“La masificación del gas natural no se hace con camiones, sino con redes de ductos”, indica Paulo Bacci, CEO de Contugas.
“La masificación del gas natural no se hace con camiones, sino con redes de ductos”, indica Paulo Bacci, CEO de Contugas.
Juan  Saldarriaga

La demanda contra el Estado Peruano, iniciada por el pasado 4 de enero, ensombrece el horizonte para el , megaproyecto que se encuentra detenido desde hace tres años. Ante esta complicación, vuelve a poner sobre el tapete la posibilidad de extender su ducto de Ica para llevar el gas de al sur del país. Paulo Bacci, gerente general de la empresa de distribución, señala que esta alternativa ahorrará tiempo y dinero. Sus razones, en la presente entrevista.

¿Qué porcentaje de la población de Ica cuenta con gas natural en sus hogares?

Tenemos 60.823 usuarios residenciales. Eso corresponde a un 30% de la población. Ica es un ejemplo de masificación [del gas natural] en el Perú. En Contugas fuimos muy agresivos desde los primeros años. Teníamos la meta de conectar 50.000 viviendas, y esa cifra ya la superamos.


¿Qué volumen de gas destinan al sector residencial?

La población demanda 2 millones de pies cúbicos diarios (mmpcd) de gas natural.


Es una cantidad pequeña comparada con la demanda industrial (cientos de mmpcd). Pero es así en todo el mundo.

Sí. El consumo residencial es siempre el más pequeño. En el caso del Perú, los que más demandan son las centrales térmicas, las industrias y el transporte, en ese orden. Si hubiera petroquímica sería otro gran demandante. Pero aún no ha llegado ninguna al país.


Ustedes invirtieron mucho en el ducto de Ica (US$400 millones), confiando en varios proyectos petroquímicos, que no se concretaron. ¿Cómo piensan recuperar esa inversión?

Precisamente, estamos buscando un círculo virtuoso. La idea es conectar a grandes clientes para que las tarifas bajen, porque, si bajan, se beneficiarán todos los usuarios. No hay nada mejor que una concesión con números saludables. Conscientes de eso, estamos propiciando el desarrollo de grandes industrias, aparte de las que ya están afincadas.


¿A qué industrias brindan servicios hoy?

Aparte de Aceros Arequipa y las centrales térmicas de Egasa y Egesur, tenemos la fundición de Minsur y varias pesqueras, textileras y empresas agroindustriales.


¿Qué harán para incentivar el ingreso de más industrias?

Nos encontramos promoviendo, con todos los actores de la cadena, el establecimiento de una petroquímica, aprovechando que Marcona ha sido declarada un polo petroquímico y que goza de una condición privilegiada, porque tiene un puerto y es el punto más directo al Asia.

Contugas ha conectado a 60.823 hogares en Ica, es decir, a un 30% de la población de este departamento (Foto: GEC).
Contugas ha conectado a 60.823 hogares en Ica, es decir, a un 30% de la población de este departamento (Foto: GEC).

Entendemos que hay inversionistas interesados.

Sí. Hay un renovado interés de varios grupos económicos desde hace un par de años. El negocio depende de los precios de los fertilizantes. Pero estamos preparados, porque tenemos un tubo con suficiente capacidad.


¿Cuál es la capacidad del ducto de Contugas?

El ducto tiene capacidad para transportar hasta 250 mmpcd, sin compresión. A diferencia de los hidrocarburos líquidos, el gas tiene la particularidad de que es comprimible. Por eso, tenemos la capacidad de crecer con compresión.


¿Cuánto podría crecer el volumen?

Depende. Si instalamos una planta compresora podríamos llegar a transportar 350 mmpcd. Eso será suficiente para alimentar las centrales térmicas del nodo energético del sur (Ilo y Mollendo), que necesitan 100 mmpcd.


¿Cada una o las dos?

Las dos, aunque tienen la posibilidad de subir ese consumo en horas pico. Contugas podría soportar esa demanda con una extensión desde Marcona hacia el nodo del sur. Y estaríamos cerca de Arequipa, la segunda ciudad más poblada del Perú, pero que tiene menos de 20 mil usuarios con gas natural porque el transporte en camiones cisternas lo encarece.


Entendemos que han hablado de eso con el Gobierno. ¿Tienen alguna respuesta?

Estamos a la espera de que Pro Inversión defina cuál será la alternativa que más conviene para llevar el gas al sur del Perú. Una de ellas es la ruta de Marcona hacia Mollendo e Ilo (gasoducto costa sur). Ese es el papel que estamos jugando como empresa del Grupo Energía de Bogotá (GEB).


¿Tienen algún estudio conceptual de cuánto demoraría construir esa extensión?

Eso es lo interesante, porque hemos hecho una ingeniería más avanzada que la conceptual. No es la definitiva, pero es muy completa, porque analiza las áreas naturales, los cultivos sensibles, quebradas y ríos por lo que atravesará el ducto. Comprende 500 kilómetros entre Marcona y Mollendo y otros 160 entre Mollendo e Ilo.

Contugas asegura que su proyecto de gasoducto permitiría llevar el gas natural más rápidamente al sur.
Contugas asegura que su proyecto de gasoducto permitiría llevar el gas natural más rápidamente al sur.

¿Qué tiempo demoraría construir esa infraestructura?

Estimamos que pasarían 36 meses desde el inicio de la construcción hasta que se transporte el primer [metro cúbico de] gas.


¿La construcción tomaría tres años?

Sí, pero con una ventaja. Y es que la altitud máxima que alcanzará ese ducto será de 1.500 metros, versus los 5.000 metros del gasoducto sur peruano. Entre menos zonas de alta montaña, caminos estrechos y problemas de estabilidad geológica haya, la continuidad del servicio y el mantenimiento mejorarán. Y también la tarifa. Hemos entregado al Gobierno una sólida propuesta para llevar gas al sur.


¿Cuándo entregaron ese estudio?

El año pasado. Yo, personalmente, lo entregue al Minem y a Pro Inversión.


¿Cuál sería la inversión en ese proyecto?

La inversión estimada en la extensión [desde Marcona] y la implementación de una estación de compresión es de US$1.100 millones a US$1.200 millones, versus la alternativa del trazo original [de Odebrecht, que asciende US$7.000 millones].


¿No será un problema la obtención del EIA?

No. El trazo ha sido diseñado para causar el menor efecto posible en cultivos y restos arqueológicos. Pero GEB es experto. Acabamos de desarrollar un ducto de 40 kilómetros en Colombia con 39 hallazgos arqueológicos, casi uno por kilómetro. Y lo hicimos de manera impecable. Otra ventaja es que podemos usar la infraestructura abandonada por el consorcio de Odebrecht.


¿Los tubos que ha dejado en la selva?

Así es. Entendemos que está en proceso de definición la custodia de los bienes del Gasoducto Sur Peruano: lotes de tuberías y compresoras. Si eso se define, podríamos aprovecharlos.

Contugas invirtió US$400 millones en el gasoducto de Ica, pero su capacidad se encuentra subutilizada (menos del 20%) por falta de industrias.
Contugas invirtió US$400 millones en el gasoducto de Ica, pero su capacidad se encuentra subutilizada (menos del 20%) por falta de industrias.

¿Pero el diámetro de esos tubos no es mayor?

Es mayor al que hemos incluido en la ingeniería, pero, aun así serían de utilidad.


¿Quiere decir que se pueden adaptar?

Para nosotros no es un problema. Lo que haríamos sería efectuar una conexión de transición hasta llegar al diámetro final. Si ese activo está disponible para Contugas, lo usaríamos para llevar gas al sur.


¿Qué pasaría si el Gobierno decide continuar con el gasoducto original?

En ese caso, el gasoducto costa sur también será útil, porque cerraría todo el anillo. Eso significa que el gas de Camisea podría llegar a Lima a través del gasoducto sur peruano, en la eventualidad de que el ducto de TGP estuviera inoperativo por derrumbes o roturas. Es bueno para el Perú enmallar el sistema, como ocurre en Europa. Eso le da más confiabilidad.


¿Contugas anunció el arribo de otra termoeléctrica a Ica. ¿Cómo va ese proyecto?

Estamos apoyando el desarrollo de una central térmica en Humay, donde se ubican Egasa y Egesur. Es un proyecto para generar 500 MW con alta eficiencia.


¿En qué estado se encuentra?

Ya obtuvo el EIA, y en el primer semestre de este año [su operador] tratará de conseguir los acuerdos de compra de energía, que son los que viabilizan el proyecto, para garantizar el cierre financiero. Una vez hecho eso, puede iniciar la construcción, que duraría 33 meses. Estamos a la expectativa de que avance el siguiente paso.


¿Estos proyectos pondrán las cifras de Contugas en azul?

Sí. La buena salud de Contugas va ligada a las posibilidades de conectar más industrias para que las tarifas bajen. Nosotros tenemos una concesión a 30 años y nuestra intención es quedarnos hasta el final. No somos solamente una empresa que viene a buscar rentabilidad. Tenemos un compromiso con las comunidades.

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