(Foto: El Comercio)
(Foto: El Comercio)
Jorge Toyama

Tras un año de gestión, las actuaciones públicas requieren ejecución y que el Estado ‘toque base’ con el ciudadano trabajador.

Las políticas públicas deben concentrarse en la mayoría: los independientes, los asalariados informales y formales, así como los servidores públicos. Aquí se encuentra más del 90% de la población económicamente activa ().

Hoy, más de la mitad de los peruanos son trabajadores independientes. No pueden estar en planillas. ¿Qué necesitan? Requieren de un seguro de salud y pensiones. En ese sentido, los esfuerzos deben priorizar la protección social para los independientes y sus familiares; teniendo en cuenta que el SIS no es un seguro, sino una asistencia pública.

La idea sería establecer un esquema de contribuciones según NSE, con una base pública, otra contributiva obligatoria y una voluntaria; o en todo caso, promover el aseguramiento: las licitaciones públicas, el financiamiento de viviendas, una cultura previsional, entre otros temas.

De los trabajadores que deben estar en planillas, poco más del 70% de la informalidad se concentra en las microempresas. ¿Cómo formalizar? Mediante la simplificación plena administrativa, asistencia técnica, promoción de clústeres, subsidios estatales en mypes de subsistencia, etcétera.

En el tercer grupo, que incluye los asalariados de medianas y grandes empresas, es necesario convertir al diálogo social como el mayor instrumento de persuasión pública laboral; apostar por elevar la productividad, acelerar la justicia laboral, fiscalizaciones más orientadoras que punitivas, y volver ‘fácil’ cumplir con lo laboral.

Para el último grupo, correspondiente a los servidores públicos, son tareas pendientes la implementación de la Ley del Servicio Civil, la apuesta por la meritocracia, la ley de negociaciones colectivas, la gestión humana estratégica, entre otras iniciativas.

Lea más noticias de Economía en...

TAGS

Contenido sugerido

Contenido GEC