Solo en el mes de marzo, la cobranza efectiva de los colegios privados ascendió a 10% del total, según la Asociación de Colegios Particulares Amigos (Adecopa), mientras que la incertidumbre sobre lo que pasará en el mes de abril los anima a predecir –según su representante Jorge Camacho– que muchos colegios correrían el riesgo de no seguir operando.
En el caso de los institutos tecnológicos, las estadísticas de la Asociación de Institutos Superiores Tecnológicos y Escuelas Superiores del Perú (Asiste Perú) dan cuenta de que apenas el 30% de institutos privados abrió sus puertas para dictar clases a distancia. ¿El resto? Según su presidente Julio Cárdenas, el 70% no reúne las condiciones para brindar ese servicio, por lo que permanecen con sus puertas cerradas.
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Ante esa situación y la falta de ingresos, sea porque las clases fueron reprogramadas o por cuestiones de morosidad, se corre el riesgo de que “entre el 60% y 70% de los institutos cierren operaciones en menos de seis meses”.
Y aunque entre las medidas que han tomado las universidades, para hacer frente al aislamiento social y respetar el estado de emergencia, figuran la reprogramación de clases y de pagos, la Asociación de Universidades del Perú (ASUP) resalta que –tal como sucede con los colegios e institutos– su “única fuente de ingresos es el pago de pensiones”.
Por ese motivo, a decir Ada Gallegos, directora ejecutiva de la ASUP, “la liquidez es uno de los grandes problemas para dar sostenibilidad al servicio universitario y, bajo esta coyuntura, la morosidad en el pago va a ser muy alta y con tendencia a crecer porque las reservas de matrículas –mayores a las tasas ordinarias– y las dificultades económicas extremas impedirá que muchos estudiantes sigan estudiando”.
De agravarse la situación, la ASUP alerta sobre “el colapso y quiebre de las universidades, dejando más de un millón de estudiantes universitarios sin continuidad de estudios e incrementando el desempleo de cientos de docentes y trabajadores”.
PEDIDO UNIVERSITARIO
Frente a una realidad que coloca en las mismas condiciones a colegios, institutos y universidades, desde sus gremios y asociaciones al alzado la voz para solicitarle al Gobierno que los incluya en los programas de reactivación económica –tal como lo han hecho con otros sectores– para evitar que se rompa la cadena de pagos y asegurar la continuidad del servicio.
En el caso de las universidades, en oficios remitidos al Poder Ejecutivo y al Legislativo, la ASUP ha invocado un tratamiento especial que pasa por la creación de un “fondo universitario de protección sanitaria para evitar el colapso, la sensible pérdida de calidad o la parálisis” de estas casas de estudios.
Según uno de los documentos firmados por el presidente de la ASUP, Iván Rodríguez, quien también se desempeña como rector de la Universidad Ricardo Palma, las universidades piden acceder a créditos blandos, con períodos de gracia de pago asequibles, períodos largos de repago y tasas de interés bajas.
Pero, también hablan de medidas complementarias, como un subsidio o partida especial, para compensar las pérdidas ocasionadas y evitar llegar al quiebre de muchas universidades.
HABLAN LOS INSTITUTOS
Por el lado de los institutos tecnológicos y escuelas de educación superior, en Asiste Perú refieren que tratándose de instituciones con una realidad muy diversa, en su caso se debería pensar en mecanismos diferenciados no solo para la microempresa sino también para la pequeña empresa.
“De las 487 instituciones educativas, por ejemplo, 93% están en el régimen mype y de ese 93% solo un 50% podría acogerse al programa Reactiva Perú, pero para la pequeña empresa ese mecanismo no va a ser suficiente, igual que para la mediana empresa, que también está sufriendo los embates de esta crisis económica”, asegura su presidente Julio Cárdenas.
Pero, a diferencia de lo solicitado por las universidades, en Asiste Perú también están pidiendo para que mediante becas o préstamos estudiantiles puedan continuar sus estudios y no frustren su formación- Solo en marzo alrededor de 65.000 alumnos dejaron de matricularse, pero de continuar este mismo escenario, es probable que otros 135.000 se sumen a ese primer grupo.
“Eso significa 200.000 jóvenes, entre 18 y 23 años, sin trabajo y sin la posibilidad de estudiar. Desde el punto de vista social eso es una bomba de tiempo que no debemos dejar que se active”, asegura.
¿Y LOS COLEGIOS?
Sobre el pedido de los colegios, Adecopa parte de la realidad que enfrentan actualmente y es que 43% de las escuelas privadas son pequeñas, es decir, tienen menos de 100 alumnos. Y, apenas el 1% cobra pensiones de más de S/1.000.
En ese sentido, Jorge Camacho sugiere que el Gobierno otorgue una línea de crédito a una tasa de interés preferencial para que los colegios puedan solventar sus planillas. “Esa es una salida congruente y ataca todas las aristas porque no es que el colegio no sea solidario con los padres que piden un descuento en las pensiones sino que frente a la realidad que vivimos no se podría”, afirma.
De esta manera, queda claro que colegios, institutos y universidades coinciden en la necesidad de un apoyo estatal, pero tomando en cuenta que el ministro de Educación, Martín Benavides, ha señalado en la víspera que el Estado no puede intervenir en el precio de las pensiones (frente al reclamo de los padres de familia), ¿el Gobierno hará eco del pedido de estas casas de estudio?
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¿Qué es la covid-19?
La covid-19 es la enfermedad infecciosa que fue descubierta en Wuhan (China) en diciembre de 2019, a raíz del brote del virus que empezó a acabar con la vida de gran cantidad de personas.
El Comité Internacional de Taxonomía de Virus designó el nombre de este nuevo coronavirus como SARS-CoV-2.