A casi 90 días de aislamiento social obligatorio y con la segunda fase de reactivación económica encaminada, Pedro Bellatin, gerente general de Securitas Perú, conversa con Día1 sobre el impacto de la crisis del coronavirus y la prolongada cuarentena en la operación de la compañía. Así también de los nuevos retos que plantea esta pandemia para un sector como el de seguridad, que busca sobre todo mitigar riesgos, durante esta etapa de reanudación de actividades, cuando los protocolos son vitales para evitar contagios.
- ¿Cuál es el impacto de la crisis por el coronavirus en el sector seguridad?¿Qué acciones han tenido que tomar junto a sus clientes para adaptar y supervisar el cumplimiento de los protocolos?
Definitivamente, como empresa de seguridad estamos muy activos ayudando a nuestros clientes en este proceso y entrenándolos para usar también tecnología. Esta situación no estaba planificada, así que hemos tenido de todo. Hay clientes que redujeron sus requerimientos, otros que los ampliaron de acuerdo a los protocolos nuevos, otros que la han mantenido. Entre sumas y restas hay un impacto significativo. Vemos a muchos de nuestros clientes con dificultades. Por ejemplo en el caso de las que se han reducido está el aeropuerto (que tiene operaciones limitadas), donde no hay flujos grandes, ahí ya no necesitas tanta gente, pero hay otras empresas que a pesar de haber cerrado sí necesitan mayor seguridad. Otros clientes, en tanto, han mantenido su operación porque requieren establecer protocolos para accesos y otras medidas.
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- ¿De qué manera están adaptándose con los clientes para ajustarse a los protocolos de bioseguridad ante el coronavirus? ¿qué tipo de servicios están incorporando para ello?
En muchos casos la seguridad es parte del servicio al cliente, el primer contacto al entrar a alguna empresa, negocio o un establecimiento comercial, por lo que hay que tomar la previsiones [ante el COVID-19]. Nosotros estamos evaluando siempre adicionar tecnología, pero más en estos últimos días. Estamos trabajando en proyectos con sistemas termográficos, que han sido probados en aeropuertos de país y los primeros equipos llegarán a Perú la próxima semana. Son sistemas de alta tecnología asociados a la medición y detección de temperatura y signos vitales de las personas. No solo de temperatura porque no sabemos si en los próximos 12 meses sea suficiente medir temperatura para entrar a una oficina. Nosotros vemos a largo plazo.
- ¿Este sistema termográfico también se emplearía para el aeropuerto?
Sí, está relacionada a aeropuertos, lo hemos probado en 6 distintos aeropuertos del país y luego de validarlo, lo estamos trayendo para uno de estos terminales aéreos. El concepto tecnológico es el mismo, pero no solo es para medir temperatura también para detectar el movimiento de personas y de los vehículos que circulan en un plano horizontal. Y hay otras tecnologías que se pueden utilizar, estamos definiendo su llegada, quizás en un mes. No sabemos cómo evolucionará esta pandemia.
- ¿Habrá un mayor foco de Securitas en las soluciones tecnológicas a raíz de la pandemia?
El 20% o 25% de nuestros servicios ya son incorporando tecnología. Tenemos personal muy capacitado.
- ¿Ya están ofreciendo algunas de las tecnologías que mencionó o están en la etapa de validarlas?
Lo estuvimos evaluando, de manera más cauta, en un proceso de 90 días. Ahora ya tenemos soluciones más definidas y tratamos de ir incorporándolas poco a poco. Estamos en una etapa de importación de un pequeño lote, primero, y conforme los clientes van haciendo nuevos pedidos los ampliamos. Mientras tengamos los permisos para instalar, se puede hacer, aunque hoy por hoy no se puede en todos los clientes (por los sectores), hay varias restricciones. Esto, creemos, debería cambiar porque son sistemas que van a sumar a favor de los protocolos.
“Estamos en el proceso de visualizar los riesgos con los clientes para que vuelvan a la operación”
- ¿Han encontrado restricciones para traer estos sistemas?
Más que para traerlas, para instalarlas. Trabajamos proyectos para los clientes, hechos a la medida y con distintos fabricantes. Entonces el inconveniente no es ese porque es un desarrollo para el cliente y lo importamos. El tema es la instalación y no ha habido libre movimiento de personal en los últimos tiempos. Ahora tenemos a algunos de nuestros instaladores en licencias con goce por la situación de pandemia.
- ¿Cómo han tenido que ajustar la operación de Securitas ante ese escenario? ¿se mantienen sus clientes o algunos han tenido que retirarse?
Ha habido de todo, definitivamente es una etapa difícil, tenemos que comprender que hay un flujo, una serie de gastos, pero hemos acompañado a nuestros clientes. Hemos cubierto sus requerimientos pese a los grandes retos, ya que aunque tenemos 6 mil guardias de seguridad, no todos pudieron seguir trabajando ya que la población vulnerable tuvo que hacer cuarentena. Aún así atendimos a nuestros clientes. Al final, el balance es una reducción de entre 10% y 20% de los servicios por etapa COVID-19. Es un gran reto coberturar a mil clientes en todo el país con todas las restricciones que hubo y aún existen por la cuarentena. Estamos orgullosos de lograrlo. Definitivamente, este va a ser un año duro, difícil para el sector y nosotros no nos escapamos. Con el COVID-19 cambian las proyecciones, pero creo que lo estamos manejando de la mejor forma.
-¿Cuánto cambian sus proyecciones y objetivos para este año?¿han sido replanteados?
Primero, en el tema de las inversiones, si hablamos de las adquisiciones, a nivel global, están en stand by, por fortuna compramos una firma de tecnología en enero o febrero en España. Pero sí se mantienen las inversiones que realizamos para los proyectos por cada cliente, que incluirán componentes de apoyo a los protocoles que deben tomar. Nuestra venta anual siempre ha rondado por los US$100 millones, este año será menos, nuestras proyecciones cambian pero habrá que ver cuánto tiempo le tome a nuestros clientes retomar sus operaciones. Son de diversos sectores, por lo que no serían las mismas proyecciones que teníamos antes del coronavirus.
- A nivel de los sectores de los clientes con los que trabaja Securitas, ¿cuáles se han visto más afectadas?
En nuestro caso, a nivel global, el principal ha sido el sector de aviación. Somos una empresa muy activa en este rubro, ya que brindamos servicios especializados. Como empresa tenemos participación en 250 aeropuertos a nivel mundial. En el Perú, estamos en 19 aeropuertos (el 35% del sector de aviación), es una línea de negocio importante para nosotros, representa entre el 10% y 15% de la aviación en el Perú.
- ¿Cree que el sector de seguridad privada mejorará este año? El sector aviación que es importante para Securitas está afectado, pero podría retomar vuelos nacionales en julio, así como los locales comerciales reabrirán con aforos reducidos. No obstante, del otro lado, el rubro de la seguridad arrastra una competencia por precio desde unos años atrás.
Sobre las perspectivas, el sector aviación lo tiene complicado, pero la clave está en hacer atractivos los aeropuertos para que el usuario regrese, ya que sin bien hay una normativa para que vuelva en julio, esto dependerá de cómo promocione el sector privado. Ahí la tecnología juega un papel importante, incorporar sistemas tecnológicos modernos que generen confianza y comunicarlo para atraer la demanda. Las empresas, en ese sentido, podrían contratar más un servicio de alta tecnología que no necesariamente cueste más, que uno considerado barato. Esto debería contribuir a lograr una madurez del sector.
- ¿Cuál es su proyección para el sector de seguridad?
Hace unos años crecía a 10% anual, en los últimos cuatro años, como sector, crecimos entre 2% y 3%. Para este año vamos a ver cómo evoluciona la pandemia. Mencionaste la competencia por precio, esta ha crecido hace unos años y tiende a apretar ciertos beneficios. Nosotros no hacemos eso porque tenemos tecnología. Así que nuestra gente está capacitada para utilizar las tecnologías y también está mejor pagada.
- Y en el caso de Securitas, ¿es posible pensar cómo cerrará este año?
Nosotros revisamos proyecciones todo el tiempo, todos los meses, pero estos han ido variando de acuerdo al COVID-19 y a la situación de los clientes. Ahora es incierto, pero las hacemos todo el tiempo. Ahora nuestro foco es que el proceso de retorno gradual sea seguro.
- Tienen en sus filas a 6 mil guardias de seguridad, ¿cuál es la situación de estos trabajadores?, ¿todos continúan laborando en la empresa?
El personal administrativo que ve los sistemas tecnológicos ha trabajado desde sus casa, el soporte ha continuado. En el caso del personal operativo han habido disminuciones de servicio al cliente, por lo que hemos recurrido a todas las opciones antes de la suspensión perfecta como licencias con goce o vacaciones. Pero luego, este mes, cuando algunos clientes anunciaron que no iban a seguir, hemos tenido que desvincular a algunas personas. No fue nuestra primera opción. Todas ellas personas tienen prioridad para el retorno cuando esta situación pase.
- ¿Cómo se va a transformar el sector seguridad y mitigación de riesgos en el futuro luego de la pandemia?
Sin duda, esto va a influenciar. Venimos trabajando con la tecnología, con el centro de operaciones y la conectividad que ya de manera remota. Pero ahora las empresas de seguridad van a cambiar, como nosotros que ahora tenemos una oferta tecnológica que incorpora cámaras térmicas y otras nuevas tecnologías que traeremos que van más allá. Las empresas van a empezar a preocuparse por la vulnerabilidad. A nivel global estamos realizando un estudio para analizar todas las tecnologías que podremos incorporar a futuro teniendo en cuenta lo que estamos viviendo, ese es nuestro granito de arena.
- ¿Cuánto cambia la medición de riesgos?
Por ejemplo, en nuestro caso, todo cliente pasa por una evaluación de riesgos posibles. Ahora hay un nuevo riesgo en el mapa, que tenemos que sumar y también medir los otros riesgos que puedan venir, en temas sanitarios, sobre todo. Ahora mismo estamos en el proceso de visualizar los riesgos con los clientes para que vuelvan a la operación, considerando que hay nuevos riesgos, todas esas inversiones y cambios se han ido trabajando para que los empleados y clientes puedan regresar.