tiene “su efecto” este no es devastador para el turismo.
Los visitantes que quieren llegar a Machu Picchu, asegura, lo hacen por la vía tradicional: Aguas Calientes. Estima, además, que la zona de Santa Teresa y Colcamayo se rehabilite pronto.
Reconoce que el negocio de las tiendas locales de Santa Teresa o Colcamayo se hayan visto afectadas, por estar acostumbradas a recibir un cierto flujo de turistas que pasan diariamente por ese camino. Los días pico,en temporada alta, pasan por la ruta de Santa Teresa entre 300 y 500 personas por día. En temporada baja,como ahora, menos de 200.
Con un futuro protocolo en el que se pretende impulsar esta vía de acceso - por Santa Teresa- hacia Machu Picchu, será importante ver cómo reforzar las vías y los accesos.
¿No hay golpe al turismo en Cusco entonces? De acuerdo a Milla, no, ya que se trata de un impacto estadísticamente bajo. El efecto ahora mismo, admite se da por el Coronavirus.
“Es un tema mediático. Estamos teniendo algunos cambios de fecha en los viajes, que se aplazan para el segundo semestre. Las cancelaciones suelen ser de viajeros que viajan en familia, solos, no del turismo de grupos”, asevera. No obstante, esto no le preocupa. Tiene la expectativa de que parte de los 10 millones de viajeros americanos que han desistido de viajar a China, vean como una opción al Perú.