Turismo en el Perú: la ruta de la recuperación de los viajes en el 2023 y los destinos preferidos

Por eso, lo que suceda en los próximos meses será, como hemos dicho, decisivo para esta industria, y, por lo menos de acuerdo a las proyecciones oficiales, hay argumentos para ser (moderadamente) optimistas.

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Así se colige tras revisar el “Perfil del potencial vacacionista nacional 2022″, un reciente estudio elaborado por Prom-Perú que destaca las oportunidades que debe aprovechar el sector de los viajes en nuestro país, a corto y mediano plazo.

Según el ‘dossier’, el 55% de los “potenciales vacacionistas peruanos” tiene previsto viajar a nivel interno en los próximos tres a seis meses, siendo mayor el interés (73%) en los estratos altos (es decir, en los NSE A y B) y con una marcada preferencia por el llamado turismo de aventura (65%).

Prom-Perú apunta que los destinos en la mira, siempre dentro de nuestras fronteras, son Cusco (con el 21% de la intención de visita), Lima (12%), Arequipa (9%), Amazonas (7%) y Piura (con el 6%).

En este punto, dos reflexiones interesantes, refiere la entidad: primero, el hecho de que el Cusco lidere, por primera vez, el ránking de los destinos a visitar por los peruanos, una muestra de cómo han cambiado las preferencias de viaje con el descalabro del COVID-19.

Sobre ello también ha comentado a Día1 el ex presidente de la Cámara Regional de Turismo de la Ciudad Imperial, Carlos Milla, quien ha hecho énfasis en cómo la oferta de restaurantes, hoteles, agencias de viajes y guías en el ‘Ombligo del mundo’ viró hacia el viajero local apenas comenzó a recuperarse el sector (desde el 2021), debido a la ausencia de visitantes extranjeros, que hasta el 2019 solían ser el foco de atención.

El otro aspecto relevante que destaca Prom-Perú es “el ingreso de Amazonas a la lista de los destinos más deseados pos cuarentena”, asociando ello a que esta región se vincule con “actividades de naturaleza, aventura y cultura en espacios abiertos”, una práctica que “ha ganado relevancia en este período”, como anota en su informe.

Aquí cabe añadir que también el ‘turismo de sol y playa’ ha crecido en estos tiempos de emergencia sanitaria, con un avance de seis puntos porcentuales respecto de la prioridad que le daban los viajeros peruanos en junio del 2021 (situándose ahora en un 26% de interés).

Ciertamente, no sólo los destinos priorizados han cambiado con la pandemia, sino la definición de con quiénes se viaja, de acuerdo al estudio que hoy disgregamos. En esa línea, siete de cada 10 potenciales turistas peruanos viajarían en grupos reducidos durante el siguiente semestre, sea con su familia directa o en pareja, cuando en el 2019 esa preferencia no alcanzaba ni a la mitad de los visitantes.

A inicios de este mes, justamente, Amora Carbajal, actual presidenta ejecutiva de Prom-Perú, proyectó que este año el turismo interno generará unos US$2.500 millones de movimiento económico para nuestro país, con más de 24 millones de viajes realizados en ese período.

Parte de ese cálculo descansa en las estimaciones que conforman el “Perfil del potencial vacacionista nacional 2022″, una de las cuales es el incremento del tiempo de permanencia en el destino visitado, que se espera sea de una media de cinco noches, una más que el promedio del 2019.

Lo dicho también influye, por supuesto, en el gasto por viajero durante su visita, que este año se calcula en S/647, cuando antes de la pandemia se situaba en S/464.

Vale la pena aclarar que para que esto se concrete es vital garantizar el cumplimiento de los protocolos sanitarios por parte de la oferta turística local, más aún si tomamos en cuenta que el 65% de los vacacionistas peruanos dejó de viajar en el 2021 por ítems vinculados a la bioseguridad, como la inseguridad sobre los protocolos en el destino, la posibilidad de contagio o la inseguridad respecto a los protocolos del transporte, por ejemplo.

En esa línea, Stoessel añade que es igual de relevante el aspecto de la llamada ‘tranquilidad social’. “Si hay huelgas, se cierran las carreteras, se cancelan vuelos, todo eso afecta terriblemente la imagen del Perú y afectas a la gente que está viajando. Luego, la gente comienza a pensar antes de tomar la decisión de viajar, a evaluar si realmente vale la pena”, nos explica.

La ‘paz social’ es elemental para el turismo, y entre otras cosas viabiliza el boyante avance de la conectividad aérea, que tras el duro golpe de la pandemia, se está recuperando aceleradamente, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés).

Hace dos semanas, el gremio aerocomercial reveló que la industria aérea en el Perú ha alcanzado ya el 78% de recuperación frente al 2019, aún con las limitaciones de infraestructura de nuestros aeropuertos a nivel nacional, un déficit del que ninguno se salva.

Esto es particularmente interesante porque, de acuerdo a Prom-Perú, la preferencia por utilizar el avión (38%) casi se ha nivelado con la del ómnibus (40%), cuando hace apenas tres años el uso del transporte terrestre cuadriplicaba al aéreo.

Parte de este ‘boom’ de las aerolíneas se explica por el posicionamiento de las ‘low cost’ a nivel local, y da pie a proyecciones como la que ha compartido recientemente José Ignacio Dougnac, CEO regional de Sky, con Día1: pasar del 20% de ‘market share’ que tienen hoy en el mercado doméstico, al 30%, en uno o dos años.

Y si tomamos en cuenta que la densidad de viajes aéreos por habitante en nuestro país es de apenas 0,68 al año, es fácil notar que el techo para que crezca esta actividad es todavía alto.

Como hemos indicado al inicio de este informe, a diferencia del turismo interno, la recuperación de los viajes internacionales aún no supera el 30% de lo registrado en la prepandemia (2019), pero aún así, este 2022 debe generar un movimiento de US$2.000 millones, como ha referido A Carbajal, cabeza de Prom-Perú.

De acuerdo a su proyección, este año arribarán a nuestro país 1,5 millones de turistas extranjeros, y si uno coteja esa cifra con las estadísticas del Mincetur, notará que Estados Unidos es el país que más viajeros está aportando al Perú. Sólo entre enero y julio de este año, aterrizaron en Lima 263.930 estadounidenses, lo que representa un crecimiento de más de 300% sobre lo reportado en ese mismo período del año pasado.

En el ‘top 5′ de nuestro turismo receptivo también figuran, en ese orden, Chile, Colombia, Ecuador y España (ver infografía), y cada cual precisa una estrategia específica.

La recuperación total debería lograrse en el 2023, pero ver para creer.

Todavía es lenta la recuperación del turismo emisivo desde el Perú (conformado por nuestros compatriotas residentes que salen al extranjero a turistear).

Según data del Mincetur, cerca de 1 millón de peruanos salió a hacer turismo en el extranjero, entre enero y julio de este año.

Vale precisar que en el 2019 (prepandemia) fueron 3,3 millones los compatriotas que hicieron turismo emisivo, de modo que aún estamos lejos de la recuperación total.

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En este ámbito, Chile figura como el destino más visitado, seguido, en ese orden, por Estados Unidos, España, Colombia, Panamá y México.

Ese es el panorama que marca la apertura de rutas aéreas internacionales que se conectan con Lima, y no debe sorprender, entonces, la ambiciosa apuesta de las aerolíneas que operan aquí por aumentar conexiones con países como Estados Unidos y Colombia, así como con el Caribe.

Una apuesta interesante, en esa línea, podría ser la ruta entre Cusco y Bogotá, que está estudiando Avianca, como ha referido a Día1 el COO regional de esta línea aérea, Frederico Pedreira.