El mercado de aplicativos de taxi, desde que surgió en el país hace una década, se está diversificando y ensayando propuestas con el objetivo de ampliar la base de usuarios y llegar a más segmentos. Es así que Uber anunció el ingreso de UberTuk, un nuevo servicio en el Perú que busca conectar mototaxis con usuarios para pedirlos a través de la ‘app’. Este servicio ya lo usa Uber en otros países como Guatemala. De hecho, el nombre surge de TukTuk , medio de transporte muy similar al mototaxi que es popular en el sudeste asiático, mercado que dejó Uber al vender sus operaciones a Grab hace seis años.
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De acuerdo a Uber, este lanzamiento pretende revolucionar la movilidad en el país y complementar este tipo de movilidad tradicional en la capital peruana pero con los estándares de la compañía.
“Creemos en que la tecnología y la diversidad de opciones de movilidad generan efectos positivos para el bienestar y la economía de las familias peruanas. Con UberTuk buscamos que todos los limeños disfruten los estándares de acceso y seguridad de la app de Uber; y que miles de conductores de estos vehículos de tres ruedas accedan a oportunidades de generar ganancias adicionales a través de la app”, señaló Camilo Segura, gerente de Comunicaciones de Uber en la región Andina. Para animar a que más mototaxistas se unan a la ‘app’, Uber ofrece beneficios adicionales en los 10 primeros viajes durante los días iniciales.
Aunque aún no han confirmado una fecha exacta del inicio de operaciones, se sabe que se activará en las próximas semanas y que empezaría con los distritos de la periferia de Lima UberTuk estará presente en todos aquellos distritos de la periferia de Lima en los cuales el uso de vehículos de tres ruedas sea masivo, es decir, de uso prioritario para una buena cantidad de personas. Por ejemplo: Ventanilla, Comas, San Juan de Lurigancho, entre otras jurisdicciones alejadas del centro de la ciudad, como indicó la empresa a este Diario en esta nota. La ‘app’ indica que los peruanos que estén interesados en registrarse como conductores deben contar con su propio vehículo de tres ruedas o mototaxi para movilizar pasajeros y con la inspección ordinaria vigente, además de llenar los formularios con los documentos que se solicitan en la inscripción.
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Si bien es llamativa esta propuesta de movilidad de Uber, no es la primera vez que surge una iniciativa similar en el mercado de los taxis por aplicativo en el Perú. En el 2018, Easy Taxi- ahora absorbida por Cabify- anunció el lanzamiento de EasyKar, con el mismo objetivo de conectar mototaxis y usuarios, hace exactamente 6 años.
De acuerdo a Ojo Público, el parque automotor tiene unas 3 millones de motos y mototaxis, que representan más del 47% de los vehículos del país.
¿Por qué no funcionó EasyKar?
En aquel entonces, Chritophe Robiliard, su country manager, afirmó a este Diario que apuntaban a los usuarios que usaban mototaxis de manera frecuente y para ciertos tramos, indicando que más de la mitad de la población hacía uso de este tipo de transporte.
Bajo la promesa de que brindaría seguridad, lanzaron la fase piloto con 100 mototaxis en Lima norte (Independencia, Comas, San Martín y Los Olivos) en marzo del 2018.
La meta era alcanzar los 5 mil conductores y extenderlo a Lima este, Lima sur y a futuro llegar a los mercados del oriente del país.
No obstante, no prosperó por las propias dificultades que el ejecutivo contó a este Diario, quien detalló que la captación de los conductores tenía que ser ‘in situ’ , con procesos de selección móviles en los puntos donde más se encontraban los conductores de estas unidades y también por medio de reuniones con las asociaciones de mototaxistas, además del gran reto de reducir los tiempos de atención del usuario.
El apagado final de este servicio se debió, sobre todo, a las complejidades de tener acuerdos con el sector, y a los tiempos de atención, ya que el usuario de mototaxi elige este medio de transporte por la rapidez (alrededor de 3 minutos). Y también, por las comisiones del servicio, como dijo el ejecutivo, dado que las tarifas suelen ser económicas y la comisión del servicio de Easy Taxi era de alrededor de 18%.
Seis años después, ¿el panorama habrá cambiado? Eso lo sabremos conforme la ‘app’ brinde más detalles sobre el servicio en la capital y la estrategia que piensa implementar. Por lo pronto, los retos de la informalidad y a inseguridad son desafíos que están presentes en el transporte a través de mototaxis. En este sentido, ¿se repetirá la historia de EasyKar? ¿Es una alternativa adecuada?
Hablan los expertos
Freddy Linares-Torres, especialista en negocios digitales y marketing de la Universidad del Pacífico, sostiene que la informalidad e inseguridad son características de diferentes servicios de transporte, por lo que los mecanismos que debería incorporar este servicio de UberTuk al dar de alta deben ser iguales o más estrictos que los que usa en el servicio de transporte tradicional.
“Hay que dar cuenta de la diversidad, el contexto y geografía del país, y que este transporte da una ventaja específica a corta distancia e, incluso, carga. Hoy por hoy es una realidad y dar una ‘app’ para facilitar el punto de contacto indudablemente es una facilidad y beneficio para los usuarios”, nos comenta el experto.
Por su parte, Aldo Bravo, experto en ingeniería de tránsito y docente de la UPC, comenta que la introducción de UberTuk en el mercado peruano representa un intento por aprovechar una demanda insatisfecha en un entorno urbano caracterizado por el caos y la falta de regulación.
“Si bien UberTuk puede ofrecer un sistema de calificación y seguimiento en tiempo real, la pregunta es si es que realmente puede garantizar la seguridad de los pasajeros que utilizan los mototaxis en el Perú. En un entorno de poca regulación, el servicio podría agravar la situación en lugar de ofrecer una solución efectiva y sostenibles a los desafíos de informalidad e inseguridad en el transporte”.
explica Aldo Bravo, experto en ingeniería de tránsito y docente de la UPC.
Sobre la experiencia previa que no funcionó, Linares- Torres indica que en el caso de Easy Taxi, la otrora ‘app’, probó el servicio a su manera. Asegura que la demanda no es un problema pero que sí da a pensar que añadir comisiones muy altas cuando se habla de pagos muy pequeños podría desincentivar que los mototaxistas se unan al servicio, ya que normalmente la tarifa actual de un mototaxi es de un dígito.
El experto sugiere que UberTuk debe tener una estrategia en la que se considere y cree una necesidad al permitir el uso del servicio y luego recién añadir los ‘fees’ (comisiones).
Bravo agrega que el fallido caso de EasyKar brinda lecciones valiosas. Si bien se podrían considerar tarifas más bajas o incentivos a los conductores, el especialista remarca que estas medidas son simplemente soluciones temporales en un sistema que requiere una reforma estructural completa.
“Es muy probable que UberTuk enfrente desafíos similares que EasyKar, para abordarlos quizá puedan priorizar la colaboración con autoridades locales y con reguladores para garantizar el cumplimiento normativo y abordar preocupaciones en torno a la seguridad. Aunque en un país donde la informalidad y corrupción suelen anular esfuerzos de cambio, la idea de que una combinación de regulación y medidas de seguridad puedan transformar el caótico y desorganizado sistema de mototaxis en una solución viable es poco realista”, sentencia.
Oportunidades y riesgos
El nuevo servicio será una oportunidad para facilitar al usuario encontrar una unidad de mototaxi en el menor tiempo posible, explica Linares- Torres, ya que quienes lo utilizan tienen que caminar para poder encontrar una unidad. Bravo coincide en que la accesibilidad de transporte podría ser una oportunidad en áreas donde otros medios de transporte son limitados, así como la creación de empleo para conductores locales.
En tanto, avizoran complejidades como la cantidad de unidades que puedan incorporarse a este sistema y que pasen todos los filtros, dado que pensar en la seguridad del pasajero implica pasar por dichos filtros, que - agrega Linares- Torres, deberán ser auditados permanentemente para garantizar que los conductores cumplen los requisitos a largo plazo.
Para Bravo, precisamente en ese punto radica uno de los riesgos potenciales que observa: la seguridad de los pasajeros y conductores, además de la competencia desleal en servicios de transporte informal y la resistencia de los gremios de mototaxistas.
El experto remarca que para que los mototaxis sean una situación viable para mejorar la movilidad urbana, no es suficiente una propuesta por aplicativo, se necesita una combinación de regulación efectiva, medidas de seguridad sólida, calidad de servicio, integración con el transporte público, accesibilidad y sostenibilidad. En el escenario peruano, agrega, esta aspiración puede considerarse una idealización ingenua de la realidad del transporte en el Perú.
“Se necesita una revisión fundamental del sistema de transporte que incluya medidas radicales para abordar la informalidad arraigada en el sector. La idea de que el mototaxi pueda ser una solución viable es poco realista y en última instancia solo sirve para encubrir falta de voluntad para enfrentar los problemas de frente”, analiza.
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De acuerdo a Uber, los conductores deben cumplir con requisitos como tener licencia de conducir B-IIC y un seguro obligatorio contra accidentes de tráfico. Además, deben presentar un certificado de antecedentes penales y un certificado municipal de operación del vehículo.
“Los viajes con la aplicación están asegurados por una póliza gracias a nuestra alianza con Pacífico. En Perú, contamos actualmente con más de 30 herramientas de seguridad que permiten que cada viaje, en cualquiera de las opciones de movilidad disponibles en la app, se realice de forma más segura, cómoda y eficiente”, concluyó Segura, el vocero de Uber para la región Andina.