El alza de precios de las materias primas impacta también en la operación de PespsiCo Alimentos, que con una estrategia de anticipación ha logrado crecer más de lo pensado en lo que va del año. El reto aún viene por el lado de la rentabilidad. Mirko Astudillo, su gerente general, nos detalla este camino y los cambios del consumidor.
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—¿Cuál es el balance para la operación de PepsiCo Alimentos en lo que va del año?
Desde mediados del año pasado sabíamos que el 2022 iba a ser complejo. Sin duda, por la pandemia, pero también por todo el tema de suministros, de inflación, más la convulsión social y política. Nosotros hicimos una planificación por escenarios, lo que nos permitió robustecer la materia prima e ir haciendo incrementos de precio de manera frecuente pero pausada para que luego no sean muy profundos y pongan en riesgo su consumo.
—A pesar de ello, ¿se están alcanzando los resultados que se esperaban este 2022?
Estamos alcanzando los resultados que nos habíamos trazado, con buenos resultados a nivel de ventas, ligeramente por arriba de lo pensado, pero aún con oportunidades de recuperar los márgenes prepandemia. Estamos en el proceso de generar oportunidades de productividad para que el conjunto de alza de precios que tuvimos nos permitan recuperar el margen operativo que teníamos.
“Hacia el 2023 recuperaremos la rentabilidad del 2019″.
—¿Cuándo estiman retomar los niveles de rentabilidad prepandemia?
Hacia finales de este año o al segundo trimestre del 2023, muy en línea con la desaceleración del incremento en materias primas. No es exacto, hay muchas variables externas que no controlamos como el tipo de cambio, el suministro de materias primas, contenedores. Pero sí creemos que en ese rango estaremos retomando esos niveles de rentabilidad.
—¿Cómo han lidiado con estas alzas históricas?, ¿cuánto impactó en los precios?
Primero, ser conscientes de la tendencia alcista en la que estamos, las decisiones que tomamos hoy no es para que nos cubran hoy sino para que de acá a 90 días. Los cambios de precios no son inmediatos, hay todo un tema de inventarios y cadenas de suministros que se mueven a otra velocidad. Esto lo vimos venir desde julio del año pasado. Lo otro es hacer un análisis profundo de qué marcas, por el tipo de consumidor, están más propensas a soportar un alza de precio por arriba o debajo del promedio y cuáles no, para desplegar las estrategias y en qué ‘timing’. No hemos subido precios en todas las marcas, al mismo tiempo ni en todos los empaques. Eso creo que nos ha ayudado a tener buenos resultados. A nivel de portafolio varía mucho de acuerdo a la plataforma de productos pero ha sido un incremento de doble dígito.
—¿Qué marcas han podido soportar estos incrementos?
Marcas globales como Lays, Doritos, que tienen una experiencia de sabor bastante más única, de mayor participación de mercado. Pero también hay marcas más económicas, más enfocada en canales mayoristas como Cuates, a las que hemos ido con una ecuación más enfocada en desgramaje (menor gramaje). Como los consumidores son más sensibles al precio, fuimos por una estrategia de ‘pricing’ y desgramaje.
—¿Cederán las alzas este segundo semestre?
Vemos que seguirá. Quizá la profundidad de los incrementos y tamaños no será el mismo que en el primer semestre, pero todavía vemos crisis de comercio exterior y el conflicto bélico está lejos de solucionarse, eso presiona a la cadena de suministros. En una primera etapa vimos cosas que se sembraron, y que no se pudieron cosechar o transportar. Ahora no hubo siembra, así que vamos a enfrentarnos a una situación distinta. Creo que habrá una menor profundidad en las alzas, pero aún lejos de un escenario donde los precios se estén estabilizando o reduciendo, creo que eso se dará el primer trimestre del 2023.
"Hicimos un análisis profundo de qué marcas pueden soportar un alza de precio por arriba o debajo del promedio y cuáles no, a fin de desplegar las estrategias. No hemos subido precios en todas las marcas, al mismo tiempo ni en todos los empaques".
—Se avizora una crisis alimentaria, ¿cómo ve esta situación desde la empresa?
Tenemos la situación bastante controlada. Contamos con la plataforma PepsiCo Positive, que es una transformación estratégica en toda nuestra cadena de valor a nivel global. Esto va a modificar nuestras operaciones desde cómo nos aprovisionamos con la materia prima, producimos y conectamos con el consumidor. Ante la crisis alimentaria, estamos enfocados en nuestros más de 350 socios agricultores en el Perú para cerrar contratos de compra de cosecha de forma oportuna para que tengan estabilidad y accedan a fertilizantes a través de créditos y compras centralizadas.
Estamos muy cerca de concretar todo el suministro de fertilizantes que necesitan para los próximos meses. Y también apoyamos a las mujeres del campo para brindarles capacitación y acceso al mercado, para lo que invertimos US$3,5 millones.
—¿Mantienen sus planes de inversión para este año?
Podríamos decir que es un plan de inversión superior frente al plan operativo que teníamos para este año y lo estamos ejecutando sin ninguna desviación. En este contexto tan complicado del Perú. miramos el entorno, lo seguimos muy de cerca pero también miramos a largo plazo.
—¿No los desanima el ruido político y social?
Operamos en 200 países tan distintos, así que más que pensar si algo nos desalienta, vemos acciones que realizar en cada uno de esos escenarios para hacer crecer nuestros productos. Vendemos snacks, de consumo inmediato, productos accesibles para el consumidor, por lo que creemos que por más dura que sea la situación tenemos un mercado bastante relevante y queremos estar a tono para ofrecer la calidad y variedad para satisfacer lo que el consumidor peruano, que está en constante cambio, demanda ahora.
El consumidor ha migrado a formatos más grandes, hoy sale más que en la pandemia pero menos que en la prepandemia, está abierto a experiencias nuevas de sabor. No tenemos que bajar las inversiones, miramos con respeto la situación, pero vemos oportunidad: tenemos el consumo más bajo de snacks en la región, es uno de los puntos que nos motiva a seguir invirtiendo.
—¿Cómo ha cambiado el consumidor peruano?
Vemos un comportamiento a medio punto a lo que teníamos antes de la pandemia y durante ella. Los formatos personales se han recuperado porque hay más gente en la calle, después de dos años, los colegios y universidades reabrieron. Pero vemos que todavía el consumo de tamaños medianos y familiares tienen una participación interesante en nuestras ventas. Y vemos un consumidor abierto a otras formas de consumo. Por eso hemos robustecido nuestro portafolio de Bolsaza con los lanzamientos de Cheese Tris, Doritos fuego y Lays picantes (con aji panka).
—A nivel de precio, ¿qué es lo que prioriza el consumidor hoy en día?**
Hay dos tipos de consumidor, el que busca precio por kilo, que le puede atraer y parecer relevante la ecuación de valor. Y otro que aunque vea esa ecuación de valor no tiene para ese desembolso, un segmento con menos poder adquisitivo, en el cual los incrementos han sido bajos, ya que si sales del punto de precio pierdes el consumo. Este está más enfocado en los precios mágicos de S/0.50 y S/1.
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—Sobre el caso Cheese Tris, Indecopi ordenó el retiro del producto por contener grasas trans, ¿qué pasó y en qué quedó el tema?
Nosotros cumplimos con todos los reglamentos de la normativa local. En diciembre recibimos una medida cautelar ordenando el cese producto de 39 gr. de Cheese Tris por supuestamente contener grasas trans, de acuerdo a algunas muestras. El procedimiento ante Indecopi continúa y tal como la autoridad nos ordenó, estamos cumpliendo en presentar exámenes para cada uno de los lotes que fabricamos, realizados por laboratorios certificados y demuestra que no contiene grasas trans. Confiamos en que el procedimiento terminará a nuestro favor. Hace poco nos han informado que el resultado de un estudio de Indecopi confirma que no contiene grasas trans, lo que nos genera expectativa de que el procedimiento administrativo termine a nuestro favor. Como empresa seguiremos cumpliendo con los mandatos de la autoridad. El respaldo de los consumidores fue importante y permitió recuperar de manera paulatina el nivel de venta que teníamos.
—En aquel momento algunos jugadores indicaban que no estaba clara la norma local y por eso se guiaban de los estándares de la FDA. ¿El producto cumple tanto la normativa peruana y del FDA? ¿Cuál es su posición?
No estamos dentro de ese grupo de empresas que hacen interpretación de si es FDA o no. Nosotros cumplimos con el reglamento local.