Hoy se celebra el Día Mundial del Turismo pero aquí, en la industria de los viajes del Perú, hay todavía poco por lo que congraciarse. No es que el sector se haya estancado debido a la pandemia del coronavirus: algo de recuperación ha experimentado (sobre todo en los últimos meses), sólo que a estas alturas de la crisis es insuficiente.
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Así lo ha demostrado la Sociedad de Comercio Exterior (Cómex Perú) la semana pasada. Según sus estadísticas, entre enero y agosto de este 2021, el mercado receptivo (conformado por los viajeros que llegan a nuestro país desde el exterior) ha sufrido una reducción del 94,2% respecto al mismo período del 2019, el último año que tuvimos sin emergencia sanitaria.
En otras palabras, a la fecha casi no tenemos turistas internacionales y el sector vive -o mejor dicho, sobrevive- del turismo interno, conformado por los viajeros locales, una boya de rescate que sustenta casi toda la recuperación que reporta la industria este año, y que frisa el 35% a nivel nacional frente al 2019, de acuerdo con Rogers Valencia, ex titular del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur).
No es un escenario para celebrar, pero tampoco un promedio para caer en el desánimo, pues hoy hay destinos dentro del Perú que, impulsados por una serie de factores que enseguida detallaremos, llevan la delantera en cuanto a la recuperación de los viajes. Y el caso más emblemático, a juzgar por los expertos de este rubro, es el de las playas del norte ubicadas básicamente en el litoral de Tumbes y Piura.
“Ahora los hoteles de nuestras playas están con un promedio de 80% de ocupación”, destaca José Miguel Alzamora, cabeza de la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo (Dircetur) de Piura. Añade que el despegue se dio desde el feriado largo de Fiestas Patrias, celebrado entre el 28 y 31 de julio. “Hasta entonces no pasábamos del 20% de ocupación, pero luego hemos ganado un gran impulso”, señala a Día1.
LAS RAZONES DEL RÉCORD
Ese crecimiento récord tiene su explicación en factores como el avance de la vacunación contra el COVID-19 en nuestro país, donde ya se han aplicado 24,4 millones de dosis en total, y donde ya tenemos cerca de 10 millones de ciudadanos vacunados por completo contra el virus (el 30% de nuestra población), según el Ministerio de Salud (Minsa). De hecho, en el norte es donde más se está avanzando con este proceso: en Tumbes, por ejemplo, ya se aplican vacunas a mayores de 12 años, y en Piura están en el rango de entre 20 y 30 años.
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Otro aspecto que ha jugado a favor del turismo en las playas norteñas ha sido la paulatina flexibilización de algunas restricciones sanitarias para los viajes internos, comenta Alzamora, y, claro está, el natural atractivo del potente circuito que conforman Colán, Órganos, Vichayito, Máncora, Punta Sal y Zorritos, por mencionar algunos parajes emblemáticos de la zona.
“Por lo menos en la costa norte, a nosotros nos ha ido muy bien. Todo el año hemos tenido huéspedes, excepto durante la paralización del turismo en febrero”, ratifica a su turno el gerente general de la cadena de hoteles Casa Andina, Juan Stoessel. El ejecutivo proyecta que en esta zona incluso pueden cerrar el 2021 con entre el 80% y 85% de ventas respecto de los niveles prepandemia.
Además, Stoessel anota que no sólo se están beneficiando sus cuatro hoteles en Tumbes y Piura, sino que la demanda también influye positivamente en todas sus posiciones en la llamada Ruta Moche, lo que implica a destinos como Trujillo y Chiclayo, porque varios de sus huéspedes arriban al extremo norte previo ‘road trip’ desde Lima.
Sobre ello da fe Sergio Rivas, gerente de Operaciones de la cadena Costa del Sol, que también cuenta con propiedades en esa ruta, dos de las cuales están en Piura y Tumbes. “Si consideramos el promedio entre enero y agosto de este año, la recuperación de nuestros hoteles en el extremo norte está al 40% respecto del 2019, pero si sólo consideramos agosto, el avance es al 60% frente a la prepandemia”, apunta.
UN MAYOR IMPULSO
No está mal, como hemos dicho, pero lo cierto es que este crecimiento registrado en la costa norte puede impulsarse aún más, si se llevan adelante algunas estrategias que incentiven el flujo de visitas, como sugiere Rivas.
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“Para promover un mayor turismo interno, por ejemplo, el Gobierno puede exonerar de impuesto a la renta a las empresas vinculadas a este sector, y a los viajeros exonerarlos del pago de IGV, todo lo cual nos ayudaría a ofrecer más promociones y descuentos, pese a la crisis por la que pasamos”, detalla el experto.
En la misma línea, Stoessel añade que aligerar el tráfico en los aeropuertos, reduciendo el tiempo entre un vuelo y otro, serviría para aumentar la frecuencia de las operaciones y, por ende, el número de viajeros. Si esa estrategia se ejecutara por parte del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) y los concesionarios de los terminales aéreos, sólo en Piura podría haber 22 vuelos más cada día, y 120 más por jornada, si el plan se llevara a cabo a escala nacional.
Sin embargo, una acción determinante para dar un salto sideral a favor del turismo en las playas del norte sería abrir la frontera terrestre con Ecuador para habilitar el paso de visitas de ese país, sobre todo si se toma en cuenta la proximidad del verano.
“En febrero son las Fiestas Patrias en Ecuador y por ese feriado llega una gran cantidad de ecuatorianos a Piura y Tumbes. Pueden captar hasta el 30% de nuestras reservas”, explica Stoessel, el líder de Casa Andina. En cuanto a Costa del Sol, en un año normal los vecinos del norte representan entre el 20% y 25% de su ocupación en la zona, refiere Rivas.
Si se concretan esas medidas, puede que en el 2022 el litoral norteño recupere el 100% de los niveles prepandemia, algo previsto inicialmente para el 2023. Entonces, estaríamos hablando de otro récord para el turismo.
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