Este empezó siendo un año de alta expectativa de recuperación para diversos segmentos golpeados por la crisis del COVID-19. Entre ellos se encontraban los centros de cuidado personal, bienestar y belleza, que fueron duramente impactados el 2020. Pero la llegada de la segunda ola y las nuevas restricciones hicieron que dichos negocios aterrizaran de forma abrupta.
“Tener casi dos meses cerrados de nuevo ha sido terrible. A nosotros nos estaba yendo bien hacia fines del 2020, y con la nueva cuarentena nos perjudicaron”, considera, al respecto, Angel Sampietro, propietario de la cadena Specchi.
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Pero no todo ha sido adversidad: en el camino, los centros de belleza han identificado nuevas preferencias de clientes que, más que antes, buscan alternativas para priorizar su bienestar; y por otro lado, están aquellos que aprovechan la coyuntura para optar por servicios que antes no eran necesariamente los preferidos.
OJO, PESTAÑA Y CEJA
Victor Hugo Montalvo, director general de Montalvo Group, comenta a Día1 que aunque la participación por área de atención en los ingresos totales de la firma este año se ha mantenido casi igual a las operaciones durante la pandemia, las depilaciones de cejas y limpiezas faciales han pasado a ocupar los primeros lugares con respecto al 2019. Y es que muchas clientas ahora prefieren resaltar aquella parte del rostro que es visible en espacios públicos, al no estar cubierta por una mascarilla.
“El servicio de lifting de pestañas aumentó un 30% entre enero a abril de este año, respecto al mismo período del 2019”, acota Montalvo.
El ejecutivo añade, por otro lado, que su área de spa es la que se ha visto menos impactada en la cantidad de tickets atendidos (-31%) si se compara lo que va del 2021 versus el mismo lapso del 2019, en comparación a los servicios de peluquería (-42%) y manos y pies (-38%).
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“La gente hoy está más agobiada, y acude a hacerse masajes descontracturantes. Eso es lo que mejor acogida ha tenido”, resalta Montalvo. De hecho, en la participación por área de ventas, el segmento de spa ha crecido un 15% si se comparan los primeros cinco meses de este año con los del 2019; mientras que la área de manos y pies sufrió una caída de 20% en dicho ‘share’.
Ángela Ayala, manager del Heavenly Spa by Westin, indica que en el caso de este centro integral de cuidado los servicios de mayor demanda son, en definitiva, los tratamientos corporales.
“Eso lo puedo vincular también porque nuestra manera de trabajar ha cambiado muchísimo, hay necesidad de salir de casa, relajarte, pero en un ambiente seguro”, detalla.
De hecho, Ayala comenta que el ticket promedio de consumo en la zona de spa ha incrementado porque muchos clientes ya no se fijan tanto en los precios como antes, sino en la disponibilidad que pueda tener el centro para atender un masaje relajante, debido a las restricciones de aforos que restringen una operatividad completa.
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ENTRE EL OPTIMISMO Y LAS DUDAS
Aunque se dan nuevas tendencias de consumo, la mayoría de centros de belleza sigue operando por debajo de sus niveles pre COVID-19. Marco Apolaya, gerente general de Alter Ego, precisa que ellos se encuentran entre un 60% a 65% en comparación a las operaciones antes de la pandemia, mientras que para Specchi esta cifra llega a 50%.
Tanto Apolaya como Sampietro remarcan que la ampliación de plazo en el pago del crédito de Reactiva Perú que ambos recibieron ha sido “un respiro”, aunque eso no resta el impacto adverso actual. Para Montalvo, de hecho, será prioritario analizar cómo avanzan los siguientes meses para reevaluar si deben cerrar alguno de sus locales.
No obstante, Apolaya mantiene el optimismo y destaca que pronto abrirá la tercera sede de Alter Ego en San Isidro. A pesar de esta pandemia, puntualiza que su apuesta es continuar avanzando.
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PERÍODO ELECTORAL: UNA COYUNTURA QUE GENERA CAUTELA
- Incertidumbre política. Víctor Hugo Montalvo comenta que han suspendido casi todas las inversiones que se estaban realizando en diversos proyectos, como los 10 locales que la compañía buscaba abrir este año del centro de belleza Beloved. Esto, debido a una coyuntura política que, según considera, ha generado “pánico comercial”.
- Una nueva preocupación. Para Marco Apolaya, de Alter Ego, la preocupación más fuerte que ahora enfrenta la firma es por el ambiente electoral, que supera a los temores por la pandemia; a raíz de una incertidumbre que habría impactado en el consumo de ciertos clientes.
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