Premios LEC: Así es estar en las entrañas de dos empresarios

“[La fuerza del empresario] es algo que viene de la entraña”, dice Antonio Armejo, presidente ejecutivo de Ilender, que acaba de descender de un avión proveniente de Kiev, Ucrania. “Consiste en destruir el círculo de pobreza a través del desarrollo”, agrega Rosario Bazán, gerenta general de Danper, que está por tomar un vuelo a París. Ambos son emprendedores, provincianos orgullosos y grandes ganadores del premio Líderes Empresariales del Cambio (LEC), organizado por EY y El Comercio. Su rutina no conoce de paradas. Visitar la redacción del Diario para esta entrevista es una excepción.

Armejo, de Mollendo, ganador en el 2016, fundó Ilender en 1989, en un contexto difícil y a ras del piso. Sin ningún privilegio. Pero siempre pensando en convertir su marca, de alimentación y salud animal, en una de alcance internacional. Nunca sintió que lo afectaran los prejuicios. “Cuando eres pequeño [empresario] ni te miran. Recién lo hacen cuando eres grande y una amenaza como competidor”, dice. Luego de 27 años, ese sueño mollendino ya está en las grandes ligas: su empresa registró ventas por 105 millones de dólares en el 2015 y él ha diversificado sus inversiones en otros sectores. 

Pero Armejo no siente un techo. Al contrario, considera que el tamaño de su compañía, que ya tiene filiales en 16 países, resulta “peligroso”, porque no es “ni muy grande ni muy chica” y en el mundo de los negocios nunca se está estático: “O creces o te encoges”, dice. Y por ahora solo piensa en crecer. “Yo no tengo un descanso. Mi descanso siempre es hacer otra cosa”, dice con una sonrisa. Suena a broma, pero no lo es.

Rosario Bazán, de Celendín, ganadora de LEC en el 2015, se mudó muy joven a Trujillo para estudiar en la universidad nacional local. Cuando egresó como ingeniera industrial, veía que los avisos de empleo de los diarios requerían solo graduados de las principales universidades privadas de Lima. No se quedó quieta, escribió una carta a uno de esos posibles empleadores y le ofrecieron el puesto el mismo día en que se presentó.

No lo aceptó. Su destino era otro. En 1994 fundó Danper en La Libertad con capitales daneses y peruanos (de ahí el nombre). Y lo hizo junto con un socio clave: su esposo Jorge Aranguri. Asumió la gerencia general desde el primer día, pero el cargo no bastó para superar el machismo empresarial. Para el círculo de ejecutivos, su esposo siempre sería el ingeniero y ella, la secretaria. “Era difícil [ser mujer] cuando tenía que tender puentes con proveedores, bancos y agricultores”, recuerda. “Como mujeres tenemos ese desafío, actuar según nuestro propósito”, afirma. Hoy, el propósito de Bazán está cumplido: Danper es una de las agroindustriales líderes del país. 

¿Cómo se dieron cuenta de que su camino era ser empresarios? 
Rosario Bazán (RB): Fue en la década del 90, cuando en nuestro país no existía una agroindustria confiable, que enviara señales de compromiso, responsabilidad y seriedad. Era fundamental hacer un cambio. Así fue que junto a mi esposo empezamos a conocer las dificultades del entorno. Conformar un capital humano para los estándares de calidad era un tremendo desafío y lograr clientes que tuvieran confianza en un proveedor del Perú era aun más difícil. Nuestro propósito era lograr una agroindustria innovadora que lograra que el Perú sea conocido mundialmente.

Antonio Armejo (AA): Cuando ves tu vida hacia atrás, recién puedes decir que querías ser empresario. Primero vas haciendo cosas y después te das cuenta de que lo eres. Te vas formando, vas formando gente y te enteras de que tienes una vocación. En mi caso, de servicio. 

¿Qué ha significado para ustedes el premio LEC? 
RB: Un desafío como persona, mujer y empresaria para seguir contribuyendo con el desarrollo de mi país a través de mi empresa. A medida que elevamos la calidad de vida de nuestros trabajadores, sus familias y comunidades, mejoramos nuestra sociedad.

AA: Una sorpresa. Me ha hecho dar cuenta de que todos tenemos acceso. Que un chico de Mollendo, de educación básica, de universidad nacional, puede tener las mismas posibilidades que cualquier persona. No tienes que ser de determinada universidad, [igual] puedes generar trabajo y ser productivo para tu país. 

En la política, la palabra ‘empresario’ está mal vista. El “candidato de los empresarios” es quien responde a intereses. Para ustedes, ¿cómo se compatibiliza el interés empresarial con el interés común? 
RB: A los empresarios se nos presenta la gran oportunidad de ser agentes de cambio para romper el círculo vicioso de pobreza en todas sus dimensiones: pobreza económica, violencia, abuso, injusticia. Con puestos de trabajo decentes y de calidad, estamos reduciendo la pobreza de manera estructural. Una empresa comprometida con su comunidad y región está haciendo Perú. 
AA: El empresario es el que genera los empleos y el que pone en riesgo su patrimonio. Que hay malos empresarios, los hay. Pero la mayoría se esfuerza, sale adelante con sus recursos y no le pide nada al Estado. Ese es el empresario del que debemos hablar. 

Lanzaremos la plataforma Aprende LEC para que miles de estudiantes puedan aprender de ustedes y otros ganadores. ¿Cuáles han sido sus espacios de aprendizaje? 
RB: Mis raíces han influenciado tremendamente en la manera como hago empresa. El éxito, para mí, está relacionado con la fortaleza de carácter, mental, emocional y moral. Si las desarrollas, ya eres una campeona. Mis padres me han enseñado a derribar barreras. Y la universidad, por supuesto: lo que aprendí en ingeniería industrial fue muy importante para ejercer mi función en Danper. 
AA: Mis fuentes fueron mis primeros trabajos, mis sueños, mi fortaleza y mi familia. No podría señalar algo único, sino la multiplicidad de cosas que te llevan a ser empresario. Pero es sobre todo lo que llevas dentro: el servir, la honradez, no engañar. Todo eso te da credibilidad. Mi otra fuente es mi esposa, el pensamiento femenino que me hace falta. 

LEC también tendrá una plataforma educativa
En las próximas semanas, los bancos asociados a Asbanc comenzarán a nominar a las empresas que consideran meritorias del premio Líderes Empresariales del Cambio. Estas candidaturas serán evaluadas por un equipo calificador y un jurado de reconocidos académicos. 

 Al igual que Antonio Armejo y Rosario Bazán, el gran ganador del premio LEC 2017 participará en el EY World Entrepreneur Of The Year en Mónaco. 

Además de la premiación, LEC tendrá próximamente una plataforma educativa, Aprende LEC, para que miles de estudiantes puedan sacar provecho de las experiencias de los ganadores.