Día Internacional de la Mujer: entrevista a Milagros Avendaño
Día Internacional de la Mujer: entrevista a Milagros Avendaño
Viviana Gálvez Cordova

Milagros Avendaño, gerente general de Apoyo Comunicación, conversó con El Comercio sobre su experiencia de ser una ejecutiva de alto rango en el país.

¿Considera que en el Perú existen pocas ejecutivas mujeres?

Considero que cada vez hay más ejecutivas mujeres, pero igual la diferencia entre los cargos gerenciales ocupados por hombres versus mujeres es importante (en el Perú 1 de cada 5 puestos gerenciales es ocupado por una mujer), esto sumado a la brecha salarial, que igual entiendo se ha acortado.

Sin embargo, creo que esta situación poco a poco está cambiando, hay que reconocer también el esfuerzo de algunos medios por destacar el rol de la mujer en el mundo laboral. Es interesante, por ejemplo, ver algunas portadas de revistas especializadas en el sector empresarial en los últimos meses, que muestran a ejecutivas exitosas. 

¿Cuál considera que es la principal razón que explica esta situación?

Creo que a nivel de mandos bajos y medios las diferencias no son marcadas; sin embargo, las brechas se dan cuando las mujeres tienen que ocupar cargos gerenciales.  A ese nivel,  si bien las oportunidades son menores, probablemente porque nuestra sociedad todavía es muy machista, creo que algunas mujeres podrían no tener el mismo nivel de aspiración, competitividad  y autoconfianza que los hombres.

Por el lado de la aspiración, el ocupar cargos altos implica sacrificar algunas cosas y creo que muchas no están dispuestas. Hay mujeres que sienten que lograr el desarrollo profesional implica sacrificar a la familia, pero no necesariamente ven todo lo que una mujer trabajadora le aporta a sus hijos.

Por el lado de la autoconfianza, afortunadamente cada vez hay menos mujeres a las que las “preparan” desde niñas para que su rol sea principalmente el ser mamá, esposa y estar a cargo de la casa, lo cual podría hacerlas sentir que no tienen las mismas capacidades que los hombres para asumir cargos importantes.

Mi conclusión es que hay factores externos (oportunidades que se dan en el mercado) y por factores internos, ya que la mayoría de mujeres “no se la creen”, es un tema de autoconfianza.

Si tuviera que resumir los tres factores que ayudaron a conseguir el puesto que ahora ocupa, ¿cuáles serían?

Determinación, perseverancia y saber vender porque mi propuesta de valor era relevante para la organización: creo que, en general, la experiencia sumada a la energía y pasión que le ponemos a las cosas pueden marcar la diferencia. 

¿Considera que las mujeres tienen un "techo de cristal" u otro factor que impide un fácil desarrollo profesional ("una carga extra")?

Me parece que se asume que hay muchos roles que deben ser responsabilidad exclusiva de las mujeres. En la medida en que eso cambie y se interiorice que la mujer tiene el mismo derecho de desarrollarse profesionalmente y que, por ende, las típicas responsabilidades de la casa pueden ser compartidas, por ejemplo con el esposo, se puede lograr un desarrollo más pleno de la mujer en el mundo laboral.

Pienso que depende mucho de la personalidad de cada uno y del valor que le das al trabajo como pilar de desarrollo y felicidad. Soy una fiel convencida de que si tienes un trabajo que realmente disfrutas (si no, el costo de oportunidad es alto) es clave que tengas claros los límites entre el trabajo y la familia. El trabajo es negociable, la familia no. No estoy de acuerdo con ser “workaholic”. Siendo organizada, idealmente teniendo flexibilidad horaria y un equipo de gente bien preparada en la cual puedas delegar, puedes lograr manejar ambas cosas.

¿Qué consejos les daría a estudiantes universitarias o profesionales jóvenes mujeres que están en su etapa inicial de carrera profesional?

Que se la crean. Las mujeres tenemos una serie de competencias que desde mi punto de vista nos dan una ventaja diferencial versus los hombres: es ser multitasking, organizadas, ser más sensibles, intuitivas, sumado a que, en el campo de la comunicación, por ejemplo, generamos mayor empatía. Estas competencias son claves para formar gente, para motivar y lograr altos niveles de compromiso y productividad  que son fundamentales para lograr objetivos del negocio. El límite está en la mente, se lo pone cada uno.

Mi recomendación sería que tengan presente que “cada uno hace su posición”, siempre vayan más allá, den la milla extra, que se involucren más allá de las funciones específicas que su posición, que tengan hambre por aprender y que constantemente “se incomoden” por buscar la excelencia.

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