La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) ha sido uno de los organismos globales que más ha demandado la ampliación del Aeropuerto Jorge Chávez (AIJCh) en el transcurso de los últimos años. Como gremio que representa a las aerolíneas en todo el mundo, le interesa particularmente que nuestro primer terminal aéreo crezca, tal cual lo han hecho los aeropuertos de Santiago de Chile y Bogotá (Colombia), con quienes el Jorge Chávez compite por ser el principal centro de conexiones, o ‘hub’, de Sudamérica.
Dado que fue inaugurado en la década de 1960, con una capacidad inicial para 10 millones de pasajeros al año, el aeropuerto limeño andaba ya al tope de su aforo en el 2019, superando los 20 millones de usuarios antes de la pandemia del coronavirus. La emergencia sanitaria retrajo ese flujo de viajeros, pero, ahora, en el 2023, ese movimiento se está retomando y, en ese contexto positivo, la inauguración, la semana pasada, de la nueva torre de control y segunda pista de aterrizajes del Jorge Chávez, es fundamental.
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Sobre el valor de esas dos nuevas infraestructuras y la importancia de que su uso sea lo más eficiente posible, en Día 1 conversamos con Martín La Rosa, country manager de IATA para el Perú y Bolivia. También hablamos sobre la segunda fase de ampliación del aeropuerto: el nuevo terminal de pasajeros, que será entregado por su concesionario, Lima Airport Partners (LAP), en enero del 2025.
—¿Cómo toman la entrega de la nueva torre de control y segunda pista de aterrizajes del Jorge Chávez? ¿Quedaron conformes con ambas infraestructuras?
Desde IATA saludamos que estas obras se hayan concluido. Sin embargo, hay dos aspectos que resolver ahí, pues necesitamos que el aeropuerto sea funcional: lo primero es la preparación del personal de Corpac que estará a cargo de la aeronavegación, y lo segundo, vinculado con lo primero, es que estas dos nuevas infraestructuras atiendan las 24 horas del día.
"hay un problema con los vidrios de la nueva torre de control, observado por el personal de Corpac"
—Y eso no sucede, aún…
Esas dos cosas son importantes, pero faltan.
—¿Qué hacer al respecto? ¿Cómo aprovechar estas obras en tanto esos pendientes se resuelven?
Nos toca buscar la mayor eficiencia posible al día de hoy, ya que el aprovechamiento pleno de las dos nuevas infraestructuras no ocurrirá hasta el 2025.
Justamente, nosotros en IATA creemos que torre, pista y nuevo terminal, debieron entregarse al mismo tiempo, como suele suceder en la industria aérea a nivel internacional.
Además, hay un problema con los vidrios de la nueva torre de control, observado por el personal de Corpac, quienes indican que los vidrios reflejan la luz en las noches y les quita visibilidad a los controladores aéreos. Y hasta que eso no se resuelva, la torre no puede trabajar en horario nocturno.
—¿Se tienen que cambiar esos vidrios?
Parece que sí, pero según LAP, no hay problema con los vidrios.
—Un primer punto muerto, entonces, entre concesionario y usuarios.
Tenemos que superar este tema y poner la infraestructura al servicio de los pasajeros.
"no sabemos cuándo se podrán usar esta torre y la segunda pista en la noche. Esto último es una preocupación, porque en junio se viene el mantenimiento de la pista de aterrizajes antigua, que se daría en la noche"
—Es decir, hay que cambiar esos vidrios...
Necesitamos que los distintos actores de esta industria se involucren más en esta obra en el Jorge Chávez y que sus sugerencias sean tomadas en cuenta. Y precisamos que dejen de ‘saltar’ o aparecer temas, problemas, cuando ya se han entregado las infraestructuras.
Dadas las circunstancias, solicitamos que los servicios en el aeropuerto se den con la mayor eficiencia posible.
—¿Esa eficiencia cómo se mide? ¿A través de qué servicios, concretamente?
Por ejemplo, con más estacionamientos para las naves. Luego, con más vuelos operados por hora (hoy andamos en 37 y deberíamos, como mínimo, tener 10 más).
Otro aspecto a valorar es la simultaneidad de operaciones entre las dos pistas y conocer, por parte de Corpac y otros servidores del Jorge Chávez, el cronograma de sus trabajos para los próximos meses.
Ahora, por ejemplo, no sabemos cuánto tiempo tardarán los controladores aéreos para utilizar los sistemas que precisa la nueva torre. Y no sabemos cuándo se podrán usar esta torre y la segunda pista en la noche. Esto último es una preocupación, porque en junio se viene el mantenimiento de la pista de aterrizajes antigua, que se daría en la noche, por lo que lo natural sería que, durante esas franjas horarias, las operaciones pasen a la pista nueva, que debería poder utilizarse sin problemas para entonces.
Nuevo terminal de pasajeros
—La segunda fase de expansión del Jorge Chávez será su nuevo terminal de pasajeros, a entregarse en abril del 2025, ¿qué les parece que su capacidad inicial sea de 30 millones de usuarios?
La sensación que tenemos es que LAP está construyendo lo justo para crecer.
—¿Cuántos viajeros creen ustedes que usarán el aeropuerto en el 2025?
El 2025 deberíamos estar cerca de los 27 millones de pasajeros.
—Es un poco más de lo proyectado por LAP para ese año…
Siempre se tiene que construir antes de llegar a la máxima capacidad. Usualmente, hemos superado nuestras expectativas de crecimiento en el Jorge Chávez, año tras año.
Es más, si logramos superar problemas exógenos, podríamos crecer a un ritmo mayor que en la década precedente.