No tiene ni dos semanas de inaugurada la nueva torre de control del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez (AIJCh) y ya se ha desatado una controversia en torno a su operación.
Por un lado, el concesionario del aeropuerto, Lima Airport Partners (LAP), destaca que la torre tiene todos los permisos necesarios para su utilización las 24 horas del día. Por otro, una parte relevante de los controladores aéreos de Corpac, quienes asumen y asumirán las riendas de esta infraestructura, responde que esta no se puede usar de noche, por los reflejos de la luz en los vidrios de su piso principal.
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¿Cómo se resuelve el impasse?
Consultado por Día1, el director general de Aeronáutica Civil, Donald Castillo, aclara que la nueva torre del Jorge Chávez no operará en horario nocturno hasta que LAP no “haya resuelto” las observaciones de los controladores aéreos.
“Esta situación podría devenir en un riesgo que debe eliminarse. Así como los pilotos son ‘los dueños’ de la cabina de un avión, en una torre los controladores tienen la última palabra”, explica.
Así las cosas, esta nueva torre sólo se usará en horario diurno y, por ahora, sólo en la franja de 4 PM a 6 PM, junto a la segunda pista de aterrizajes, añade el ejecutivo.
Castillo, además, indica que las dos pistas del aeropuerto no operarán en simultáneo sino hasta que esté listo el nuevo terminal de pasajeros, es decir, hasta inicios del 2025.
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TOMA DE MANDO GRADUAL
“El uso de esta nueva infraestructura (nueva torre de control y segunda pista de aterrizajes) se hará de forma gradual, debemos ser cuidados y salvaguardar la integridad de las operaciones”, detalla el titular de la DGAC.
Castillo precisa que tampoco se trasladarán las operaciones de la pista antigua a la nueva, cuando la primera pase por mantenimiento, un trabajo que –apunta– tardará entre 9 y 11 días, probablemente en junio.
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“Buscaremos que el mantenimiento de la pista antigua se haga en las franjas horarias menos densas, para no afectar a las aerolíneas”, refiere la cabeza de la DGAC.
En buena cuenta, la nueva infraestructura de nuestro principal aeropuerto no será plenamente utilizada ni a corto ni a mediano plazo, y sólo quedará esperar hasta el 2025 para sacarle el máximo provecho.
¿No es ineficiente que esta esperada ampliación del Jorge Chávez no se pueda aprovechar al 100% sino hasta cuando esté listo el nuevo terminal? Castillo responde que el desfase entre la entrega de la primera y segunda etapa de ampliación del aeropuerto, es producto del retraso que ha habido en gestiones anteriores, con aspectos como el saneamiento de terrenos para las obras, y que lo que queda hoy es “adaptarse”.
El titular de la DGAC ha preferido no referirse sobre las críticas que, en el sector, apuntan a que Corpac no tiene ni equipos ni personal capacitado para operar la nueva torre de control, ni tampoco se ha manifestado sobre las acusaciones que señalan al sindicato de controladores aéreos como responsable, adrede, de estos retrasos.
- 25 millones de pasajeros por año debería ser el tráfico aéreo al cierre del 2024.
- Según la proyección de LAP, con ese tráfico comenzará a operar el nuevo terminal de pasajeros del aeropuerto.