El comercio electrónico se ha convertido en la herramienta de ventas de primera mano durante la cuarentena alrededor del mundo. Aunque en el Perú está restringido a la adquisición de bienes de primera necesidad, como medicamentos y alimentos, esta no ha parado de crecer y, de regularse, podría acelerar su desarrollo y ayudar a encender los motores de la economía y el consumo, aseguran las fuentes consultadas por Día1 para este informe.
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“Un tema que nos ha sorprendido es que no hemos visto que el gobierno peruano se pronuncie como lo hizo, por ejemplo, el colombiano, sobre el comercio electrónico ante las medidas de contención ante el COVID-19”, comenta Fernando D’Alessio, CEO y cofundador del mall online Juntoz.
De acuerdo a José Bernal, country manager de Rappi en el Perú, en los nueve países donde opera el aplicativo de delivery en Latinoamérica existen restricciones en cuanto a horarios, cómo operar y ciertas reglas para que los envíos sean seguros. No obstante, solo en el Perú se han suspendido también las entregas de restaurantes por delivery.
A pesar de ello, empresas como las plataformas Mercado Libre y Juntoz.com han visto en vivo y en directo el crecimiento de la demanda durante la cuarentena. La primera, por ejemplo, con operaciones a nivel latinoamericano, en nuestro país advierte un incremento en la comercialización de productos de consumo masivo y en productos como mascarillas y alcohol en gel, asegura Pedro White, head of Marketplace de Mercado Libre en el Perú.
En caso del shopping mall online Juntoz.com, que alberga a unas 800 tiendas de diversas categorías (desde moda a juguetes), las ventas de supermercados y farmacias se han triplicado durante el período de aislamiento, precisa a Día1 D’Alessio, CEO de la firma. Al igual que su competidora Mercado Libre, la venta de productos no esenciales está activa, pero solo se entregarán una vez que concluya el estado de emergencia.
La empresa de envío corporativo de paquetería Chazki también ha notado la diferencia. “El crecimiento de la demanda de los servicios de envío de alimentos de supermercados y bienes de primera necesidad nos ha permitido cubrir la demanda perdida del ecommerce tradicional”, sostiene su CEO, Gonzalo Begazo, en relación al mercado peruano. Es que en Chile, Argentina y México –donde también operan– sí mantienen las entregas de productos electrónicos, ropa y alimentos procesados, aclara.
“Definitivamente, vamos a ser una alternativa en el nuevo estilo de vida de la gente”, agrega Bernal.
El sector de comercio electrónico en el Perú, comenta D’Alessio, venía ya ascendiendo en más de 30% anual durante los últimos años, antes del coronavirus. A raíz del aislamiento social, el temor a la enfermedad y la aceleración del canal online hasta el momento, el ejecutivo estima que este crecerá dos o tres veces más luego de la cuarentena.
EL RETO LOGÍSTICO
Lo cierto es que aunque la demanda existe y crece a velocidad para productos de primera necesidad, hay retos logísticos por sortear ante la emergencia.
En el caso de Juntoz, si bien la demanda de productos de primera necesidad ha crecido de manera exponencial, han tenido dos limitaciones a nivel logístico. La primera es que solo tres de sus 12 partners logísticos están operando durante la cuarentena y solo en Lima, lo cual no les permite operar en el interior del país.
La segunda está relacionada a los problemas que afrontan las cadenas de suministros de las marcas que proveen estos productos para reabastecerse rápido. “Ello nos lleva a hacer entregas en 48 horas cuando antes de la cuarentena, un tercio de nuestros pedidos se entregaba el mismo día”, cuenta D’Alessio.
Desde Rappi informan que actualmente se pueden canalizar las compras de primera necesidad a través del aplicativo pero no están autorizados como aplicativo de delivery a realizar la entrega de estos productos por las disposiciones actuales.
“Al inicio nos dijeron que estaban habilitados los servicios de supermercados y farmacias pero luego que con la flota de estos establecimientos. Ahí nos mantuvimos al margen y hemos tenido acercamientos con los ministerios para dejar en claro que somos una operación segura para distribuir productos de primera necesidad”, explica el ejecutivo.
A la par de esperar la fecha en la que puedan volver a operar, el aplicativo ve alternativas para unirse con aplicativos de taxi y otros similares para poder distribuir los productos que se adquieran a través del ‘app’. Asegura que a nivel de logística, Rappi tiene el expertise para manejar esa nueva demanda que está sorprendiendo a los supermercados.
Hace una semana, el aplicativo de taxi Beat lanzó su servicio de envíos para productos esenciales y esta semana Cabify hizo lo propio.
LA NECESIDAD ES LA MADRE DE LA INVENCIÓN, DICEN
En ese contexto, comienzan a emerger soluciones en línea, que están sorteando las limitaciones logísticas por sus propios medios.
Este es el caso de llegamosatucasa.com , que permite visibilizar la oferta de cercanía de empresas autorizadas para transitar. Esta plataforma colaborativa, en la que se pueden buscar y registrar comercios, ofrece una veintena de categorías asociadas al sector alimentos y de cuidado personal e higiene, con alcance hasta en 25 distritos de la capital peruana.
Pero la disrupción va más allá de dicha iniciativa web: está sucediendo en el seno mismo de los negocios que han elegido ser parte de ella. Un ejemplo es el de la exportadora de pescado Frozen Products Corporation, que con 28 años de actividad en el país decidió lanzar un proyecto piloto de delivery puerta a puerta. Pasan los pedidos antes de las cinco de la tarde y los entregan contra transferencia bancaria total o parcial entre 24 y 48 horas (según la demanda y las rutas que logran armar en ese plazo) en un camión de cinco toneladas, explica Día1, su gerente nacional de ventas, Emerson Flores.
“La coyuntura nos obliga a buscar este mercado nuevo. Antes de que pase esto ni siquiera nos hubiéramos atrevido”, asegura y comenta que restaurantes y supermercados –sus principales clientes locales desde que se lanzaron al mercado interno hace cuatro años- redujeron, sino descontinuaron, las compras tras la emergencia por Covid-19.
Otra solución nacida digital es Mercadillo.pe. En línea desde hace dos años y una plataforma renovada desde noviembre pasado con cerca de 8.000 ítems, en los últimos dos meses ha visto despegar sus ventas en 400% en Lima, cuenta su gerente general, José Antonio Soto. Eso los ha llevado a duplicar su fuerza de entrega: de los tres motorizados por aplicativo con los que operaban pasaron a seis, contratados de manera temporal. “Muchas de las empresas (logísticas) con las que estábamos trabajando se tardaron mucho en reaccionar”, afirma.
Según Soto, nacer en el online reduce costos operativos que actualmente les permite competir en el mercado hasta ahora conocido, del puerta a calle.
REGRESO AL FUTURO
¿Podría el e-commerce dar el salto a otras categorías o servicios? Es lo que esperan en el sector restaurantes. Según reportó este suplemento en su última edición, las operaciones a puertas cerradas son una de las alternativas planteadas por el sector para paliar la eventual pérdida de US$750 millones que supone el cierre temporal de locales por la emergencia por Covid-19.
Pero la oportunidad es mayor, opina Helmut Cáceda, presidente de la Cámara Peruana del Comercio Electrónico (Capece). El gremio junto a empresas del sector logístico local esboza hace un par de semanas una serie de propuestas para el gobierno para “destrabar” la logística del e-commerce, confía a Día1.
“Todo el país quiere comprar online por primera vez en la historia”, alega. “No quieres salir, tienes miedo a que te contagien, por lo cual, ¿cuál es la solución que te queda? Comprar en línea”, afirma.
“Todo el mundo está pasando por una estrategia de digitalización. Esto nos va a empujar 50 años al futuro”, remata.
CONSUMO RESPONSABLE
Como E-Bay y Amazon, Mercado Libre también reaccionó a los precios sobrevaluados de productos de primera necesidad como alcohol en gel y mascarillas, moderando las publicaciones. Además, dieron de baja aquellas con publicidad engañosa no avalada por la Organización Mundial de la Salud, precisa White.