Gianfranco Ferrari (GF), CEO de Credicorp y María Antonieta Alva (MA), directora de Proyectos en Acasus (enfocada en proyectos de educación y salud) y ex titular de la cartera de Economía y Finanzas, reflexionan sobre la nueva edición de Perú Sostenible En Vivo, que se desarrollará desde el 6 hasta el 8 de septiembre en un formato híbrido con conferencias virtuales y presenciales.
Este año, en el que ambos copresiden el evento, se han puesto en agenda temas ambientales, educativos, de gobernanza y otros relacionados a los pactos que son necesarios concretar entre el sector público y privado para alcanzar el desarrollo sostenible del Perú.
—¿A qué objetivos apunta Perú Sostenible en esta edición?
GF: El mensaje de este Perú Sostenible es: “Tejiendo el futuro del país juntos”. Lo relevante del evento en esta coyuntura es que tenemos que mirar más allá de la crisis y pensar en el país que todos queremos y que juntos queremos construir.
MA: El buen manejo macroeconómico del país nos dio los recursos para implementar una de las respuestas más grandes como país [en la pandemia], pero muchas de las medidas de protección a los hogares tuvieron problemas estructurales como, por ejemplo, la inclusión financiera, Creo que el Perú que necesitamos construir en los próximos años tiene que incidir mucho más en la microeconomía.
—¿Cómo creen que nos encontramos como país en cuanto a economía sostenible y sustentable que involucra, además, una inclusión social?
GF: Hace solo dos años y medio nos dimos cuenta de la cantidad de falencias que teníamos como país: sociales, salud, educación, entre otros. Una economía no es sostenible si es que como país no hemos resuelto esos temas primero.
—Respecto al rol actual del privado para que el Perú sea realmente sostenible, ¿en qué punto nos encontramos y cuál debería ser este rol?
GF: [Necesitamos que sea] activo. Más allá de encontrar responsables, creo que el sector privado está tomando un rol más consciente y activo en cómo trabajar juntos para tratar de resolver esas falencias. Nos quejamos de la institucionalidad pública, pero también debemos trabajar sobre la institucionalidad privada.
—Desde el ámbito de la gobernanza, ¿como nos encontramos como país en este momento y a futuro?
GF: En los siguientes años me preocupa una crisis de institucionalidad del sector público y del privado. Si no se da un consenso básico de visión país en conjunto, el futuro del Perú es bien complicado.
MA: Estamos, desgraciadamente, muy polarizados. Necesitamos una clase política que esté más dispuesta a construir consensos y a ciudadanos mucho más activos.
—Respecto a las herramientas de gestión empresarial sostenible, ¿estamos dirigiéndolas hacia dónde deberíamos?
GF: El Perú tiene una serie de ventajas competitivas [por nuestra geografía]. Lo que tenemos que hacer es trabajar juntos. Esto significa interconectarnos entre los diferentes ‘stakeholders’ y trabajar con objetivos comunes.
MA: En el Perú no solo hay una gran preocupación porque se está debilitando [el Estado], sino que falta también el rol que tiene el Estado de regular mejor y de supervisar el accionar del sector privado.
—Desde el punto de vista de iniciativas público-privadas enfocadas en economía sostenible y sustentable, ¿qué nos falta para potenciar estas acciones?
GF: Para mí la respuesta es una palabra: confianza. La confianza es algo que se construye de a poquitos y se destruye en una. Lamentablemente, se ha destruido.
MA: Creo que en las acciones público-privadas todavía nos falta mucho. La apuesta que ha tenido el Perú ha sido sobre todo de infraestructura, pero hay muchas oportunidades de operación de servicios públicos y no creo que existan todavía los marcos legales.
—Desde una mirada regional, ¿realmente tenemos el potencial para ser sostenibles en el tiempo?
GF: Estoy convencido que el Perú tiene ventajas competitivas globales, pero claramente tenemos una tarea bien importante y esa es gestionarlas de una manera sostenible.
MA: Hay enormes oportunidades, pero se necesita trabajar de la mano [entre el sector público y privado]. Para mí el corazón de la productividad tiene que ver con educación y salud, mientras que no sean de alta calidad y masivas para los ciudadanos, difícil que podamos mejorar la productividad y ser más competitivos en la región.