Una revolución en el trabajo: ¿cómo cambiará la jornada laboral en el futuro cercano?

Y es que, de acuerdo al estudio de marras, incluso la manera como dormimos cambiará sustancialmente con la transformación que está provocando el coronavirus en nuestros trabajos a nivel global. “Pasaremos a sueños bifásicos o trifásicos, ya no acotados a ocho horas durante la noche, que es el esquema que hemos venido manejando desde la revolución industrial”, indica el ‘dossier’ de EY.

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A ese nivel llegarán los cambios que veremos a futuro. Los efectos de la pandemia en la economía y los negocios no sólo pasarán por la transformación digital de las empresas, ese es solo el primer escalón de un proceso que va a reestructurar la cultura organizacional de las compañías en todo en mundo, y ello implica más de un reto para las peruanas.

ACUERDOS FLEXIBLES

El primer desafío para nuestro empresariado será la adopción de acuerdos flexibles que ya no se restrinjan a jornadas laborales de ocho horas diarias y dos días libres a la semana, sino que involucren una nueva gestión del día que ha difuminado los límites entre el trabajo, el tiempo libre y la educación, apunta el estudio de EY.

¿Están preparadas las empresas peruanas para eso? ¿Cómo han ido asimilando los cambios que apuró el COVID-19?

Para Ximena Vega, quien es CEO & Founder de Claridad, Coaching Estratégico, la respuesta local ha ido mejorando con los meses. “En los primeros dos, entre marzo y abril, había entre el empresariado una negación del problema, se creía que iba a ‘pasar rápido’, pero luego, en mayo y junio, se entendió y se comenzó a tomar cartas en el asunto, como la implementación de oficinas en casa. Para julio y agosto ha habido mucho trabajo de psicología y ‘coaching’, que ahora está sirviendo para dar el paso a un retorno semipresencial y controlado”, explica.

Ese es el contexto local sobre el que descansarán los cambios que demandará la era post pandemia. Y en ese entorno la cuestión principal es cómo mantener o mejorar la productividad de los colaboradores, más aún si, con el trabajo remoto, deben lidiar con una serie de situaciones complejas.

EMPATÍA Y COLABORACIÓN

Un ejemplo de lo dicho es una reciente encuesta que EY Perú realizó entre trabajadores de distintas compañías aquí. Muchos indicaron su preocupación por cómo organizarse en un ambiente en el que está ‘todo mezclado’. “Cómo responder correos o participar de reuniones online, mientras se atiende a los hijos y se prepara la comida”, apunta a Día1 la gerenta senior de Consultoría de EY Perú, Pilar Quinteros.

Por eso, las estrategias de las empresas deben considerar una alta dosis de empatía con los colaboradores, vale decir, “colocar al ser humano al centro de todo lo que se haga”, refiere la ejecutiva. Eso pasa por los acuerdos flexibles arriba mencionados, pero también por una nueva forma de ver a la economía y los negocios, algo que en EY llaman Economía de agentes libres y colaborativa (GIG, por sus siglas en inglés). ¿Cómo aterrizamos eso?

Quinteros trae a colación una vía rápida: las capacitaciones. En un contexto que demanda una gestión del clima laboral que trascienda las fronteras de una organización, se pueden promover aportes que vayan más allá del colaborador, que sirvan también a sus familias.

Precisamente, la forma cómo uno se educa a partir de ahora tendrá un viraje más notorio hacia la capacitación constante, sostenida a lo largo de los años, y ya no enfocada sólo en determinados períodos, como los de la universidad o el posgrado, según EY.

ADAPTACIÓN Y JUBILACIÓN

Lo dicho implica reconstruir la forma de enseñar y apostar más por los formatos ‘blended’, anota a su turno Lineth Herrera, jefa de Career Services en UTEC.

Además, como respuesta a la disponibilidad 24/7, las fórmulas de jubilación anticipada (desde los 30 años) irán ganando terreno, para lo cual el sistema financiero debe prepararse, finaliza el estudio de Megatendencias. Válido tomarlo en cuenta en tiempos en los que se discute la reforma a nuestro sistema previsional.

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