La pandemia ha puesto a prueba la promesa de valor de las aseguradoras sobre el pago de los siniestros. Aunque hasta el momento el balance es positivo, el impacto del coronavirus puede cambiar el futuro del negocio de los seguros vida.
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En los primeros cinco meses del año, las ventas de seguros clasificados dentro de los ramos de vida –por proteger en caso de muerte del titular a sus beneficiarios– cayeron en 4,9%, con un mayor deterioro en los productos no vinculados al sistema privado de pensiones (SPP) (5,8%).
A su vez, los pagos de siniestros en este mismo tipo de seguros crecieron en 19,3%, también con mayor incidencia en las pólizas no vinculadas al SPP (30,6%).
Así, haciendo números, las aseguradoras vendieron entre enero y mayo S/139,6 millones menos que en similar lapso del año pasado y pagaron en siniestros S/282 millones más que en el 2019.
A decir de Giulio Valz-Gen Rivera, gerente general de Contacto Corredores de Seguros, las epidemias no están cubiertas en la mayoría de contratos de seguros y las aseguradoras tanto en el mundo como a nivel local se solidarizaron con sus clientes y decidieron pagar todos los siniestros vinculados con la pandemia.
Así, según Valz-Gen, el aumento de la mortalidad durante la pandemia ha activado las coberturas de vida ley, vida individual y desgravamen, lo que ha explicado el incremento del pago de los siniestros.
“Ha habido una proactiva actitud de las aseguradoras tanto en los contratos de salud como de vida”, comenta el ejecutivo.
Pero los desembolsos de siniestros aún estarían en su etapa inicial. De acuerdo con Marcel Fort, gerente general de Crecer Seguros, existe un retraso de aproximadamente un mes en el pago de siniestros de los seguros de vida, debido a que el confinamiento evitó que muchos beneficiarios puedan tramitar la reclamación.
Más aún, para Gustavo Melquiades, vicepresidente en Marsh Rehder Corredores de Seguros, el retraso en el pago de siniestros se aproximaría a dos meses por las restricciones de movilización social.
“Acceder a una historia clínica ha sido complicado, porque el personal administrativo de los centros de salud estaban en confinamiento”, comenta.
MEJOR SISTEMA DE PROTECCIÓN
De acuerdo con Melquiades, sobre la consideración del retraso que existe en el pago de siniestros y el incremento en la magnitud de los desembolsos por parte de las aseguradoras, se empezará diferenciar qué aseguradora tuvo un mejor sistema de protección con sus clientes.
Esto, porque según el ejecutivo, los brokeres de seguros están enfrentando discrepancias con las compañías de protección sobre si las pólizas de vida tienen o no cobertura contra la pandemia.
Melquiades explica que la única póliza de vida que no tiene exclusiones por muerte a causa del COVID-19 es la de vida ley, que es ofrecida por los empleadores de forma obligatoria a sus trabajadores en planilla. En el caso de los otros productos de vida, depende de la política de cada aseguradora.
Según el ejecutivo, hay aseguradoras que en un comienzo dijeron que sus coberturas de vida distintas a vida ley sí cubrirían la pandemia y ahora se están ‘echando para atrás’.
“Las comunicaciones [de las aseguradoras que van a cubrir coronavirus] no son parte de los contratos. Las aseguradoras pueden decirle al mercado voy a cubrir algo, pero esa comunicación no es vinculante en el contrato”, indica.
“Las compañías de seguros debieron agregar una adenda en los contratos que a partir de esa comunicación anularán la exclusión por pandemia”, menciona el ejecutivo.
“Las compañías de seguros debieron agregar una adenda en los contratos que a partir de esa comunicación [sobre que cubriran los siniestros causados por el coronavirus] anularán la exclusión por pandemia”, indica Gustavo Melquiades, vicepresidente de Marsh Rehder.
PERSONAS NO CUBIERTAS
Pero este no es el único reto en la promesa de valor de las aseguradoras.
A decir de Valz-Gen, las compañías de protección han restringido temporalmente la venta de seguros de vida para las personas mayores de 60 años, toda vez que este grupo de edad es más vulnerable al COVID-19. “Las compañías están siendo más precavidas”, precisa.
De acuerdo con Luis Arcila, Director de Vida y Decesos de Mapfre, en la actualidad es posible comprar seguros en Mapfre, toda vez que están preparados para atender a sus clientes de manera virtual. Comenta que no se ha observado un incremento en el precio de los seguros de vida, pero agrega que la situación podría cambiar.
Silvia Aguilar, gerente de Seguros de Vida Individual y Pensiones de Pacífico Seguros, sostiene que si bien la probabilidad de muerte puede haber aumentado con la pandemia, este riesgo está contemplado en sus productos. “Nuestro propósito siempre está enfocado en seguir protegiendo a las personas”, indica.
Por su parte, en busca de la transparencia, las aseguradoras a través de su gremio lanzaron la plataforma Heredero Seguro, que permite conocer a las personas, en un breve plazo, si su familiar fallecido ha tenido un seguro de vida con el fin de que lo pueda tramitar. Sin embargo, existe el reto en las compañías en honrar su palabra en las exclusiones por la pandemia.
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