El empleo formal creció 7% en diciembre, impulsado por los sectores minería (11,3%) y servicios (8,3%), quedando rezagados comercios (4,2%), construcción (4,4%) y pesca, que cayó (-2,3%), según información del Banco Central de Reserva (BCR).
En la presentación del Programa Monetario de febrero 2022, Adrián Armas, gerente de Estudios Económicos del ente emisor, también señaló que el año pasado este indicador creció 4,2% respecto al 2020. No obstante, fue menor en 2,3% con relación al 2019 (prepandemia).
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Sin embargo, Lima experimentó un crecimiento del empleo formal que ascendió a 5,2% respecto del resto del país (4,8%), lo que indica que empieza a recuperarse, señaló Armas.
Para Hugo Ñopo, investigador principal del Grupo de Análisis para el Desarrollo (Grade), las proyecciones que han realizado las Naciones Unidas y el Banco Mundial prevén una desaceleración de la economía global por la reducción de la demanda de China y Estados Unidos. Estas son muy malas noticias para el Perú, dijo.
Así, refirió que debemos estar alertas a estas caídas porque tendrán implicaciones en el crecimiento de la economía nacional y a su vez, en la generación de empleo. “El crecimiento del empleo tiene siempre un rezago respecto al de la economía. Cuando esta crece, al cabo de entre uno o tres meses recién crece el empleo y hay que prestar atención a ello”, anotó.
Marcel Ramírez, profesor de la Escuela de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico, sustentó que la única fuente sostenida de empleo formal es la inversión privada y para que continúe la recuperación de puestos de trabajo se debe asegurar que las inversiones se conduzcan de acuerdo con su programación. Además, se debe ordenar una ruta de crecimiento, más allá del “combate a la pandemia”, señaló.
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Según el economista Miguel Jaramillo, el informe del BCR indica que, gracias al empleo público, los puestos de trabajo formales exceden los niveles prepandemia desde agosto del 2021. Así, indicó que, si se busca impulsar el empleo sostenible en el largo plazo, el sector público no puede seguir creciendo tanto, señaló.
“Las perspectivas no son positivas para la evolución del empleo para este año. Las expectativas de los agentes que indican si contratan o no personal siguen en terreno negativo. Ha habido una recuperación, pero respecto de los niveles de empleo privado prepandemia estamos atrasados”, añadió.
Medidas
Jaramillo anotó que se debe revisar la Agenda 19 del Ministerio de Trabajo, ya que no incluye ninguna medida o política que fomente el empleo formal privado. Por el contrario, señaló que la mencionada agenda cuenta con medidas que castigan al empleo formal.
“El problema es estructural, necesitamos un marco que incentive la contratación formal, que promueva la productividad y relaciones de largo plazo entre trabajadores y empresas. Eso no se ha observado incluso desde antes de la pandemia, donde lo que hubo fue un boom de contratos temporales”, afirmó Jaramillo.
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Añadió que se necesitan medidas distintas a los subsidios temporales, dado que el periodo de crisis ya terminó.
Por su lado, Katy Noriega, asociada sénior de Philippi Prietocarrizosa Ferrero DU & Uría, resalta las dificultades que enfrentan las empresas para llevar a cabo un proceso formal.
“La simplificación de los procedimientos recae exclusivamente en el Gobierno y no hemos visto un real compromiso en establecer mecanismos permanentes que den a las empresas la posibilidad de obtener alguna ventaja al ingresar a la formalidad”, señaló.
Entre otros temas pendientes, Noriega mencionó la correcta difusión de programas que incentiven la formalización, la consolidación de reglas flexibles que no desprotejan a los trabajadores, el fortalecimiento de la fiscalización laboral pero enfocada en el sector informal y la discusión del incremento de la Remuneración Mínima Vital (RMV).
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“La posibilidad de establecer una RMV diferenciada por sector implicaría conocer mejor la realidad para no ahorcar a los empleadores que, estando en la formalidad, no tienen la capacidad de realizar un incremento”, añadió.
En tanto, Ramírez, señaló que lo más importante es tener un mensaje y estrategia única de apoyo a la micro y pequeña empresa formal y reevaluar la política tributaria y laboral.
“Cada sector considerado rezagado y con potencial de recuperación como la pesca, comercio y construcción, requieren de una estrategia multisectorial como las mesas técnicas, pues son sectores con características muy diferentes y con impactos disímiles en el empleo y los ingresos”, añadió.
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Ñopo mencionó que nuestro problema es tan sistémico que no existe un conjunto de medidas que logre resolver el tema del empleo formal. Sin embargo, remarcó que sí se puede pensar en el crecimiento de la economía ya que, si esta crece, se generará más empleo.
“También es cierto que no todos los sectores generan empleo por igual. Es importante anotar que la productividad laboral varía mucho en sectores como comercio y servicios por lo que nos vendría bien aumentar la productividad laboral”, señaló.
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