Los pobladores de la Amazonia, pulmón del mundo, agonizan por falta de oxígeno (O2) en los hospitales. Y en la carrera por conseguirlo, el gobierno y el sector privado vienen desplegando sus mayores esfuerzos.
Minera Buenaventura, por ejemplo, ha donado una planta de producción portátil de O2 para Iquitos. Mientras que Pluspetrol Norte ha acondicionado sus instalaciones del lote 8 para producir 10 balones por día con destino a la urbe loretana.
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En tanto, el gobierno ha venido despachando entre 12 y 24 cilindros diarios mediante un ‘puente aéreo’.
Sin embargo, no sería suficiente. Carlos Calampa, director regional de salud de Loreto, estima que se necesitan 900 tanques de oxígeno medicinal al día para cubrir los requerimientos de la lucha contra el Covid-19 en la región.
¿Dónde pueden encontrarse?
LA OROYA, ¿PULMÓN DE OXÍGENO?
La respuesta se encontraría en la esquina menos pensada: el Complejo Metalúrgico de La Oroya (CMLO), instalación casi olvidada por el estado, pero equipada con maquinaria y equipos que pueden ser de gran ayuda en el estado de emergencia.
Tal el caso de la planta de oxígeno, propiedad de Praxair, la cual estaría en capacidad de producir 24 toneladas diarias de O2 líquido, suficientes para solventar las necesidades de todos los hospitales de la selva y otras regiones, según los metalurgistas nacionales.
“Los metalurgistas conocemos de oxígeno porque lo usamos para diluir oro, cobre, estaño, fierro y otros metales en los procesos metalúrgicos”, explica Arturo Berastain, presidente del Capítulo de Ingeniería Metalúrgica - Sección Lima.
Precisamente, para ayudar en el esfuerzo de conseguir oxígeno, los metalurgistas han identificado varias posibles fuentes de aprovisionamiento.
Una es la planta de Praxair en La Oroya, que hasta hace ocho años suministraba oxígeno para la fundición de plomo y zinc.
“Aunque paralizada, la planta de Praxair está bien cuidada y lista para producir oxígeno. Sólo hace falta el apoyo del gobierno para sacar la iniciativa adelante, y una garantía de que se pagará (a Praxair) por el oxígeno que se producirá”, indica Elear Gómez, superintendente del circuito de plomo del complejo metalúrgico.
LOGÍSITICA DE TRANSPORTE
En opinión de Berastain, si esto se consigue, sería algo excepcional, pues La Oroya está en capacidad de producir oxígeno criogénico, de primerísima calidad.
Sin embargo, existen algunas dificultades: una es que si bien la planta de oxígeno del CMLO produce 300 toneladas de O2, solo el 8% (24 toneladas) es líquido, única forma aprovechable para uso hospitalario.
Esto significa que el 92% (O2 gaseoso) tendría que ventearse o eliminarse.
Otra dificultad es la falta de una logística especial para transportar el O2 líquido por largas distancias.
Gómez y Berastain sostienen, sin embargo, que Praxair cuenta con la logística para envasar el O2 en balones o tanques y trasladarlo en cisternas.
“La ubicación estratégica de la planta permitiría el suministro, por vía terrestre, hacia diversos lugares del país, cómo la ciudad de Pucallpa, y luego, por vía fluvial, a los centros de salud más remotos de toda la zona central de la sierra y selva del Perú”, manifiestan los metalurgistas.
Para que esto se cumpla, empero, hacen falta cuatro supuestos.
PLAN DE ACCIÓN
El primero supuesto es que Praxair proporcione los técnicos para operar la planta, dado el caso de que el planteamiento sea viable.
Día1 se comunicó con Praxair para que comente al respecto. La empresa se comprometió a hacerlo a la brevedad.
Otro requisito es lograr el involucramiento del administrador concursal de Doe Run: Carrizales.
Al respecto, la empresa señaló a Día1 que tiene la mayor disposición de facilitar a las autoridades y a Praxair la puesta en operación de la planta de oxígeno.
“Esta información fue remitida a iniciativa del Minem y entendemos que está en evaluación”, indicó.
En tercer lugar, se necesita que el ministerio autorice el arranque de la planta.
Y, finalmente, se requiere que un generador de electricidad facilite la energía, pues el suministro eléctrico ha sido suspendido al CMLO por estar este paralizado.
PISCO Y CUT-OFF, LAS OTRAS ALTERNATIVAS
Si este plan demora o no es aprobado, los metalurgistas no se desaniman, pues han identificado otras dos posibles fuentes de suministro de oxígeno de alta calidad.
Una, la más inmediata, es la planta de oxígeno de Praxair en Pisco, la cual es capaz de proporcionar 66,600 m3 diarios de O2 líquido, volumen que superaría lo requerido por todos los hospitales a nivel nacional.
De acuerdo a Berastain, se trata de una alternativa más expedita que la de La Oroya, porque el oxígeno que se produce en Pisco es mayoritariamente líquido (en un 70%).
Además, se trata de una instalación operativa que brinda servicios a la fundición de estaño de Minsur y a la planta de Aceros Arequipa y, aun así, dispone de oxígeno que no tiene mercado.
“Esa sería una alternativa idónea porque hay montones de cisternas que pueden transportar ese oxígeno a Lima. Acá hay plantas que pueden regasificarlo y embotellarlo. Es algo inmediato y que cubriría todas nuestras necesidades”, anota Berastain.
La otra opción es la planta de envasado de Praxair en Cut-Off La Oroya, que alimenta a la mina Toromocho, de Chinalco.
ESCOLLO NORMATIVO
La única valla que habría que superar, para poner en marcha cualquiera de estas alternativas, es de carácter normativo.
De acuerdo al Colegio de Ingeniería Metalúrgica, existe un dispositivo legal de DIGESA, de tiempos del gobierno de Alan García, que prohíbe y/o limita el uso directo del oxígeno industrial por parte de los consumidores en el rubro de salud.
Ello, aun cuando el oxigeno industrial tiene mejor calidad que el medicinal y puede ser usado en hospitales.
De hecho, Praxair, Oxyman-Arequipa y otras empresas han abastecido con O2 industrial a hospitales sin que haya problemas.
“De lo explicado, se hace necesario derogar o modificar el dispositivo legal en mención y, de ese modo, poner a disposición de la emergencia una fuente abundante de este insumo para combatir el Covid-19”, concluye el colegio de metalurgistas.