Las exportaciones peruanas cerraron el 2023 registrando más de US$64.355 millones en valor, lo que representó un crecimiento de 1,1% frente a los US$63.642 millones del 2022, de acuerdo con el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur).
El resultado fue -en palabras de la Asociación de Exportadores (Adex)- “sorpresivo”, dado que el sector esperaba desde octubre que los envíos al exterior terminen con una contracción de 1,3%. También el Mincetur esperaba un resultado en negativo, como señaló el titular de la cartera, Juan Carlos Mathews, a este Diario en setiembre.
A ello se suma que, durante el año, hubo cinco meses que registraron caídas hasta de 13,1% [ver infografía], de acuerdo con el Centro de Investigación de Economía y Negocios Globales de Adex (Cien-Adex).
Y si bien no se trata de una cifra alta, Óscar Quiñones, jefe del Instituto de Investigación y Desarrollo de Comercio Exterior de la Cámara de Comercio de Lima (Idexcam), sostuvo que este resultado no solo depende de la industria peruana, sino también de la situación económica de los países destino que demandan nuestros productos.
Minería y agro
Entonces, ¿qué ocurrió para que el resultado fuera mejor al esperado? Los sectores que aportaron al crecimiento en el 2023 fueron la minería y las agroexportaciones, que representan un 75% del total de despachos, explicó Gabriel Arrieta, jefe de Estudios Económicos e Inteligencia Comercial de Adex.
Para el caso minero, su crecimiento de 11,4% en el año se explica por un mayor volumen en los envíos de cobre -principal producto de la canasta exportadora-, así como tener precios internacionales favorables, agregó.
“El aumento del precio internacional de este ‘commodity’ se concentró en el segundo semestre del año. Ahí se ve un crecimiento de alrededor del 5% del precio”, sostuvo.
El otro factor importante, el agro, tuvo un adelanto en la cosecha y exportación de uva, que fue el principal producto agroexportador en el 2023 con envíos por US$1.745 millones.
Gabriel Amaro, presidente de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (Agap), señaló que los fenómenos climatológicos en el 2023 ocasionó dicho adelanto en algunos productos agrarios, como también fue en los arándanos, mangos y espárragos.
Y así como hubo un adelanto de la ventana exportadora de algunos productos, también se dio un aumento en el precio de venta.
Ello ocurrió, por ejemplo, con las uvas y los arándanos, apuntó Rafael Zacnich, gerente de Estudios Económicos de la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (ComexPerú).
Los envíos de arándano al exterior crecieron un 12,4% en valor, según el Mincetur. Sin embargo Zacnich precisó que en volumen disminuyó un 25%. “El precio relativo del arándano durante el 2022 fue en promedio US$4,80 por kilogramo, en el 2023 fue de US$8,10. Es un crecimiento en el precio relativo de hasta 70%, en los valores de la exportación de arándano”, apuntó.
Por ello, si bien las exportaciones generales lograron un nuevo récord y las agroexportaciones superaron el umbral de los US$10.000 al cerrar en US$10.134 millones, el especialista de ComexPerú reiteró que dicho crecimiento está relacionado a los precios y, principalmente, a los envíos de uvas y arándanos.
De acuerdo con Adex, las agroexportaciones tradicionales cayeron en volumen un 6,62% frente al 2022, y las tradicionales disminuyeron 4,74%.
Panorama del 2024
Para el presidente de Agap, el adelanto de las cosechas en determinados productos conllevará a que su producción sea incierta para este año. Esto se notaría en el caso de la uva, que tendría una contracción del 10% en su campaña de exportación -que va de agosto a marzo-, como lo señaló en enero la Asociación de Productores de Uva de Mesa del Perú (Provid).
Por su parte, tanto Arrieta como Zacnich indicaron que se debe esperar a los resultados de enero, aunque también consideraron que podría tener un crecimiento, debido a una menor base comparativa registrada en enero de 2023.
Respecto a las exportaciones generales, Adex espera un crecimiento mayor al del año pasado, por la moderación de los choques económicos y climáticos.
Justamente, las expectativas de un Fenómeno del Niño Global más moderado puede beneficiar en el desempeño de la agroexportación y de la pesca.
A su vez, Quiñones sostuvo que la producción agraria del norte se podría ver afectada “débilmente” por dicho evento climatológico. Pese a ello, los despachos agrarios podrían tener un repunte si ocurre desde agosto el Fenómeno de La Niña -que significarían un periodo de temperaturas frías-.
Por su lado, Zacnich apuntó a que en la minería se podría esperar un crecimiento en el primer o segundo trimestre del 2024, pero precisó que no hay proyectos nuevos para exportar minerales en la segunda parte del año o de cara al 2025.
A ello se suma que la demanda cuprífera por parte de China no tendría los niveles esperados de crecimiento, sostuvo Quiñones. Ello se corregiría en el segundo semestre del año, por lo que se podría ralentizar el incremento de las exportaciones totales, agregó.
Para la pesca, apuntó a que si bien podría recuperarse el sector, aún es incierta su situación. “Mucho va a depender si no se tiene una temporada de pesca en los primeros seis meses del año”, acotó.