El último jueves, el Pleno del Congreso aprobó el dictamen que establece la reducción del Impuesto General a las Ventas (IGV) de 18% a 8%, de manera temporal, a las micro y pequeñas empresas (mypes) de los rubros restaurantes, hoteles, alojamientos turísticos, servicios de catering y concesionarios de alimentos.
La autógrafa entraría en vigencia al mes siguiente de su promulgación y hasta el 31 de diciembre del 2024. Se beneficiaría a las mypes afectas al IGV cuyos ingresos por ventas o prestación de servicios representen el 70% de las actividades mencionadas.
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Cabe recordar que esta medida contó con la oposición del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) quien en su momento señaló que, “una tasa reducida del IGV distorsiona y dificulta su aplicación, hace más complicado el sistema tributario (al crear tres regímenes adicionales) e incentiva el ‘enanismo’ empresarial y la informalidad”.
Francisco Pantigoso, abogado tributarista y catedrático de la Universidad del Pacífico, anotó que la medida aprobada se ha dado con un profundo desconocimiento de la técnica de aplicación del IGV que, al seguir una base financiera, a los débitos del IGV de las ventas se les resta los créditos de este impuesto de las compras.
“Si se tiene un débito de 8% te va a sobrar crédito fiscal porque las compras las has hecho con 18%”, dijo.
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Por ejemplo, en el caso de un plato cuyo precio es S/80 soles, el IGV incluido es de 18% (S/12,20) y el valor de venta S/68. Debería mantenerse esos S/68 y aplicarse 8%, es decir, el plato debería costar S/5,40 más y venderse al público en S/73,40 (en vez de S/80).
Pero como los restaurantes no podrán recuperar todo el IGV de 18% (crédito fiscal) que pagan cuando compran los insumos para preparar los platos o por el pago de servicios como luz, agua, combustibles, etc., sino solo hasta el tope de IGV ventas que está a 8% (débito fiscal), les va a sobrar seguramente el crédito fiscal, y por ello, para recuperar ese descalce, mantendrán en el ejemplo el plato a S/80 soles, teniendo como margen mayor la diferencia de bases del IGV sobre ese valor (S/68 versus S/74, ganando S/6), explicó Pantigoso.
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“Deberías tener una alta fiscalización de los valores de venta que se mantengan en las cartas y tarifarios, y eso es imposible con miles de mypes”
Francisco Pantigoso, abogado tributarista y catedrático de la Universidad del Pacífico
María Choquehuanca, presidenta del gremio Pyme Perú, señaló que, si bien saludan la medida, es necesario hacer un diagnóstico profundo de la realidad de las mypes.
“Sabemos que la medida ha tenido rechazo porque de los 114 mil restaurantes identificados en el 2021, la mayoría estaban en el Nuevo Régimen Único Simplificado (RUS) así que la medida no los beneficiaba, por tanto, hay que ver cómo focalizar el beneficio ¿no estaremos entrando a otra situación como la de la exoneración del IGV a algunos alimentos básicos?”, se cuestionó.
Choquehuanca anotó que se debe esperar a conocer el reglamento para saber a quién realmente se va a beneficiar, cómo va a funcionar y cómo se va a aplicar esta norma.
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Por otro lado, para Carlos Canales, presidente de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), calificó la medida de parcialmente buena porque, a pesar de no incluir a los agentes de viaje, es un primer gran paso para ayudar a la reactivación económica de estos sectores.
“Ayudará a reducir los costos para que los consumidores tengan mejores precios. Recordemos que muchos de los productos que se consumen en el sector gastronómico ya están exonerados del IGV y ahora con un menor impuesto se podrían abaratar los precios”, señaló.
¿Permitirá reactivación?
Para Pantigoso, si la solución no es generalizada, no va a surtir efecto y habrá una serie de desfases. “No significa exonerar a cierto grupo ya que existe el principio de igualdad que no se estaría respetando”, dijo.
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Además, anotó que parte de la solución es dar facilidades como no cobrar el Impuesto a la Renta (IR) por unos meses, dar fraccionamientos y el Programa Reactiva, que aún no tiene un reglamento operativo.
Asimismo, señaló que existen muchos restaurantes y hoteles que son informales a los que el IGV no les afecta o pertenecen al RUS, régimen en el que el IGV no aplica.
“Esto no significa que no esté de acuerdo, sino que se tiene que tomar una decisión coherente que sea técnicamente viable para ayudarlos y no meterlos en un problema. Esto es lo que en la teoría siempre ha pasado y seguramente pasará en la práctica, pero aseguro que no va a reactivar”, puntualizó.
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Canales anotó que la solicitud inicial fue de exonerar completamente del IGV, pero esta reducción al 8% es un paso importante para seguir avanzando; sin embargo, considera indispensable reducir el IGV a los servicios turísticos, exonerar del IR a la actividad por tres años y suspender el pago del Impuesto Temporal a los Activos Netos (ITAN) por el mismo tiempo.
“El tema del ITAN es importante porque, para nosotros, es un impuesto confiscatorio y debería eliminarse porque estamos en un momento donde los flujos aún no se han recuperado. Se está recuperando el turismo interno, pero no el receptivo y nos faltan aún unos tres años para volver a los niveles prepandemia en este último segmento”
Carlos Canales, presidente de la Cámara Nacional de Turismo
Choquehuanca anotó que a pesar de que el Gobierno insiste en la tributación, esta no resuelve el problema y, si bien velan porque las mypes puedan reactivarse pronto, estas lo harán con medidas más efectivas.
“El beneficio está, al margen de que va a afectar la caja fiscal, pero nosotros queremos medidas de reactivación y estas no se enfocan en la tributación sino en acciones sólidas que fortalezcan a las mypes del país para que se puedan reactivar”
Ana María Choquehuanca, presidenta del gremio Pyme Perú
Finalmente, el MEF informó que “se estima que la medida tendría un costo fiscal de S/ 690 millones, sin incorporar la cuantificación del incremento del fraude fiscal asociado a ella”.