El precio del petróleo ha descendido en el mercado internacional, pero los precios de los combustibles siguen subiendo en el país. Eduardo Guevara, presidente de Petro-Perú, explica que ello se debe al alza del tipo de cambio, que “se come las posibles reducciones”. Sobre este y otros temas conversamos con el funcionario estatal en esta entrevista.
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—¿Es cierto que Petro-Perú no reduce los precios de los combustibles para poder financiar la modernización de la refinería de Talara?
Todo el mundo sabe que la modernización de Talara es un proyecto muy grande. Pero, lo reitero: hoy no estamos repagando nada del financiamiento. El repago va a comenzar cuando la refinería inicie operaciones. Además, los precios de los combustibles no los fijamos en función a eso, sino en función del valor de referencia del combustible en el Golfo de México (EE.UU.) y del costo de traerlo al Perú. Más otras variables. Pero sí, otro factor particular que tenemos en el Perú es el precio del dólar.
—¿Cuánto afecta el tipo de cambio a los precios de los combustibles?
El tipo de cambio es lo que más está impactando los precios de los combustibles porque ha habido, incluso, una reducción de las cotizaciones internacionales. Sin embargo, el tipo de cambio no nos ha acompañado, y eso es lo que nos ha impedido reducir los precios [de los combustibles].
—¿Petro-Perú podía haber reducido los precios?
Sí. En agosto hubo momentos en los cuales los precios internacionales que tomamos como referencia bajaron un poco. Pero la otra variable es el tipo de cambio, porque Petro-Perú compra el combustible que importa en dólares. Y eso sí nos ha afectado porque hay reducciones de precios que no hemos podido aplicar porque el tipo de cambio se las come.
—¿Cuánto han subido los precios por efecto del tipo de cambio?
El precio diésel se ha incrementado en 9% debido al tipo de cambio, mientras que el del gasohol de 90 se ha incrementado en 9,3%.
—¿Qué volumen de combustibles están importando ahora?
Ahora estamos importando el cien por ciento porque la refinería de Talara está cerrada desde diciembre del 2019, la de Iquitos es para atender el mercado de Loreto y en Conchán refinamos, básicamente, productos importados.
—¿Se podría decir, entonces, que al Perú le conviene más producir combustibles que importarlos debido al alza del dólar?
Ahora estamos importando productos terminados, cuyo precio se está disparando. Si tuviéramos la refinería operando con mayor producción de crudo local, podríamos aprovechar los márgenes de refinación para definir nuestros precios.
—Petro-Perú tampoco produce GLP, pero sí determina su precio de venta.
No lo producimos ahora, pero sí solemos producirlo. Con la nueva refinería vamos a seguir produciéndolo, pero a partir del petróleo, a diferencia de Camisea, que extrae el GLP de los líquidos de gas natural.
—¿Cómo hacen para determinar el precio?
Petro-Perú tiene el 12% del mercado de GLP, pero como mayorista, porque no estamos produciendo. ¿Qué hacemos? Nosotros compramos una parte a Pluspetrol en Pisco y la llevamos al Callao. Y tenemos que pagar el precio que Pluspetrol fija, más lo que nos cuesta el transporte. Y eso se coloca en el mercado. Por otro lado, también hace falta GLP en el norte del país, que nosotros llevamos a Talara. Ese GLP se importa.
—Perú es deficitario en GLP desde hace algún tiempo.
Si bien Pluspetrol produce GLP en abundancia en Pisco, procedente de Camisea, solo cubre el 80% de la demanda nacional. El resto se tiene que importar y parte de eso va para Talara donde lo almacenamos. Allí el GLP viene con otro precio, lo cual origina que el producto sea más caro hoy en día. Por eso debemos pensar en masificar el gas natural, que sí tenemos en abundancia.
Petróleo para la refinería
—¿Cuándo comenzará a producir combustibles la nueva refinería?
Ahora estamos al 96% de avance. El objetivo es hacer el arranque a fines de noviembre de este año.
—¿Qué es lo que falta terminar?
Estamos trabajando en las unidades de producción y las unidades auxiliares, que fueron las que comenzaron más tarde.
—¿De dónde provendrá el suministro para la refinería, dado que la producción de petróleo del Perú no llega ni a los 40 mil barriles/día?
Dentro del proyecto se han considerado varios escenarios, incluso el negativo de importar el 100%. Claro que el objetivo es aprovechar lo máximo de la producción local. Los pozos de Talara producen poco más de 20 mil barriles de petróleo al día. Pero eso es porque muchos de sus contratos están por terminar y, como es natural, nadie invierte en esas circunstancias y la producción va cayendo. Por eso, hay que ver la producción a futuro. Por ejemplo, del lote I que termina a fin año, y de los lotes Z2B y X. Una vez que se firmen nuevos contratos, quienes tengan la responsabilidad de operarlos van a incrementar rápidamente esa producción.
—Tampoco habrá producción de la selva.
En la selva estamos por entrar al lote 192 y tenemos también el lote 64, que tiene un descubrimiento importante y hay que ponerlo en valor. Y están también los lotes 67 y 39 de Perenco. Y producción del lote 95, y ver cómo se reinicia el lote 8. Con eso podríamos hablar de más de 80 mil barriles diarios. Por eso, los números de hoy no deben ser la referencia, porque van a haber nuevos contratos. Y eso va a ser positivo para los que van a invertir en estos nuevos contratos y para la nueva refinería que va a necesitar 95,000 barriles diarios de crudo.
—Pero en noviembre tendrían que empezar importando, porque falta algún tiempo para que se desarrolle todo eso.
Es cuestión de tiempo. Pero si arrancamos ahora, claro, tendremos que importar. Pero va a ser temporalmente. Hay que ver que esta refinería no va a operar 2 o 3 años, sino 20, 30 o 40 años. Y tenemos yacimientos.
—Por curiosidad: ¿En Petro-Perú tienen una idea de lo que significa ‘nacionalización de los recursos naturales’?
No. Eso no lo hemos conversado. Va a ser muy importante sacar conclusiones de lo que cada ministro vaya a indicar. Allí lo tendremos mucho más claro. Por lo pronto, seguimos como hasta ahora: trabajando en nuestros proyectos, viendo cómo reactivar el Oleoducto Norperuano, terminando la construcción de la nueva refinería de Talara, y poniendo atención a los lotes en los que estamos interesados, como el Z-2B, donde somos dueños de las plataformas petroleras. Sin duda, es un lote donde a partir del 2023, Petro-Perú va a estar sentado.
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