"Por la grandeza de un país unido", porAlberto J. Verme

Por el 28 de julio, pensé oportuno profundizar con nuestros lectores la lección europea aprovechando una reciente tertulia en Bruselas sobre la actualidad del Perú. A continuación comparto ‎pasajes de la presentación que hice en esa ocasión y algunas simpáticas observaciones de los 27 representantes de países de la Unión Europea.

En primer lugar aludí a la valentía de nuestros antepasados que llevaron hasta las cimas piedras de tonelaje inimaginable sin contar con rueda ni caballos, movidos por la convicción que su obra quedaría para la posteridad como reflejo de la grandeza y amor por su pueblo. Me interpela entonces el representante de Alemania diciendo “comprendo su entusiasmo pero prefiero que nos dé cifras”.

Respondí que el Perú es junto a China y Vietnam el país de mayor crecimiento durante las dos últimas décadas. No tenemos problemas de endeudamiento, un sistema bancario saludable, nuestra calificación crediticia es de las mejores del continente. Además el desempleo se mantiene por debajo del 5 por ciento y somos autosuficientes en materia energética. Contento pero no satisfecho, insiste el alto funcionario teutón “en qué sobresalen?”

Respondí en minerales, en productos agroindustriales y en nuestra oferta turística. Tenemos ventajas competitivas por el bajo costo de producción de metales como el cobre y la variedad de productos agrícolas muy demandados en Europa. “¿Ha probado nuestros mangos, las paltas y los espárragos peruanos? Y en caso no supiera, la papa, la quinua y el choclo se originaron en nuestra tierra. El atractivo culinario y la herencia arqueológica hacen del Perú un destino único para el viajero”.

Cortés y muy atento el representante Belga me interrumpe recordando que él su familia, como la mayoría de los asistentes, habían visitado el Perú y se habían quedado gratamente sorprendidos por el trato de su gente y pregunta: “¿no le parece que sus ventajas son del siglo pasado? ¿Qué es lo que están haciendo en materia de comercio electrónico, ciudades inteligentes y energía renovable?‎”.

Sin ofenderme le respondí que considerábamos prudente ahondar en las ventajas mencionadas y en nuestra convicción de mantener índices de excelencia que permitan ‎más adelante diversificarnos hacia los nuevos sectores sobre una base sólida. Tenemos buen alcance en nuestras redes de banda ancha para fomentar el comercio electrónico, nuestra energía depende de los ríos y del gas natural y se están expandiendo los parques eólicos y los paneles solares en el desierto costeño. Pero los cambios tecnológicos indudablemente crean retos similares a los que enfrentan los empresarios europeos.

Pero sobretodo, antes de pensar en ciudades inteligentes, debemos priorizar, como hace el actual gobierno, el acceso al agua para toda la población.

‎Lo único constante en la vida es el cambio, me recordó el representante de Polonia quien luego preguntó sobre la sostenibilidad de nuestro crecimiento: “¿cómo piensan mejorar su competitividad?”

A través de inversiones en infraestructura y educación, le respondí sin dudar.

A lo que el‎ polaco, que también había visitado el Perú y cuya insignia en el ojal del saco sobresalía por sus colores también rojiblancos, replicaba “nosotros estamos haciendo lo mismo. Pero no obstante tener una base educativa amplia y moderna en Europa, nos hemos quedado rezagados. Cada uno de nuestros países compite en base a su infraestructura logística y productividad. Tenemos que mostrar servicios aeroportuarios tan sofisticados como los del Medio Oriente y los asiáticos, pero no lo hacemos”.

Mientras tanto yo pensaba cuánta razón tenía, debemos mejorar‎ nuestra competitividad e infraestructura. Eso pasa por fortalecer las instituciones y castigar la corrupción que tanto nos ha afectado.

Sólo un español, un italiano o un francés, poseedores de grandes empresas de infraestructura podían interesarse en nuestra capacidad aeroportuaria‎, pero fue el rumano quien me preguntó ¿cuántos turistas puede acoger el actual aeropuerto de Lima? "Unos 18 millones, que equivale al 60 por ciento de la poblacion. Pero con la ampliacion del metro y del propio aeropuerto, hacia el 2030 habremos llegado a una capacidad de 30 millones, casi equivalente a la totalidad de nuestra poblacion."

“¿Y por qué tan poca ambición? Deberían captar anualmente un volumen de visitantes como mínimo equivalente al doble de su poblacion.. No le faltaba razón, muchas veces somos nosotros mismos los que nos frenamos‎ con metas insuficientes.”

‎Callado y desde un extremo el representante de Suecia esboza una sonrisa muy sueca y nos sorprende preguntando “cuál es el principal enemigo de su país?” – “La pobreza” respondo, “aún tenemos la cuarta parte de la población viviendo en condiciones deplorables”. Sin inmutarse ni cambiar su sonrisa continúa“¿cómo piensan erradicarla?”

A través de un modelo de crecimiento basado en la inversión, complementado por políticas sociales incluyentes que faciliten una distribución más equitativa de la riqueza. De mantener un crecimiento del 7, 6 o del 5 por ciento al año, el Perú podrá superar su principal rémora, la pobreza, en 15, 20 o máximo 25 años.

Sentado a su lado el danés acota “los que debemos pensar en un nuevo modelo somos los europeos, el endeudamiento endémico aún no ha sido superado. De no haber sido por estímulos monetarios no sé qué hubiera pasado. Después de toda una década perdidarecién se empieza a sentir una recuperación en las inversiones y la confianza del consumidor.”

Yo pensaba, quizás el primer año del nuevo gobierno peruano no ha llenado nuestras expectativas pero seguimos dependiendo de nosotros mismos y los siguientes cuatro podremos crecer más. Poseemos diversidad de recursos para estimular la economía. Si Europa ha padecido diez años sin crecer, ¿por qué nos ponemos tan pesimistas al perder uno, aún creciendo al 3 por ciento?

Haciendo gala de renovada fe el representante galo se enaltecía al remarcar que por ahora han superado la amenaza populista pero su recrudecimiento se origina en errores de los propios europeos. “Lo que nuestras comunidades necesitan es escuchar el mea culpa de sus líderes. Nos refugiarnos en una guerra ciega contra el terrorismo o lamentamos flagelos climatológicos pero la brecha de riqueza la hemos creado nosotros y los populistas la aprovechan. Con tanto dinero buscando destino, debemos ser cautos y prudentes en direccionar nuestras inversiones hacia sectores estratégicos, respetando las directrices de la Unión y adhiriéndonos al respeto absoluto al estado de derecho. El carácter se demuestra diciéndole no a la corrupción y eliminando la impunidad.”

Yo pensaba, sin darnos más mérito que lo vivido en las dos últimas décadas, seguimos despojando nuestra democracia de la mala yerba e impulsando la convivencia dentro de un estado de derecho. La justicia peruana tarda, pero llega. Y la ciudadanía, más próspera, aún confía que su modelo de crecimiento basado en inversiones puede y debe mejorar, pero al final del día es el que mayores réditos ofrece.

El representante de Grecia intervino hacia el final como sigue. “Antes de que culmine y nos recuerde las razones por las que usted tanto confía en la grandeza de su patria, quisiera que compartiera sus impresiones sobre la convivencia entre los poderes del estado peruano. Leemos en la prensa con sorpresa la animosidad entre el ejecutivo y el legislativo. Nosotros en Europa hemos aprendido que en política ni los amigos ni los enemigos duran para siempre. Viéndolo así y como afirmó Sócrates, el matrimonio puede hacerte feliz si encuentras la pareja correcta. Y si no, siempre te puedes convertir en filosofo.

Yo pensaba, de todos los continentes que he visitado el europeo es el que más resalta por haber sabido superar sus discrepancias, aunar esfuerzos y pensar como bloque, inspirando a que los demás también superemos las crueles rencillas que modelan nuestra historia.

Sopesando la pregunta del griego, preferí reencaminar el diálogo de la tertulia hacia lo que más me convence en el futuro del Perú. Hay dos tipos de naciones, las visionarias y aquéllas que no lo son. Las segundas dependen de la visión de su líder quien al desaparecer hace desaparecer también la esperanza. Las primeras centran su fortaleza en un cuerpo definido de valores, enaltecedores, que definen el carácter de su población. Los mismos compatriotas a los que nos referíamos al principio transformaron el riesgo en oportunidad, y decidieron UNIRSE, suprimiendo el miedo con su ambición, desplegando coraje, espíritu colectivo, ingenio y humildad. Son esos valores en los que uno basa su confianza en el futuro del Perú. El momento actual demanda, como en Europa, un liderazgo que inspire y que una.

Feliz 28 y salud por el Perú, por sus valores y por su grandeza, con la esperanza de poder volver a crecer como un país unido.

Lee más noticias de Economía...