Mibanco buscará, bajo una nueva estrategia, que sus clientes dejen de percibirlo como una institución enfocada en créditos. Javier Ichazo, su gerente general, brinda detalles sobre cómo direccionarán sus esfuerzos en el negocio de activos y pasivos. El objetivo final es ganar resiliencia y no depender del negocio de colocaciones.
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Al término del año pasado, la gran tarea era preservar la salud de la cartera. ¿Se logró lo propuesto?
El saldo de cartera vencida no es que haya crecido significativamente. Estamos tranquilos porque sentimos que el portafolio está controlado y sincerado. No tenemos cartera que haya pisado vencimiento, lo que es siempre peligroso.
¿En qué situación se encuentra la morosidad de la cartera?
El promedio del sistema es de un 8% y nosotros estamos por debajo de ello.
En línea con ello, el consumo en la primera mitad no fue el esperado, ¿qué tanto afectó esto a las colocaciones?
Hoy tenemos un microempresario más cauto y eso está muy bien, porque habla del nivel profesional de cómo llevan sus negocios. Tuvimos dos primeros meses que vinieron bien y, hacia marzo, hubo mayor cautela nuevamente. En el caso nuestro, los créditos de mediano y largo plazo, que en nuestro mundo están más vinculados a mejoramiento de vivienda y ampliación de locales.
¿Y en el caso de los créditos de menor plazo?
Esos sí están dinámicos, pero no es que estemos en el mejor momento. En general están cautos. En línea con ello, nosotros siempre fuimos desde el año pasado cautos, pero en general el mundo microfinanciero creció, en mi opinión, un poco más de lo que debió. Pero cada uno tiene su estrategia. Nosotros nos hemos mantenido cautos el año pasado y este año también hasta ver señales claras de recuperación, que las esperamos más hacia el segundo semestre.
Con ello, ¿la estrategia hilará más fino en el segmento en el que se pondrá mayor esfuerzo de colocaciones?
Hemos hecho un cambio en la estrategia del banco que implica tener el portafolio dentro de los niveles que queremos. También, lo que estamos haciendo es privilegiar el ticket pequeño. Esa combinación va a hacer que el resultado del banco venga dentro de lo que esperamos.
¿Tickets de qué tamaño?
Nuestro portafolio ha crecido en el rango de deuda en el ticket que va hasta los S/20.000.
¿Cuánta participación del total del portafolio ha ganado este segmento?
Debemos estar sobre el 25% y nuestra meta es llevarlo por lo menos a 30% al cierre de este año.
“Lo que estamos haciendo es privilegiar el ticket pequeño”
Ello implica una mayor velocidad de colocaciones.
Sí. Para que tengas una mayor dimensión del esfuerzo: hoy estamos haciendo 120 mil créditos al mes y subiendo, queremos subir las colocaciones a 130 mil al mes para alcanzar esa participación del ticket más pequeño.
Han lanzado campañas agresivas en el mundo de pasivos, ¿cómo se posiciona ello dentro de la estrategia del banco?
Es parte del replanteamiento estratégico. La estrategia integral busca que Mibanco sea más resiliente. Este es un banco –y las microfinancieras en general– que vive del activo por excelencia. En el mundo de pasivos estamos haciendo dos cosas. Primero, fortaleciendo la relación de nuestros asesores con sus clientes, invitándolos a que transen más con nosotros, ya sea por nuestra aplicación o por Yape. Lo segundo que estamos haciendo es mirar el mercado en general: al ser una empresa de Credicorp, estamos fortaleciendo esa imagen. Con ese respaldo, tendremos una buena tasa para los depósitos a plazo y también para los ahorros. Todo ello bajo el paraguas de una campaña.
¿Qué indicador esperan alcanzar para determinar que Mibanco alcanzó la resiliencia que persiguen?
Queremos que el pasivo retail y, sobre todo los ahorros, le empiecen a ganar, primero, al depósito a plazo. Luego, buscamos que el ahorro más el depósito a plazo empiece a quitarle espacio a la parte que fondeamos con el mercado profesional. Adicionalmente al mundo de activos y pasivos, estamos explorando innovaciones en el mundo de no financieros y viendo opciones para crecer en seguros. Con ello, buscamos tener menor dependencia del mundo del activo.
Credicorp ha medido, a través de un estudio, la relación de los trabajadores informales y el sistema financiero. Las billeteras son el producto de mayor penetración, ¿cómo van a aprovechar la sinergia con Yape?
Primero, te diría que como gran conclusión del informe tenemos que la mayor inclusión responde a una mayor formalidad en el empleo. Caminan juntas y debemos trabajar mucho sobre esa formalización. El Estado debería ayudar a los clientes microempresarios que formalicen a sus trabajadores. A tu pregunta: esa es la carretera, solo tenemos que transitarla. Yape ya tiene 16 millones de cuentas. Si uno quiere empezar pagándoles a través del sistema financiero iniciando el proceso de formalización, la vía para hacerlo por un medio formal ya está. Para nosotros Yape es un canal importante, sobre todo para el microcrédito.
“Queremos subir las colocaciones a 130 mil al mes”
¿No es un competidor en ese segmento ?
No lo vemos así. Es un canal, porque el mundo de las microfinanzas no solo se trata de brindar créditos. En el país existe un problema de educación y por eso los microempresarios requieren círculos de confianza. Primero hablan con su familia y también acuden a sus asesores. Mientras tengamos ello en el panorama, no vemos un modelo puramente digital. Usamos Yape como un canal de distribución.
Credicorp hizo un aporte de capital a Mibanco Colombia a inicios de año, ¿pasará lo mismo con la operación de Perú?
No lo vemos necesario. La coyuntura en Colombia es bastante compleja y de tasas controladas. Eso le hizo mucho daño al sistema colombiano. Nuestra apuesta en ese país es de largo plazo y creemos que ya está entrando al rumbo que nosotros queremos. Este año debemos cerrar en positivo.