Durante el tramo más férreo de la cuarentena, el esfuerzo de producir electricidad en el Perú fue asumido por las centrales de energía renovable. Una de ellas, la central hidroeléctrica Chaglla (Huánuco), que China Three Gorges (CTG) adquirió de Odebrecht en el 2019.
Humberto Armas, representante principal de Empresa de Generación Huallaga, operador de Chaglla, nos cuenta pormenores de la transacción entre Odebrecht y CTG, y los aportes de esta última a la operación.
-Entendemos que Chaglla fue una de las centrales que más trabajó durante la cuarentena. ¿Fue así?
Chaglla es la tercera central hidroeléctrica más grande del país (456 MW) y está disponible todo el tiempo para el suministro del sistema. Ha sido calificada como infraestructura estratégica para el sector, de modo que la disposición de la dirección es mantenerla siempre operativa, pero con el debido cuidado de su gente, tanto en planta como en Lima.
-¿Cuántos empleados hay en ambos sitios?
En total tenemos 253 trabajadores: 23 en Lima y 230 en planta, y de estos, 135 son personal directo. La diferencia son contratistas, dedicados al mantenimiento de las líneas de transmisión y las turbinas.
-¿Qué medidas están tomando para evitar que se contagien de COVID-19?
La principal de todas es la previsión que tomamos mucho antes de que el Gobierno dictara las medidas de emergencia. Tuvimos la precaución de implementar cuarentenas antes del ingreso del personal a planta. Eso significa que todos los trabajadores pasan por una reclusión de 15 días. En ese lapso, se chequea su estado de salud, de forma que cuando el trabajador es dado de alta puede incorporarse a su turno. Todos los turnos pasan por estas cuarentenas. Por esta razón tenemos cero contagios de COVID-19, y esperamos mantenernos así.
-¿Cómo controlan el ingreso de los proveedores?
Es similar. Los proveedores solo ingresan a la central si son indispensables, de preferencia, para llevar suministros. Hay un filtro permanente de todo lo que ingresa. No podemos permitir que entre un solo contagiado porque eso significa un regadero.
-Chaglla es operado por China Three Gorges. ¿Podría hablarnos de ellos?
China Three Gorges o CTG es la líder del consorcio Huallaga Holding Company, propietaria actual de Generación Huallaga y Chaglla. Es la principal empresa global de energía hidroeléctrica de China y del mundo. Tiene operaciones en 40 países con 90 proyectos en curso y una capacidad instalada de 74 GW [174 veces la del Perú].
-CTG arribó al Perú para desarrollar San Gabán III. Y ahora ha comprado también Luz del Sur.
Efectivamente, empezamos con la hidroeléctrica San Gaban III (Puno), actualmente en construcción, en sociedad con Energías de Portugal. Y nos hemos enterado por los medios de prensa que CTG acaba de comprar Luz del Sur, con aprobación de Indecopi [10 de abril]. Entiendo que esa operación tomará unos meses para ser completada.
-¿Se enteraron por los medios de prensa? ¿No por CTG?
Si bien Generación Huallaga es una empresa de CTG, la idea del grupo es que la operación de cada una de sus empresas sea independiente. En este caso, las tres empresas de CTG en Perú tienen gerencias y direcciones distintas.
-¿Eso significa que no tienen una oficina central en el Perú sino que trabajan por separado?
Esa es la forma de trabajar de CTG y de sus filiales en todo el mundo. Es un estilo que se mantiene en el Perú.
-¿Pero la alta dirección es china?
En el caso de Chaglla, la matriz decidió enviar desde China un equipo de seis personas: el gerente general y cinco asesores, que son los que dirigen la empresa, pero manteniendo la misma estructura que esta tenía antes. Chaglla tiene tres años en el sistema eléctrico y continúa operando con el mismo personal. Tiene toda la confianza de la empresa.
-¿Cómo fue que CTG adquirió Chaglla de manos de Odebrecht?
Chaglla fue adquirida en un proceso de subasta privada internacional en el que participaron más de 18 grupos económicos de todo el mundo, lo cual significó visitas de campo a la central y sus subestaciones. Fue un concurso privado transparente que ganó el que estaba más interesado, en este caso CTG, con una inversión inmensa, a pesar de los problemas que se presentaron.
-Uno era que Odebrecht exigía al Gobierno S/524 millones de la venta a CTG.
La venta demoró por la definición que tenía que hacer el Estado peruano, pero eso se superó cumpliendo todos los requisitos de ley. Ahora es un proceso totalmente sellado.
-¿Odebrecht vendió Chaglla en US$1.390 millones?
Así fue publicado.
-Recuerdo que se manejaban diferentes cifras.
Son interpretaciones que se producen por las consideraciones de la transacción: indemnizaciones a los bancos y otros ítems. El monto publicado obedece aproximadamente al que se pagó.
-¿Qué ha aportado CTG a Chaglla?
La mística para poder continuar con una operación de excelencia, prevención y máximo cuidado del personal. Son los aspectos fundamentales que marcan la dirección china en nuestra empresa. Hay un aforismo que ellos han impuesto: ‘abre fuentes, cierra caños’. Significa que hay que producir más con lo que se tiene, siendo eficientes con la inversión.
-¿A cuánto ascienden las ventas de Chaglla?
Ascienden, aproximadamente, a US$10 millones mensuales brutos, pero hay que descontar los pagos correspondientes al servicio de la deuda, la inversión operativa y otros, por lo que los márgenes para el pago del Impuesto a la Renta (y el canon hidro-energético) aún no son visibles. Somos una empresa joven que produce energía al máximo posible para alcanzar su punto de equilibrio en pocos años.
VIDEO RECOMENDADO