Los acontecimientos que marcaron el sector minero en el 2019 no fueron las grandes inversiones que se iniciaron -caso de Quellaveco en el 2018- sino las que no pudieron concretarse, como Tía María (US$1.400 millones), el proyecto minero más esperado durante el año.
A ello, cabe añadir los recurrentes estallidos sociales a lo largo del corredor minero del sur (léase Las Bambas) y la inesperada guerra comercial entre Estados Unidos y China, que tuvo un efecto negativo en la dinámica de los precios de los metales.
►La inversión en exploración minera desciende a su nivel más bajo
►SNMPE: exportaciones de cobre cayeron 8,6% a octubre de este año
“Desgraciadamente, el balance del 2019 es mixto, debido a la menor producción minera y la tendencia a la baja en los precios del cobre, plata y zinc”, apunta Pablo de la Flor, director ejecutivo de la a Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE).
De acuerdo al gremio minero-energético, esta conjunción de menores precios y volúmenes de producción (solo el cobre, plomo y estaño no han caído) ocasionará que el valor de las exportaciones mineras cierre el 2018 con un descenso de 6%, a US$27.500 millones.
¿Cómo afectará esta coyuntura en los resultados de las empresa mineras?
VENTAS Y UTILIDADES
Pablo Saravia, socio y líder de minería de PwC Perú, estima que el 2019 verá una caída de 2,5% a 3,5% en las ventas de las compañías mineras que cotizan en la Bolsa de Valores de Lima.
Y lo mismo ocurrirá con sus utilidades netas, que descenderán considerablemente debido a la concurrencia de otros factores, como el agotamiento de recursos mineros, que las han obligado a “registrar cargos a resultados por deterioro de activos”.
Tal es el caso de Nexa Resources y Barrick Misquichilca.
No obstante, PwC considera que hay aspectos positivos a tomar en cuenta, como la mejora en el Ebidta y la liquidez de la mayoría de las empresas mineras, debido a la exitosa implementación de planes de reducción de costos y eficiencias operativas.
La sombra, sin embargo, continúa siendo la inversión en minería, que este año no alcanzaría los US$6.000 millones proyectados por el Ministerio de Energía y Minas (Minem).
Abona, en ese sentido, la postergación de Tía María y el hecho de diferir otros cuatro proyectos mineros, de un total de seis, anunciados por el Minem para el 2019.
TÍA MARÍA Y LAS INVERSIONES MINERAS
Miriam Loli, socia de auditoría de Deloitte Perú, anota que este traspié es el producto de la incertidumbre política y el resurgir de la conflictividad social.
“Lo ocurrido en Las Bambas y Tía María no ha tenido un impacto en la producción minera, pero sí en el ambiente de negocios, particularmente, en los directorios de las mineras globales, que tienen proyectos en varios países y deben decidirse por uno”, señala.
El efecto adverso de la no salida de Tía María había sido advertido por Carlos Gálvez, ex gerente de finanzas de Buenaventura, hace un año.
Si no sale Tía María, no tendremos más megaproyectos hasta el 2021, solo proyectos pequeños, ampliaciones de minas y ajustes de operaciones”, señaló el empresario a este suplemento (Día1, 31/12/2018).
Según estadísticas oficiales, este año solo se ha iniciado la construcción de un proyecto minero: la segunda fase de la ampliación de Poderosa (La Libertad).
Debido a estos magros resultados, la SNMPE pronostica que la inversión minera cerrará este año con una cifra cercana a los US$5.500 millones, amparada en los proyectos mineros iniciados en el 2018: Quellaveco y Mina Justa,
No obstante, el Minem confía en alcanzar su meta.
“A octubre estamos ya en US$4.780 millones, 25% más que en el 2018. Si extrapolamos esta cifra al 2019, pensamos que podremos llegar a los US$6.000 millones”, apunta Juan Carlos Liu, ministro de Energía y Minas.
A noviembre, la inversión en minería anotó US$5.300 millones. ¿Diciembre verá un repunte?