Este mes, Inversiones Nacionales de Turismo (Intursa) –brazo hotelero del grupo Breca y socio estratégico del grupo hotelero Marriott– reabrió sus dos hoteles en la ciudad del Cusco (JW Marriott Cusco y Palacio del Inka) y a fin de mes lo hará también en el valle sagrado, el último que falta. Aunque todavía las reservas en la ciudad imperial avanzan lento hacia su recuperación, ya se empiezan a dar los primeros pasos. En tanto, en el hotel Paracas ya han alcanzado los mismos niveles de ocupación que el año pasado.
Hugo Desenzani, gerente general de la empresa, comenta cómo se está dando este proceso de reactivación en sus principales destinos hoteleros, así como los cambios que han realizado para enfocarse en el turista nacional, el nuevo perfil del viajero, cambios en los precios y las proyecciones de recuperación del turismo en el país, que hoy afronta una nueva crisis política.
MIRA: Intursa: “La hotelería tal como la conocemos tardará en regresar”
- Desde que reabrieron los vuelos nacionales a la mayor parte del país y, ahora, con la apertura hacia más de 35 destinos internacionales, ¿cómo han cambiado las perspectivas de Intursa para la reactivación del sector, frente a las últimas que mencionó en mayo?
Siento que han pasado como tres años desde la entrevista de mayo. En ese momento habían condiciones distintas y veíamos a a nuestra industria desvanecerse. Pero ahora, a nivel Perú, vemos con optimismo la recuperación. Ha sido lenta, difícil. Nosotros vemos que todavía hay un poco de susto relacionado a la pandemia, por lo que no se ha visto un movimiento significativo en el turismo internacional. Sí hemos visto a turistas nacionales, que prefieren los destinos locales por la distancia y el temor a viajar fuera del país. Hemos empezado a ver esta recuperación en Paracas y estamos optimistas de que el peruano se reencuentre con Cusco, por eso hemos reabierto nuestros dos hoteles (JW Marriott Cusco y Palacio de Inka Luxury Collection) en la ciudad [hace menos de 15 días].
- ¿Cómo ha avanzado la ocupación en Paracas?
En Paracas no hubo alguna campaña [para promoverla como destino], lo que empezó a suceder fue que las primera semanas de apertura del hotel fueron muy bajas, muy lentas, pero la gente que empezó a llegar fue difundiendo boca a boca que había un lugar seguro cerca de Lima. Tanto que ahora estamos con el mismo nivel de ventas que tuvimos durante el año pasado en este mismo, pese a tener aforos reducidos. Pensamos que esto no sucedería.
- ¿Han reactivado con tarifas más agresivas que las usuales?
En Paracas ya estamos entrando a tarifas más normales. Partimos con tarifas bajas, pero los grupos han crecido en Paracas, por lo que hemos tenido que reducir el aforo para que se respete el distanciamiento. Los demás hoteles sí mantienen tarifas menores para fomentar que la gente regrese.
- Por el lado de Cusco, ¿cómo se está dando la reactivación desde la reapertura de los hoteles en la ciudad? ¿ya han visto movimiento en las reservas para fin de año (una temporada que dinamiza el turismo local)?
En Cusco, estamos recién abriendo. Hasta ahora, en noviembre, no tenemos una percepción de ocupación muy alta, y te diría que la segunda quincena de diciembre, hacia navidad y año nuevo, puede ser una buena alternativa para atraer al viajero limeño y de otras ciudades. Históricamente navidad y año nuevo son buenas fechas para Cusco.
Pero también hay dos puntos importantes. Viajar a Cusco significa tomar un vuelo, lo que representa una barrera psicológica para la mayoría de las personas. Las aerolíneas y aeropuertos han hecho un buen trabajo en ejecutar los protocolos, pero todavía hay camino por recorrer para lograr que toda la travesía del viajero sea segura y se comunique de esa forma. Me gusta que se planteen promociones internas, tenemos que acelerar esos esfuerzos porque el problema lo tenemos hoy.
- ¿Qué falta mejorar para que la travesía del viajero sea segura? ¿Hablamos de Cusco puntualmente?
Darle una mirada a nivel de destino, los privados tenemos que unirnos hacia, pero requiere un rol significativo de las autoridades. Te doy un ejemplo, los protocolos del aeropuerto de Cusco están muy bien implementados, pero ellos eliminaron el estacionamiento. El viajero se siente seguro en el avión, en el aeropuerto, pero luego te evacúan del aeropuerto y tienes que atravesar toda la explanada y cruzar al grifo para buscar transporte afuera, donde encuentras a mucha gente ofreciendo taxi. Todo lo que se logró en los primeros pasos, se pierde afuera y la experiencia se vuelve mala. Se necesita una mirada gubernamental, el apoyo de las autoridades, junto a los privados. En el hotel, nosotros tenemos protocolos muy fuertes, pero queremos que el huésped se sienta seguro en la ciudad, no solo en el hotel, porque se trata del destino.
- ¿Ya han conversado con autoridades sobre estos problemas?
Sí, esto lo hacemos notar a través de la Asociación hotelera del Perú, de Canatur, de Comex, Confiep, más que nada para ver qué podemos hacer. Un ejemplo de iniciativa que nació de la colaboración del público y el privado fue la obtención de los sellos de ‘Safe Travels’ de WTTC, que obtuvo Machu Picchu y Cusco. Tengo toda la fe que podemos hacerlo, todos estamos aprendiendo.
- En vista a como se están dando las condiciones hasta el momento, ¿se podrá ver el inicio de la recuperación de turismo en Cusco a partir de la segunda quincena de diciembre? De acuerdo a Canatur, a fin de año se alcanzaría un 10% de las visitas que se dieron el año pasado en la ciudad imperial.
Nosotros vamos a abrir el hotel de Tambo del Inka Luxury Collection en el Valle Sagrado el 25 de noviembre, queremos abrir con tarifas especiales para los turistas nacionales. En este momento, no tenemos suficiente ocupación en los libros como para decir que lo vamos a llenar, pero en estas circunstancias creemos que abrir hoteles ayudará a activar los destinos. Yo creo que las proyecciones de Canatur son razonables. Cusco es un destino con un peso muy fuerte en el viajero internacional, que ahora es difícil que llegue por las restricciones o temor de quedarse atrapado en otra cuarentena, por lo que tenemos que suplir esto con el turista peruano. Ahora mismo estoy en Cusco no tengo una proyección de ocupación. Nos estamos arriesgando a abrir en vano, pero a veces hay que tomar estos riesgos calculados.
- ¿Cuál es la ocupación que han alcanzado en JW Marriott El Convento Cusco y Palacio del Inka en estas casi dos semanas?
Tenemos menos de 10% de ocupación en ambos hoteles. Pero nos miramos y dijimos que teníamos que dar el mensaje de que Cusco está abierto al turismo y con protocolos fuertes de seguridad. Así también que tenemos muchas experiencias al aire libre para el turista peruano.
Turista nacional y cambios en el viajero
- La primera etapa de la reactivación turística tiene al turista peruano como eje y los actores de turismo remarcan que ofrecerán propuestas distintas, ¿cambia mucho la oferta de experiencias y precios pensados para el turista local (golpeado por la pandemia) frente a lo que demandaría el extranjero?
El nuevo turista es más peruano que extranjero, pero viene saliendo de un confinamiento por la pandemia, viene con inseguridades y algún impacto económico. Entonces, nosotros tenemos que darles experiencias acorde a sus necesidades, como las experiencias en lugares como Valle Sagrado, almuerzos en un huerto, paseos al aire libre, hacia las lagunas. Además, a través de nuestra agencia de experiencias, Venturia, hemos armado paquetes de menor precio para visitar Machu Picchu. Se ha hecho un buen trabajo para reducir costos y en desarrollar otras alternativas al aire libre como kayak en las lagunas o cuatrimotos, actividades donde el riesgo de contagio es mínimo, en ello Cusco y el valle funcionan muy bien. Además, tenemos el programa Redescubre lo local, junto a Marriott.
- ¿Cómo ha cambiado el perfil del turista que ahora viaja en pandemia?
Creemos que el viajero cambió totalmente. Primero, se trata de un viajero más de placer que corporativo, más local. Tiene una preocupación grande en temas de higiene, lo que hace que ahora la limpieza e higiene sea explicita y visible, eso le da seguridad. Además, valora que no haya interacciones y se cuida con sus mascarillas o pidiendo que nadie ingrese a su habitación. La digitalización es clave para esto. Junto a Marriott tenemos un sistema para realizar check - in, abrir la puerta de la habitación y pedir servicios a través del celular, así se evita ir a la recepción. Además, hay otra tendencia: menos presupuestos de viaje. Tenemos que ser más sensibles, tener ofertas, buenos precios, y flexibilidad porque la gente está volviendo a viajar y puede tener presupuestos distintos.
- ¿Son cambios que llegaron para quedarse?
Creemos que en algunos aspecto, pero cuando llegue la vacuna -en unos meses- creo que será parecido al viajero anterior. Vamos a volver al abrazo y a sacarnos la mascarillas. Pero, claro, podrán quedarse con nosotros los avances en digitalización y en el afán de explicitar la limpieza.
La lucha será entre destinos turísticos
-Al inicio de la pandemia, sostuvo que la hotelería tal como la conocíamos tardaría en regresar, ¿cuándo cree que volverá? ¿por qué tardará más allá de la vacuna?
Habrán dos secuelas por la pandemia. Una de ellas será que quedará un poco de susto colectivo y la otra será el impacto económico que nos dejará un año de aislamiento. Por ello, habrá menos presupuesto de viaje, los turistas viajarán menos, y eso va a generar una recuperación más lenta. Además, ante menos viajeros, se va a intensificar la competencia de destinos a nivel internacional. Si hay un país con una agenda de promoción turística y turismo fuerte tendrá mayor ventaja, por eso entre los hoteleros ahora conversamos para poner en pausa la competencia entre nosotros, para que como peruanos todos compitamos con otros destinos. Habrá que estar muy preparados para esto. Será clave que tengamos no solo la promoción adecuada, sino el atractivo e infraestructura necesarias para diferenciarnos.
- ¿Fue una buena noticia que esté listo el protocolo para el turismo de convenciones? ¿estamos listos para competir como destino?
Estamos contentos con eso, nos preparamos para anticiparnos, con eventos híbridos. Sabemos que hay muchas reuniones que necesitan ser presenciales, pero se puede manejar por grupos en el hotel y otros de forma remota. Nosotros hemos estimado, asumiendo que hay consenso, que habrá vacuna para la primera parte del 2021. Por lo que luego se dará la recuperación y se buscará volver a los antiguos números de la hotelería. Las proyecciones indican que se dará entre el 2022 y el 2024, donde te sitúes como país dependerá de los esfuerzos para fomentar el turismo. Hay destinos icónicos que se recuperarán el 2022.
“Nos estamos arriesgando en abrir en vano, pero a veces hay que tomar estos riesgos calculados”.
- Canatur y Mincetur proyectaron que la recuperación del sector en el Perú se daría hacia el 2025, ¿es un escenario muy conservador entonces?
Si asumimos que saldremos a inicios del 2021 de la pandemia, creo que es un poco derrotista. Estamos en una región donde hay países que afrontan problemas aún más fuertes como Argentina o Chile. Yo creo que recuperar los niveles anteriores de hotelería se logrará entre el 2022 y el 2023. Dependerá mucho de la vocación turística e infraestructura del destino y también del turismo nacional. Nosotros dependemos mucho del receptivo, por lo que no creo que seamos los primeros, pero tampoco los últimos.
Proyecciones
- ¿El próximo año volverá el turista extranjero?
Yo esperaría que vuelva antes. Si revolvemos ciertos temas logísticos y de seguridad creo que en diciembre podríamos contar con algunos viajero internacionales. En un escenario pandémico hay gente que viaja, Cancún, por ejemplo, ya está recibiendo algunos turistas, sobre todo gente joven o que ya tuvo COVID-19. Muchos optan por ir a países donde sienten que es fácil entrar, donde está controlada la pandemia y hay oferta atractiva.
- Como Intursa, ¿ ya reabrieron todos los hoteles del grupo?
Nosotros tenemos todos los hoteles abiertos, el último en abrir será el de valle sagrado. Nuestros cinco hoteles de Lima reciben un mix entre hotelería tradicional y personal esencial que realiza cuarentena. También tenemos huéspedes que van por otro tipo de uso, por ejemplo, para hacer ‘room office' o para albergar a tripulaciones. En Lima se está reactivando de a pocos.
- ¿Cuáles son las proyecciones del grupo hotelero hacia final de año?
Como grupo, vamos a vender entre un 20% y 30% de lo que venderíamos en un año normal. Es decir, va a ser un muy mal año. Todavía falta ver qué pasa este mes en Cusco y si Paracas sigue mejorando, pero ha sido un año catastrófico para nosotros y para el turismo en general.
-La crisis política que está viviendo el país [tras una nueva vacancia y el descontento social], ¿cambia o impacta en las proyecciones que tiene Intursa para la reactivación?
Si el nuevo gobierno nombra un gabinete con experiencia y vela por que se respeten los procesos democráticos y división de poderes, esta situación política no debería impactar negativamente en las proyecciones.
- ¿Habrá, a su juicio, algún efecto directo en el turismo local y su recuperación?
Para el sector es clave que no se detenga ni menos se retroceda en materia de reactivación turística, priorizando siempre la salud y bienestar de los peruanos.
“Nosotros dependemos mucho del [turismo] receptivo, por lo que no creo que seamos los primeros [en recuperarnos a nivel turístico], pero tampoco seremos los últimos”.
- De otro lado, ¿cuánto aportó de manera significativa el ingreso a otros negocios como ‘room office’, delivery de sus restaurantes, entre otras?
Todo lo que hemos hecho ha ayudado, hemos conseguido cinco puntos más de ocupación, entre abrir para las cuarentenas del personal esencial, ‘hotel office’, recibir a repatriados, entre otras. Pero en todo hemos tenido tarifas extremadamente bajas. Ha sido la crisis más fuerte en toda nuestra historia y de la hotelería. No hay nada que nos haya pegado tan fuerte como este año.
- ¿Podrían mantener los negocios de ‘room office’ , delivery y los otros negocios que surgieron en la pandemia?
Estamos monitoreando, ahora no descartamos nada. Estamos contentos de haberlo realizado y los vamos a seguir monitoreando. El delivery es muy competitivo, todos han entrado, incluso otros que antes no se habían imaginado. A nosotros nos encanta llevar la comida de nuestros restaurantes Maras, El Salar, a las casas con los limeños. Una vez que se vuelva a la normalidad, vamos a analizar si son rentables.
DATOS
- Intursa opera los hoteles Westin Lima, Palacio del Inka Cusco, Tambo del Inka Luxury Collection, Paracas Luxury Collection, Aloft y AC Hotel Lima Miraflores.
- También es propietario de los tres hoteles que opera la cadena Marriott: JW Marriott Lima, JW Marriott Cusco y Courtyard Lima Miraflores.
TE PUEDE INTERESAR
- Este desinfectante de manos no reseca, gracias a las propiedades de la quinua
- Crisis política: ¿Estamos ante una incertidumbre económica pasajera o con riesgo de ser permanente? | COLUMNA
- Grupo Cala: “Estamos evaluando volver a detergentes con la marca Ña Pancha en el 2021” | ENTREVISTA
- Cajamarca: los agricultores de quinua que ahora producen más gracias al guano de las islas
- Quinua peruana mantiene su alta demanda internacional, pese a crisis del COVID-19
- Las más leídas
- 1
Liverpool domina al Real Madrid y es líder en la Champions
- 2
Rutas de Lima pide a MML cumplir con sentencia del TC sobre peaje de Puente Piedra: de qué trata esta demanda
- 3
El pedido a Lozano, una renuncia “sorpresa” y los planes inmediatos: lo que no se vio de un Directorio de urgencia en la FPF
Contenido sugerido
Contenido GEC