Ninguna crisis financiera ni sanitaria había afectado tanto al sector turismo como la actual derivada de la pandemia del COVID-19. Su impacto hoy es funesto; sin embargo hay acciones de los gobiernos que podrían llevar a una recuperación más pronta y a que el golpe sea menor, explica Gloria Guevara, presidenta del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés) que representa al sector privado turístico a nivel mundial. En la siguiente entrevista con El Comercio detalla, además, cómo espera se dé esta reactivación de los viajes en el mundo.
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Esta es sin lugar a duda una crisis que ha golpeado fuertemente al turismo ¿cómo definiría la actual situación?
Los efectos de la pandemia en la economía global, en este momento son incuantificables. Se trata de una emergencia sanitaria sin precedentes, por su impacto y alcance. Por ello, consideramos que es urgente el decidido apoyo gubernamental a las empresas dedicadas al sector turístico, a fin de evitar el colapso económico y frenar la pérdida de empleos en esta industria, que es pilar estratégico de la economía de las naciones.
¿Considera que los gobiernos están haciendo lo suficiente para incentivar el sector?
Vemos con preocupación la falta de apoyo de algunos gobiernos para atender la problemática actual, lo cual tendrá un impacto devastador, especialmente en pequeñas y medianas empresas, así como entre los trabajadores. Más de 100 países en el mundo han implementado medidas específicas para proteger a la industria, tales como créditos sin intereses, eliminación de ciertos impuestos, así como cuotas y protecciones dirigidas a los colaboradores. Los países que actúen más rápido, que apoyen a su industria, homologuen acciones de cuidado para la salud y protocolos de viajes seguros, serán los primeros en salir adelante.
¿Qué medidas de homologación se deben tomar?
Los gobiernos de todo el mundo deben realizar – y hacemos un llamado para ello- un programa sustancial de inversión para que se implementen instalaciones para la detección de COVID-19 en los aeropuertos, y así prevenir la propagación del virus. Las pruebas deben incluir controles de temperatura y pruebas de hisopado para todos los pasajeros que llegan y salen con resultados en 24 horas, y solo aquellos que dan positivo, con o sin síntomas, deben ponerse en cuarentena. Esto brindará tranquilidad a todos los viajeros, mantendrá “corredores aéreos” entre países y eliminará los daños y las interrupciones causadas por cuarentenas contundentes.
Hay aerolíneas que han quebrado, pero estas deben ser solo algunas de las empresas visiblemente afectadas. ¿Se conoce la dimensión del impacto de la pandemia?
Para un sector como el turismo, que contribuye con uno de cada diez empleos en el mundo, urge tomar decisiones adecuadas, es una cuestión de sobrevivencia. No solo han sido afectadas las aerolíneas, los trabajadores de esta industria diariamente están siendo afectados por el cierre de hoteles, cruceros detenidos y por las restricciones de viaje que aún prevalecen en distintas naciones. Es fundamental actuar con rapidez. Si no hay ingresos en las empresas turísticas no hay efectivo circulando, no hay recursos para pagar sueldos y tampoco impuestos. Los empresarios pequeños, medianos y grandes no pueden afrontar esta crisis solos.
¿Cuánto se está perdiendo desde que se desató la pandemia?
En el consejo realizamos un estudio de las crisis mundiales registradas en los últimos 20 años. Los brotes virales anteriores, muestran cuán devastador puede ser su efecto en la economía de los países. El impacto económico mundial, por ejemplo, del H1N1 (2009) se estimó en US$55 mil millones, con la pérdida para la industria turística mexicana de US$5 mil millones después del brote. Una afectación similar se experimentó en China, Hong Kong, Singapur y Canadá después del brote de SARS de 2003, dañando al sector entre US$30 mil millones y US$50 mil millones. Solo China sufrió una reducción de 25% del PIB turístico y una pérdida de 2,8 millones de empleos. Este análisis también mostró que el tiempo de recuperación promedio para el número de visitantes a un destino es de 19.4 meses; no obstante con la respuesta y el manejo adecuado podría ser de 10 meses. Hemos aprendido muchas lecciones desde el brote de 2003, que se han implementado recientemente para detener la propagación del virus.
¿Qué tan difícil será la recuperación? ¿Cuáles son las expectativas para este año?
El sector enfrentará un regreso gradual a los viajes en la medida en que surja una “nueva normalidad” antes de que una vacuna esté disponible a gran escala. Nosotros, por ello, hemos diseñado una serie de protocolos de higiene y sanitización para el sector turístico, que incluye medidas para la protección de la salud de visitantes y colaboradores de los sectores de hotelería, aviación, aeropuertos, restaurantes, cruceros, transportes, centros de entretenimiento, parques recreativos, agencias arrendadoras de autos y renta temporal de hospedajes, que han tenido una gran aceptación entre los prestadores de servicios alrededor del mundo. También hemos creado el Sello de Seguridad Global (Global Safety Stamp), que se otorga a los destinos y empresas turísticas que adopten sus estándares para garantizar la higiene de establecimientos y proteger la salud de los viajeros. Los destinos turísticos, así como las empresas del ramo reciben el sello de aprobación emitido por nosotros. El objetivo de estas acciones es recuperar la confianza de los viajeros y brindar tranquilidad.
¿Serán los viajes domésticos (nacionales) los primeros en reactivarse? ¿Cómo cree que será este proceso?
La reactivación del turismo se dará en etapas. En efecto, primero se reanudarán los viajes nacionales con vacaciones en casa, viajes de corta distancia, especialmente en automóvil, para visitar a la familia y amigos. En una segunda fase, se activarán los viajes a los países cercanos o regionales. Finalmente, en una tercera fase, se darán los viajes intercontinentales de largo alcance. Creemos que los viajeros más jóvenes -en el grupo de edad de 18 a 35 años, que parecen ser menos vulnerables- son los que primero comenzarán a viajar para hacer turismo. El COVID-19 llegó para quedarse, debemos aprender a convivir en esta nueva realidad, incluso antes de que la vacuna esté disponible para todos.
¿Cuándo considera que podría iniciar una recuperación?
El turismo ya ha comenzado su recuperación en la región de Asia, que fue el epicentro inicial de la pandemia, donde ya abrieron hoteles, negocios y se reactivaron los vuelos. La reapertura también ha sido gradual en Europa, aunque hemos notado que no existe una coordinación entre los países, por ello insistimos en la necesidad de homologar los protocolos de viaje y las medidas sanitarias porque vemos que en algunos países de este continente es obligatorio el uso de mascarillas, pero en otros no; en algunos hay restricciones de viajes y en otros no. Esto solo genera confusión y desconfianza entre el viajero, por ello es importante estandarizar medidas, eliminar restricciones fronterizas innecesarias, al igual que alertas de viaje.
De ahí la importancia de que los países estén estrechamente coordinados.
Sí, sobre todo si queremos una recuperación más rápida. Hemos propuesto, por ejemplo, abrir el espacio aéreo en rutas económicas y comerciales entre Nueva York y Londres o Frankfurt, para motivar el turismo de negocios. Estamos a favor de la apertura segura y de la creación de burbujas regionales, como está sucediendo poco a poco en Sudamérica y se ha dado en zonas de Oceanía. Es muy importante que los países trabajen de manera coordinada para promover los viajes e impulsar el desarrollo económico de la región. No sabemos a ciencia cierta cuándo llegará la recuperación de esta crisis sin precedente, pero lo que sí es claro, es que no todos los países se recuperarán al mismo tiempo. Todo dependerá de las medidas que se tomen ahora y las acciones implementadas para blindar al sector turismo. Algunos destinos y países estarán listos para una recuperación más rápida, y a los que han deteriorado su sector por falta de apoyo y acciones concretas, les costará mucho más trabajo, les llevará mucho más tiempo.
¿Cuál es la importancia de esta industria en términos económicos?
El sector contribuye con 10,3% del PIB mundial y genera uno de cada 10 de los empleos en el planeta. Además, durante ocho años consecutivos, la industria de viajes y turismo ha superado el crecimiento de la economía mundial. Por ello, la cooperación entre los sectores público y privado dentro de la industria de viajes y turismo es esencial para mitigar el impacto del coronavirus. En la nueva realidad turística habrá protocolos para el check-in con tecnología digital, estaciones de desinfectante de manos en puntos frecuentes, pago sin contacto en lugar de efectivo y el uso de escaleras con más frecuencia que los ascensores para cumplir la regla de distanciamiento, entre otras medidas. Los operadores de cruceros también tomarán más medidas para garantizar que los barcos estén libres de COVID-19, incluido el uso de guantes y limpieza de habitaciones más frecuente. No sabemos cuándo terminará esta crisis. Lo que sí sabemos, es que si no aprendemos de las mejores prácticas y cuidamos de este valioso sector, cuando sea el momento no habrá nada que reactivar y el impacto social y económico tardará años en reponerse.
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