Melissa Rodríguez Enciso

Finanzas en el Cole es un programa pionero en el país que cuenta con más de 15 años y que tiene como objeto capacitar a los docentes para que sean facilitadores que trasladen a los estudiantes de primaria y secundaria conocimientos relacionados a la educación financiera.

El programa nace a partir de un convenio de cooperación interinstitucional entre la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) y el Ministerio de Educación en el 2006. Luego se lanzó un piloto con docentes en el 2007 y, a partir de los resultados, se decide instaurar el programa de educación financiera para docentes de secundaria, cuenta Juan Carlos Chong, jefe del Departamento de Eduación e Inclusión Financiera de la SBS.

En el 2008, el diseño curricular nacional consideró a la educación financiera en la educación secundaria y este se amplió posteriormente para el nivel primario en el 2015, cuando también se incorporaron competencias de gestiones responsables de los recursos económicos, emprendimiento y el esquema de tecnología de la información en la educación financiera, anota Chong.

¿Cómo participar?

Para que los docentes puedan participar del programa se realiza una coordinación con el Ministerio de Educación, las direcciones regionales de Educación o las Unidades de Gestión Educativa Local (UGEL) de las mismas regiones, quienes realizan una convocatoria.

Para el nivel secundario, los temas se imparten en las asignaturas de ciencias sociales, mátemática y educación para el trabajo y, para el nivel primario, a todos los docentes pues en muchas escuelas públicas los profesores enseñan en todas las aulas.

El programa tiene una duración de tres días. En él se trataban temas como recursos, gastos y necesidades; la importancia del ahorro, el manejo del crédito, los deberes y derechos del consumidor financiero, el uso adecuado de la tarjeta del crédito, créditos productivos, cultura de seguros, cultura previsional y de prevención de lavado de activos.

Con ello, los profesores que participan en el programa reciben recursos educativos que pueden utilizar en las aulas tales como un manual del docente, libro que está disponible en la web de la SBS, material didáctico para usar con los estudiantes y algunas guías.

Metas y retos

El programa se ha institucionalizado, cuenta Chong, y han llegado a capacitar a 25 mil docentes en todas las regiones del país alcanzando a 1,5 millones de estudiantes en más de 10 mil instituciones educativas.

“Tenemos el compromiso de llegar a 2 mil docentes por año, ya hemos capacitado al 40% de los profesores objetivo en educación secundaria y, pese a la rotación, la idea es mantener el compromiso de apoyarlos en los temas de formación en educación financiera”, dice Chong.

Por otro lado, uno de los puntos de inflexión que tuvo el programa, se vivió durante la pandemia pues, en el 2020 tuvieron que adecuarse y virar hacia la virtualidad.

Con ello, en el 2020, 2021 y parte del 2022, el programa fue virtual.

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“Un reto interesante como institución fue continuar con el programa porque se vio, no solo con los docentes y estudiantes, sino a nivel nacional, la importancia de la educación financiera como un mecanismo para generar resiliencia en la población en años donde había mayor escasez de recursos y se debía priorizar un adecuado manejo de estos”, explica el experto.

Así, la pandemia impulsó a diversificar la oferta de canales de educación a docentes y, aunque mantienen como canal principal el presencial, mantienen los canales virtuales para aquellos docentes que por algún motivo, como la lejanía, no pueden asistir.

¿Qué sigue para el programa?

Actualmente están trabajando en una alianza público - privada con la Asociación de Bancos, la Asociación de Seguros y la Fundación de Cajas Alemanas, para el desarrollo de programas virtuales para docentes.

“Un gran reto que tenemos como país es que los estudiantes que se están desarrollando bajo la nueva currícula escolar de temas y contenidos de educación financiera, puedan mejorar las competencias financieras una vez logren culminar sus estudios de educación secundaria y así mejorar nuestros niveles de educación financiera en el país como conjunto”, anota el representante de la SBS.

El 60% de la población tiene niveles de educación financiera por encima del mínimo requerido, explica, pero aún queda un 40% por debajo de lo establecido por la OCDE. Con el programa, esperan que los estudiantes puedan revertir esta situación en un futuro.

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Chong cuenta que diferentes estudios de impacto realizados sobre el programa con estudiantes de secundaria a nivel Lima y regiones junto al Banco Interamericano de Desarrollo, vieron resultados importantes en impacto de conocimientos, capacidades y actitudes desarrolladas por los estudiantes que recibieron capacitaciones de los docentes.

Además, resalta que realizaron otra evaluación con los mismos docentes que llevaron el programa, analizando su comportamiento en la central de riesgo, y vieron que mejoraron su comportamiento crediticio, estuvieron mejor clasificados en los riesgos y pudieron aceder a mejores condiciones crediticias, logrando también reducir sus deudas.

Finalmente, esto se convierte en un efecto multiplicador indirecto, pues otras evaluaciones mostraron que los niños y jóvenes hablan con sus padres sobre lo que aprenden en las aulas transmitiendo hábitos y actitudes positivas hacia el manejo de las finanzas en la familia.

“Un tema interesante por el lado de género es que se ha notado un efecto mayor de las niñas con sus padres de familia. No podemos dejar de destacar la efectividad que ha tenido este tipo de intervenciones con docentes en estudiantes y padres de familia”, puntualiza Chong.

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