La masificación del gas natural marcha a paso ligero en Lima, pero no así en las regiones, donde el hidrocarburo llega a cuentagotas (por falta de infraestructura) y con precios exorbitantes.
De acuerdo al Informe del Sector Gas Natural Perú 2021, un usuario residencial en Lima paga un promedio de US$5 mensuales por el servicio gas natural, mientras que un usuario en el norte del país paga US$17 y un cliente en el sur tiene que cancelar US$19 por el mismo concepto, refiere Juan Manuel Rojas, presidente de Promigas, concesionario del gas natural en el norte del país.
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Para emparejar el terreno y hacer más competitivo el gas natural fuera de Lima, el Gobierno presentó a fines del 2021 el proyecto de ley 679, el cual se encuentra en proceso de revisión por parte del Legislativo tras cambios sustanciales realizados en la Comisión de Energía y Minas, que provocaron el veto del Ejecutivo.
Uno de ellos es el referido a la aplicación del ‘mecanismo de compensación para el acceso descentralizado al gas natural’ o tarifa nivelada (estampilla), el cual busca uniformizar todas las tarifas de gas mediante un subsidio que pagarán los usuarios de Lima (Cálidda) e Ica (Contugas).
“Esto significa que por un recargo de S/0.50 en las tarifas de Lima e Ica, se podría bajar significativamente lo que pagan los usuarios del norte y el sur del país, y así lograr muchas más conexiones para los hogares de condiciones socio-económicas más bajas”,
Señala Juan Manuel Rojas, Presidente de Promigas
La autógrafa aprobada por el Congreso elimina esta posibilidad, lo que, a entender del funcionario colombiano, menguará el ritmo de conexión que se podría conseguir en Ancash, La Libertad, Lambayeque, Cajamarca y Piura.
“Sin tarifa nivelada, nosotros tendríamos 230 mil hogares conectados al 2030 [30 mil más que hoy en día]. Pero si tuviéramos una tarifa nivelada conectaríamos 470 mil hogares en vez de 230 mil”, anota Rojas.
Esto significa 1,6 millones de personas beneficiadas por el gas natural en el norte del país.
GAS CONTRA LA POBREZA
Rojas agrega que, para apuntalar esto, hace falta seguir trabajando con el Fondo de Inclusión Social Energético (Fise), el cual permitirá conectar a poblaciones que no forman parte de los contratos de concesión.
Es el caso de las localidades de La Tortuga (Paita), La Brea, Negritos y El Alto (Talara), donde Gasnorp, subsidiaria de Promigas, tiene la oportunidad de conectar 6.500 hogares adicionales.
Todo esto permitirá, apunta Rojas, mejorar el nivel de vida de las familias con menores recursos económicos en todos los aspectos.
Por ejemplo, en pobreza monetaria, pues “la sustitución del gas natural por el balón de GLP permitirá ahorros de S/18 al mes para los hogares”.
Igualmente, en pobreza ambiental, por cuanto la sustitución del diésel por el gas natural posibilitará “reducir las emisiones de dióxido de carbono en 40% y las emisiones de material particulado en 99%”.
Y, no menos importante, también en lo que toca a la pobreza multidimensional, expresada en mejores condiciones de vida y menos enfermedades respiratorias derivadas del reemplazo de la leña, que muchos hogares emplean para cocinar.
A entender de Rojas, la aplicación del Fise y la tarifa nivelada en el ámbito nacional permitirán incrementar la penetración del gas natural de 14% hoy “a niveles de 40% o más”.
Cabe señalar que al cierre del 2021 habían 1,5 millones de usuarios conectados a las redes de gas natural en todo el país, de los cuales el 84% se encontraba en Lima, el 11% en el norte del país (Quavii/Promigas), el 4% en Ica (Contugas) y el 1% en el sur (Petro-Perú).