La pandemia ha agudizado la brecha de género tanto salarial, laboral como en el día a día. (Foto: iStock)
La pandemia ha agudizado la brecha de género tanto salarial, laboral como en el día a día. (Foto: iStock)
Fiorella Gil Mena

La lucha por la equidad de género en el Perú parece tener un nuevo obstáculo, la pandemia del COVID-19. Hoy la situación de las mujeres en el mercado laboral se agrava y reduce sus oportunidades. ¿Cuáles son las medidas que se están tomando sobre este tema a nivel empresarial y del Estado? ¿Cuántas empresas en el país se están sumando a reducir las brechas?

En diálogo con Día1, Adriana Giudice, presidenta de Owit y gerente general de Austral Group, cuenta sobre el impacto a corto y mediano plazo que puede traer la pandemia del COVID-19 en la , así como las brechas a las que se enfrentan en el Perú.

- ¿Qué impacto, a corto y mediano plazo, puede traer la pandemia del COVID-19 en el trabajo de las mujeres?

Diversos análisis [Apoyo, Ipsos y GenderLab] demuestran que la mujer ha sido la más afectada durante la pandemia y esto se debe a dos causas. Uno porque la mujer, en general, trabaja más en sectores relacionados a la hotelería y el turismo, uno de los más afectados y en el comercio en centros comerciales, que se ha restringido. Otro escenario vive la mujer que hace teletrabajo, pues ha tenido un incremento en las tareas laborales. La consultora Apoyo señala que mientras que el 67% de las mujeres ha incrementado el tiempo en los quehaceres del hogar; solo el 48% de los hombres lo ha hecho.

- ¿A cuántas brechas se enfrentan las mujeres en el Perú?

Al 2018, según el índice de brecha de género del la primera brecha es la del acceso al empleo donde el Perú obtuvo 17.9%. La segunda es la salarial, donde el sector privado del Perú tiene casi 24% (23.8%), y en este caso ocupamos el 127 de 149. Mientras que en la tercera nos resalta que las mujeres ocupan menos de un tercio de los cargos con la capacidad de decisión en el país, puestos de gerente general o en el directorio y la cuarta muerta que las mujeres le dedican 24 horas más que los hombres por semana al trabajo doméstico no remunerado. Esto se ha visto incrementado por el confinamiento porque el trabajo remoto se mezcla con el trabajo en casa.

- En un nuevo estudio del Foro Económico Mundial sobre brecha de género, ¿Perú tendría resultados más alarmantes?

Lamentablemente sí, reflejará una realidad más dura y este es un gran reto que tenemos toda la sociedad para avanzar. Hay estudios de Mackenzie que señalan que si las empresas y el Estado no trabajan en la equidad, nos demoraremos más de 200 años en lograrla y, sin duda, con la pandemia de COVID-19 esto ha empeorado.

“Necesitamos un cambio cultural desde los niveles básicos de educación para formar nuevas generaciones que dejen atrás estos sesgos inconscientes que tenemos que desequilibran la balanza para todos”, apunta Adriana Giudice, presidenta de Owit y gerente general de Austral Grou
“Necesitamos un cambio cultural desde los niveles básicos de educación para formar nuevas generaciones que dejen atrás estos sesgos inconscientes que tenemos que desequilibran la balanza para todos”, apunta Adriana Giudice, presidenta de Owit y gerente general de Austral Grou

- ¿Cuáles han sido los efectos diferenciados del COVID-19 en las trabajadoras del Perú y cómo estos tienen su origen en nuestras normas sociales?

Los cambios de cultura son muy lentos pero aquí todos los actores de la sociedad [el Estado, las empresas y las escuelas] se pueden comprometer para eliminar estas brechas. El tema más urgente es la lucha contra la violencia y el acoso. Necesitamos un cambio cultural desde los niveles básicos de educación para formar nuevas generaciones que dejen atrás estos sesgos inconscientes que tenemos que desequilibran la balanza para todos.

- ¿Cuáles son los desafíos desde las empresas en Perú para lograr la equidad de género?

Desde las empresas, nosotros tenemos la responsabilidad de trabajar el tema al interior, haciendo un diagnóstico de cuál es la situación de la compañía en cuanto a números de hombres y mujeres trabajando. Definiendo las escalas remunerativas que dejen fuera cualquier sesgo de. La equidad es tratar igual a los iguales, por lo que hay que hacer un esfuerzo por romper esa situación de desigualdad.

- A la fecha, ¿cuántas empresas en Perú se han sumado a la lucha de la equidad desde Owit?

A la fecha somos más de 97 miembros y la idea es seguir creciendo. Ahora contamos con la encuesta de Aequales y Owit que mide esto y verifica desde la cantidad de mujeres que hay en la empresa, pasando por sus puestos y remuneraciones hasta las herramientas con las que cuentan las empresas para generar . Estamos avanzando pero hay aún mucho por hacer desde el lado de las empresas.

“Estudios de Mackenzie que señalan que si las empresas y el Estado no trabajan en la equidad, nos demoraremos más de 200 años en lograrla y, sin duda, con la pandemia de COVID-19 esto ha empeorado”, comenta Adriana Giudice, presidenta de Owit y gerente general de Austral Grou
“Estudios de Mackenzie que señalan que si las empresas y el Estado no trabajan en la equidad, nos demoraremos más de 200 años en lograrla y, sin duda, con la pandemia de COVID-19 esto ha empeorado”, comenta Adriana Giudice, presidenta de Owit y gerente general de Austral Grou

- ¿Cuáles son los desafíos pendientes que no han sido abordados en las políticas económicas y sociales adoptadas por el gobierno?

El gobierno está avanzando también pero a paso lento porque todavía se requiere mucho más. Si bien ahora hay muchas más personas que se encargan de las denuncias de violencia contra la mujer, muchas [mujeres] mueren tras hacer estas denuncias; entonces, lo que falta es un acompañamiento y darles oportunidades de desarrollo. Es enorme la tarea que desarrollar pero la convicción entre todos los integrantes del gobierno para llevarla a cabo.

- ¿Cuáles son las medidas que desde Owit se están adoptando para reactivar la fuerza laboral de las mujeres en Perú?

Tras la pérdida de trabajo de muchas mujeres o reducción de su salario desde Owit buscamos impulsar la empleabilidad no solo para ellas, sino también para hombres que lo requieran. La idea es que los participantes busquen definir propósitos, hablar de liderazgos para reinventar su futuro bajo tres interrogantes: ¿quién soy? ¿de qué soy capaz? ¿qué es lo que quiero? Queremos lograr una introspección para definir tus competencias y cuáles debes trabajar más con una mirada positiva hacia el futuro para reinventarse.






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