Reformas sin mediciones, presupuesto sin resultados [Opinión]

En julio de este año el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski definió las reformas que el país requiere y cómo implementarlas. En las reformas, la mayoría de partidos están de acuerdo, no así en qué hacer para lograr los resultados que ellas persiguen. Hacerle frente a los problemas se ha traducido en el pedido de facultades del Ejecutivo al Congreso que fue aprobada el último viernes.

Durante el gobierno de Ollanta Humala, el Congreso le otorgó al Ejecutivo facultades para legislar en materia tributaria. A la vista está que las medidas no funcionaron, ¿un ejemplo? La presión tributaria durante el gobierno anterior se redujo.

En el Perú son necesarios años para darnos cuenta de que las reformas no son eficientes. En nuestro país  no existen mediciones del impacto de la reformas en la economía. Las evaluaciones están atadas a presupuestos por resultados, se asume que el éxito está en quién gastó más; no hay herramientas que nos permitan medir la calidad y eficiencia de lo invertido. Y no me refiero solo a las leyes dadas por los gobiernos a través de la delegación de facultades, ¿cuántas veces no ha escuchado a los congresistas jactarse del número de normas que presentaron y se aprobaron?

Necesitamos herramientas que nos ayuden a medir de manera rápida la calidad de las políticas públicas y que nos permitan un cambio de dirección de las mismas en caso de ser necesario. En un país de escasos recursos no podemos perder tiempo ni dinero. La administración no puede ser estática.

Hoy, deberíamos ayudarnos del avance de los procesos de análisis de datos que la tecnología puede hacer en tiempo real, lo que permitiría al Ejecutivo ajustar sus acciones más rápido. Para ello, el  adecuado análisis de datos e información son fundamentales. Hoy el Big Data y la Analítica podrían ser de gran ayuda. La ciencia de datos permite construir fórmulas de análisis avanzadas, recogiendo gran cantidad de información en tiempo real. Así, en este caso, el sector público podría conocer si ¿se logró el impacto deseado?, ¿se llegó al público objetivo?, ¿se justifica el costo?, ¿existen otras alternativas? Necesitamos completar la visión de la acción pública. Un ejemplo: entidades tributarias de otros países tercerizan el procesamiento de su información. Los principales estados de EE.UU., Australia y Corea lo hacen.