El afrontar y resolver problemas es parte integral de la labor de todo ejecutivo, pero conforme el entorno se vuelve más incierto, impredecible y disruptivo, más difícil se tornan los problemas y el solucionarlos. La experiencia acumulada es valiosa, pero cada vez más el llamado “espejo retrovisor” se vuelve más “opaco” y aporta menos.
Los ejecutivos capaces de resolver problemas complejos se forman, vale decir, no es una condición innata. Charles Conn y Robert McLean autores de “Bulletproof Problem Solving”, han estudiado este componente del ‘management’ y han identificado 6 condiciones necesarias para optimizar las oportunidades de sobresalir al solucionar problemas en entornos de alta incertidumbre.
- La primera condición exige ser curioso y cuestionarse el por qué de tal o cual situación. Habrá que resistir caer en prejuicios para liberar la mayor cantidad de opciones a la hora de acometer un problema.
- La segunda condición recomienda ser tolerante a la ambigüedad y mantener una actitud humilde ante los desafíos. Será necesario realizar experimentos de “prueba y error” en entornos controlados.
- La tercera condición propone el adoptar una visión amplia e integral de la situación. Será clave el analizar todas las aristas del problema.
- La cuarta condición requiere el mantener la espontaneidad y buenos reflejos, ya que los síntomas que anuncian un problema complejo no se dejan ver con facilidad.
- La quinta condición aconseja el apalancarse de la inteligencia colectiva incentivando la tormenta de ideas del grupo y valorar las opiniones. Los aportes no responden necesariamente a la jerarquía. El incorporar mentes fuera del entorno de la firma enriquecerá el diálogo y las oportunidades de éxito.
- La sexta condición se refiere a la importancia que juega una adecuada motivación para generar la actitud mental requerida a la hora de enfrentar los desafíos.
Vivimos en un mundo donde se presentan situaciones no antes vistas que llevan a los ejecutivos a extremos de estrés que puedan inclusive paralizar sus reflejos, de ahí la importancia de prepararse adecuadamente potenciando nuestras capacidades y así no solo tener éxito en solucionar problemas, sino también aprender a disfrutar la adrenalina que ellos generan y salir fortalecidos de la experiencia.