La segunda fase de reanudación de actividades económicas, autorizada por el Ejecutivo y que entró en vigencia en junio, ha permitido que buena parte de los sectores como el inmobiliario, el agropecuario y la minería empiecen a operar y con ello se desacelere la caída de la economía.
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Así, la producción nacional después de haber descendido a tasas superiores al 30% durante abril y mayo, en junio habría caído en alrededor del 18,5%, de acuerdo con el Indicador Mensual Económico de El Comercio (Imeco).
“La razón principal de la menor contracción de la producción es la mayor operatividad de las actividades por la reapertura. Alrededor del 80% de la economía ha estado operando en junio”, comentó Eduardo Jiménez, jefe del Sistema de Información de Macroconsult.
En el sexto mes del año, la producción de electricidad, el referente para medir la operatividad de la economía, cayó en 12,1%, menos de la mitad de lo que cayó en el mes previo. Macroconsult prevé que el desempeño de la economía en junio habría sido de una caída de alrededor del 20%.
Guillermo Arbe, gerente de Estudios Económicos de Scotiabank, y Alfredo Thorne, socio de Thorne & Associates, coincidieron en que la reanudación de buena parte de la economía durante junio fue la principal causa del menor deterioro de la economía.
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A decir de Arbe, el área de estudios económicos de Scotiabank había proyectado que la economía se contraería en junio en alrededor del 20%. Pero en el momento en que se hizo la proyección todavía no era público el resultado de la producción minera de dicho mes. Así, con la caída de la producción minera en 14,4%, menor de lo esperado, según Arbe, la contracción la economía habría sido inferior al 20%.
Para Thorne, la actividad económica habría caído en 21,7%. Mientras que en términos desestacionalizados, habría representado un crecimiento frente al mes anterior del 4%, inferior al obtenido en mayo, que alcanzó una variación del 8,5% frente abril.
MINERÍA
El primer estimado para construir el Imeco consiste en ponderar el crecimiento sectorial a partir de indicadores adelantados que reporta el INEI.
Así, no solo la producción minera cayó en una menor magnitud frente al resultado de mayo (-45,8%), sino, el nivel de producción de todos los metales aumentó en comparación al registrado en mayo.
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Según Pablo de la Flor, gerente general de la Sociedad de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), el desempeño registrado en el sector obedece a la operatividad heterogénea de las empresas mineras.
Explicó que en junio la gran minería estuvo reactivada en su totalidad, mientras que la mediana minería recién comenzó a reanudar sus operaciones. En tanto, la pequeña minería y la minería artesanal todavía no comenzaron a producir.
“Son 130 empresas pertenecientes a la pequeña minería y minería artesanal que no registra producción”, dijo.
El ejecutivo previó que en los siguientes meses se observará un mayor esfuerzo de todas las unidades mineras por retomar su producción de los niveles previos de la pandemia para aprovechar la “coyuntura virtuosa de precios” de los commodities.
“Los dos sectores que están sosteniendo mejor la economía son la agroindustria y la minería. Son sectores en donde hay inversión y posibilidades de inversión”, afirmó Arbe.
CONSTRUCCIÓN
La producción del sector construcción bajó en alrededor del 43% debido a que la inversión pública cayó en 74%, es decir un nivel muy similar al descenso de mayo (75,3%).
No obstante, el otro componente de la construcción, que es el consumo local de cemento, cayó en 37,7%, casi la mitad del descenso en mayo (65%).
Ricardo Arbulú, representante de la Asociación de Empresas Inmobiliarias (ASEI) y gerente general de Ciudaris, indicó que la venta de cementó cayó en menor magnitud en junio debido a la reanudación del 50% de las obras inmobiliarias que se paralizaron por la cuarentena.
Incluso, Arbulú mencionó que en junio el sector registró “una gran cantidad” de minutas firmadas por los clientes, lo que repercutió que en dicho mes llegarán a casi del 80% de las ventas registradas en febrero.
“Con estas nuevas ventas se estima que en agosto se estén iniciando varias obras nuevas, lo que conllevará a que se registre un mayor dinamismo de la construcción en agosto”, comentó Arbulú.
Por su parte, la producción en el sector agropecuario habría crecido alrededor del 2,5% y la pesca en 48% por el incremento en 98% de la captura de anchoveta. En junio, se capturó el 54% de la primera temporada de pesca correspondiente a la zona norte-centro.
DEMANDA INTERNA
El segundo estimado para construir el Imeco busca aproximar el comportamiento de la demanda interna a través de seis variables como el consumo local de cemento, la producción de electricidad, las importaciones de bienes de consumo y de capital, la recaudación de IGV y la venta de pollo en Lima Metropolitana.
Por el lado de la demanda interna, la recuperación fue más débil. El estimado de demanda interna del Imeco pasó de una caída de 29,5% en mayo a 22,1% en junio. La importación de bienes de capital, indicador líder de la inversión, cayó en 32%, al tiempo que la venta de pollo en Lima Metropolitana registró una contracción del 12,9%. Por su parte, la recaudación de IGV cayó en 34,8%.
En Lima Metropolitana, 1,58 millones de personas perdieron su empleo en junio.
RIESGOS
Con el resultado que habría alcanzado la producción nacional en junio, el producto bruto interno (PBI) en el segundo trimestre del año habría registrado una contracción del 30,6% respecto a similar trimestre del 2019. Incluso, en comparación con el primer trimestre habría caído en 22,6%.
Arbe espera que la economía en el tercer trimestre crezca 35% respecto al segundo trimestre. Sin embargo, la clave será, según dice, la situación en que se encuentre la economía cuando empiece a operar.
Arbe y Thorne concuerdan que se necesita por parte del Ejecutivo, el Legislativo y las autoridades subnacionales trabajar en aumentar el empleo, debido a que la debilidad de la demanda podría estancar la recuperación del segundo semestre.
Pues Jiménez señala que si bien espera que el dato del producto continúe mejorando en julio, en agosto se podría estancar, debido a que la cuarta fase de reanudación de actividades no está vigente.
“De agosto en adelante vamos a ver más operaciones mineras si es que no hay algún movimiento importante en el tema de los contagios de COVID-19. Pero si a eso se suma que regiones como Arequipa están paradas, la recuperación puede estacarse y llevar a que junio presente una caída de entre un 10% y 15%”, menciona el economista de Macroconsult.
Para Thorne, el crecimiento desestacionalizado mes a mes será cada vez más pequeño, debido a que cuando termine de reanudarse la economía al 100%, la debilidad de la demanda detendría la recuperación.
“La clave es empleo, empleo y empleo, y eso significa inversión pública privada”, agrega Arbe.
Thorne añade que el consumo privado caería este año en alrededor del 15% y los bonos transferidos por el Gobierno hasta ahora representan solo el 0,4% del PBI.
“La contribución de las transferencias es nada, por eso el impacto de la debilidad de la demanda se va a notar en los meses siguientes”, concluye Thorne.