Fitch Ratings revisó hoy la perspectiva crediticia de estable a negativa, pero mantuvo la calificación crediticia del país en BBB, que corresponde a grado de inversión. Mantener esta calificación crediticia es relevante en el actual contexto de múltiples riesgos en la economía global.
Con ello, Perú continúa siendo el país con la segunda mejor calificación crediticia de la región, en base a su moderada deuda pública, y la sólida trayectoria de políticas macroeconómicas y fiscales, sin embargo, las perspectivas negativas requieren de medidas urgentes y de la búsqueda de consensos para evitar el deterioro en la calificación crediticia de nuestro país.
Durante el 2022, en un contexto de alta incertidumbre y múltiples riesgos para la economía global, las calificadoras crediticias han realizado diversas rebajas de rating y cambios de perspectiva crediticia a países emergentes. En conjunto; S&P, Fitch y Moody’s; han realizado 30 rebajas de calificación crediticia y 11 cambios de perspectiva crediticia entre enero y setiembre de 2022.
En particular, Fitch modificó la perspectiva crediticia del Perú debido a que, en su opinión, el deterioro de la estabilidad política se mantendría en adelante, lo que plantea mayores riesgos para el crecimiento económico y las cuentas fiscales del país en relación con sus pares de similar calificación crediticia.
Cabe destacar que la economía peruana ha continuado con su proceso de recuperación y el crecimiento económico de 3.0% entre enero y agosto del 2022, marca un piso importante para el cierre de año. Además, el mayor impulso de la inversión pública y el inicio de operaciones de Quellaveco permitirán alcanzar una tasa de crecimiento de 3.3% en el año.
Por su parte, se viene observando una recuperación progresiva de la confianza de los agentes económicos. Así, en setiembre, 13 de 18 indicadores de situación actual y expectativas se han recuperado.
Plan Impulso Perú
En ese marco, el MEF señala que la inversión pública continuará contribuyendo con el crecimiento de la actividad económica, fomentando el cierre gradual de brechas y la creación de empleo. “El Plan Impulso Perú apunta a fortalecer la gestión y la calidad de las inversiones, perfecciona la participación del sector privado y genera mejores entornos para reactivar las obras paralizadas”.
Además, destaca el favorable desempeño fiscal del país en el año 2021 que permite reforzar el proceso de consolidación fiscal para preservar la sostenibilidad de sus finanzas públicas. Perú fue uno de los países que realizó la mayor reducción del déficit fiscal el año anterior (pasando de 8.9% del PBI en 2020 a 2.5% del PBI en el 2021) y ha acumulado ahorros fiscales líquidos en la Reserva Secundaria de Liquidez y en el Fondo de Estabilización Fiscal por un monto total de 2.1% del PBI.
“Las sólidas cuentas fiscales brindan resiliencia macroeconómica al país frente a futuros escenarios adversos y constituyen una de las principales fortalezas del país. Asimismo, Perú es uno de los primeros países emergentes en determinar reglas fiscales para los siguientes años luego del impacto de la COVID-19″.
La adopción de dicha senda de consolidación fiscal permitirá a Perú fortalecer la estabilidad macroeconómica del país. Todo ello brinda soporte para emprender las reformas y la ambiciosa agenda del gobierno de cierre de brechas sociales que incrementen la productividad, el crecimiento potencial de la economía y mejora en el bienestar de los ciudadanos.
Es importante señalar que se continuará en la priorización de la reactivación de nuestra economía y se buscará reproducir las buenas prácticas de gobernanza pública de la OCDE, con el objetivo de continuar reforzando la efectividad de la política fiscal sobre nuestra economía.
En los próximos días se presentarán avances de Plan Impulso Perú y se anunciarán medidas reactivadoras adicionales, considerando que el contexto macroeconómico internacional se tornó más adverso, y eso genera una mayor exposición de nuestra economía a múltiples riesgos relacionados al entorno global.