El banco especializado en microfinanzas lanza su nueva campaña que busca reflexionar sobre la necesidad de alcanzar una sociedad más equitativa. Javier Ichazo, CEO de Mibanco y Líder de la Línea de negocios de Microfinanzas de Credicorp, argumenta el rol que jugará el banco en esta reflexión y hace un análisis sobre el futuro del sector.
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–¿Qué hay detrás de su campaña Nivelando la Cancha?
Con la nueva campaña Nivelando la Cancha damos un paso más allá en nuestra promesa de marca, muy de la mano con los desafíos del país, así como con el propósito de Mibanco. Muy a nuestro estilo de decir las cosas como son, reflexionamos sobre la necesidad de trabajar juntos para que la cancha esté pareja para todos los peruanos. Y dentro del rol que nos corresponde asumimos el compromiso de contribuir con la inclusión financiera de una forma integral, para posicionar en la mente de nuestros clientes que el mañana es de todos.
–¿Qué implica brindar una inclusión financiera integral?
Nos referimos a que la inclusión financiera debe transcender al crédito. Por ello, hay cuatro aspectos en la que estamos enfocados, inclusión financiera con educación, lenguaje, equidad de género y en poblaciones vulnerables y digitalización. No vamos a cambiar el mundo, pero podemos contribuir a que esa cancha desnivelada se aplane y que todos tengan las mismas oportunidades.
–¿Qué comprende cada uno de esos pilares?
En inclusión con educación, hemos creado productos de gran impacto y brindado capacitación a nuestros clientes. Por ejemplo, en el 2017 lanzamos el Crédito Mujer, que ya cuenta con más de 130 mil préstamos, de los cuales el 30% fue el primer crédito para estas emprendedoras. Este año, nos propusimos hacer 120 mil capacitaciones a nuestros clientes, vamos 130 mil y todavía no termina el año. Probablemente cerremos con 150 mil capacitaciones.
–En cuanto a la inclusión mediante el lenguaje, ¿qué están haciendo?
Por el lado del lenguaje, nos dimos cuenta de que al ubicar al personal que domina el quechua o el aimara en plazas como Ancash y Cusco, hemos ayudado a las personas que antes nos visitaban y se iban porque no éramos capaces de comunicarnos adecuadamente con ellas. Esto nos ha abierto las puertas para llegar y bancarizar a estas comunidades. En alrededor de unas 30 oficinas, hemos puesto a personas bilingües que ya formaban parte de nuestro equipo.
–¿En cuánto ha avanzado la digitalización en las microfinanzas?
Tenemos más de medio millón de clientes que usan el aplicativo del banco. Les hemos ofrecido la billetera Yape y los servicios de Culqi para que puedan acceder a un terminal de pagos a muy bajo costo, y aceptar pagos con tarjetas. Esto nos ha permitido colocar alrededor de 28 mil terminales de pago y 150 mil descargas de Yape, para ayudar a las pymes a modernizar la manera de interactuar con sus clientes y aumentar sus ventas.
–¿Qué ofrece su aplicativo móvil a los clientes?
Les brinda la posibilidad de que se autosirvan. De hecho, el mes pasado hemos cerrado con 20.000 créditos autoservidos en línea. El señor o la señora solo oprime tres botones y desembolsó en su cuenta, pero 13.000 de esos se hicieron con la ayuda del asesor. Creemos que en seis meses o un año estemos en 30.000 o 40.000 créditos autoservidos y sin ninguna participación del asesor, porque el cliente tendrá más confianza.
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–¿Cómo han variado los tiempos de desembolso de los créditos con la digitalización?
Se ha reducido mucho. Nosotros estamos en 120 mil operaciones por mes. De esas, 45 mil se ofrecen por un canal distinto al asesor. Por ejemplo, 25 mil se despachan por la ventanilla cuando el cliente va a pagar su cuota, los otros 20 mil se desembolsan por el aplicativo móvil. Para que un banco llegue a ese punto, debe tener la capacidad de aprobar los créditos mediante herramientas estadísticas y tecnológicas sin la participación del asesor. La entidad que no tenga esa capacidad estará condenada a un modelo basado en personas y ladrillos, que es insostenible.
–¿Qué le hace pensar que el modelo original de microfinanzas no es sostenible?
Porque entregar casi el 40% del crédito por canales alternativos, sin la participación del asesor, permite generar eficiencias y que el asesor pueda dedicarle más tiempo a la asesoría. En el mercado de microfinanzas no solo participa Mibanco y los bancos que han bajado al segmento, también están las Fintech. Por otro lado, las telco y las empresas de consumo masivo pueden estar pensando en otorgar créditos directamente, entonces tienes muchos jugadores con mucho bolsillo, tecnología y capacidades que aún no conocen bien el segmento, pero que en el tiempo lo pueden conocer y tienen los recursos para aprender. Con lo cual, si no vas corriendo, movilizándote y volviéndote más hibrido, no vas a aguantar.
–¿Qué puede pasar con las entidades que no tengan las espaldas para invertir en la digitalización?
Yo creo que las entidades de microfinanzas se van a integrar. Va a haber una consolidación porque no van a poder. Todos hemos sido golpeados, pero estamos parados y creo que las microfinancieras recuperarán su capacidad para generar ingresos, pero si quieren ir al ritmo de cómo se está desarrollando el mercado, deben migrar hacia un modelo asesor-tecnología porque la competencia viene con un modelo de negocio optimizado.
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–¿La consolidación vendrá pronto?
Yo esperaría que las microfinancieras se consoliden, porque tener entidades más sólidas que consigan inversionistas de afuera, que la competencia sea más dura, eso es bueno y le hace el bien al país. Nos hace bien a todos, nos reta más, nos vuelve mejores profesionales y por, sobre todo, vas a tener más alcance.
–¿Comprarían alguna entidad de darse la oportunidad?
No, porque con mi modelo de negocio puedo seguir creciendo orgánicamente y tomar una mayor porción del mercado. Situación distinta es la de Mibanco de Colombia. Ahí sí queremos comprar. Estamos evaluando si ya debiéramos empezar a buscar nuevos objetivos. Ahí, claramente, crecer de manera orgánica nos demoraría un montón de años, por ello la decisión más conveniente debería ir por una compra, que es lo que estamos evaluando.
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