Los indicadores de la banca empiezan a revertir el impacto de la crisis sanitaria, pero a velocidades distintas, asociadas con sus estrategias para capear la coyuntura política y la alta inflación.
Por ejemplo, a agosto de este año, la renta obtenida por el capital invertido [rentabilidad patrimonial] de los cuatro bancos de mayor cuota de mercado alcanzó los niveles previos a la pandemia.
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En el caso de los bancos medianos y el especializado en microfinanzas, Mibanco, todavía hay una brecha de 3 y 2,5 puntos porcentuales (p. p.) por cerrar. Mientras que, los especializados en consumo están a 3,7 p. p. para recién revertir pérdidas. Pero, en general, todos están mejorando sus resultados.
“Los bancos han estado bastante dinámicos en buscar qué cartera les da más rendimiento y con qué pueden hacer frente al mayor costo de fondeo”, dice a Día1 Leyla Kmelj, ratings manager de Moody’s Local.
Justamente, detrás de los mejores retornos de los cuatro jugadores más grandes está su enfoque en los préstamos de consumo, que ha permitido compensar la desaceleración de los empresariales. Por ejemplo, el crédito corporativo ofrecido por estos bancos pasó de crecer 16,1% en el 2021 a 7,4% en agosto, mientras que los de consumo aumentaron su ritmo de 6,9% a 26,5%, en el mismo periodo.
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Una situación distinta es la de los bancos medianos, que han apostado por crecer tanto en el frente de los créditos corporativos y a grandes empresas, como en los créditos de consumo e hipotecarios, para mejorar su rentabilidad.
Incluso, por los préstamos personales cobran una tasa promedio menor que los cuatro bancos más grandes (29,5% contra 44,2%) y son los que menos han subido sus tasas frente a los líderes (300 puntos básicos contra 670 puntos básicos), en lo que va del año.
“Los bancos medianos fueron los menos afectados por la pandemia y están recuperando sus niveles”, menciona Isaac Foinquinos, economista senior de Macroconsult.
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Especializados en consumo
Por el lado de las entidades especializadas en préstamos consumo, los retornos provienen de un mayor ritmo de colocación. A agosto, sus créditos se expandieron en 43,3%, luego de haber cerrado el 2021 con un ritmo de apenas 1,6%. Esto les ha permitido a algunos reportar ganancias y a otros disminuir sus pérdidas.
Para Kmelj, en términos generales, el negocio de tarjetas de crédito viene creciendo con una cartera nueva, luego que los bancos tuvieron que retirar del balance una parte importante de estos clientes, por los incumplimientos de pago, así como por la Ley de Topes.
Respecto a la morosidad, Kmelj asegura que dependerá de la gestión de cada banco y, por el momento, no observa un repunte, debido al fuerte crecimiento de los créditos.
En cuanto a Mibanco, la entidad viene creciendo sobre todo con los préstamos a las pequeñas empresas con modelos estadísticos, en forma más eficiente.
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Sin embargo, tanto Kmelj como Foinquinos prevén una moderación en la expansión de los préstamos tanto por las mayores tasas, así como por las menores perspectivas de crecimiento. Coinciden que el crédito que más se ralentizará, el próximo año, son las hipotecas.
A agosto, las utilidades de los cuatro bancos más grandes crecieron en 64%. Las de los medianos crecieron en 146,6% y las de Mibanco, en 245,4%.